Los adolescentes entran menos en comportamientos de riesgo

Encuesta de los CDC encuentra que se ajustan con mayor frecuencia los cinturones de seguridad y evitan drogas y tabaco

Jueves, 27 de junio (HealthDayNews) Ahora que la vida familiar de Ozzy Ozborne atrae más que su música, ¿es posible que el sexo y las drogas si no el rock and roll pierdan la aprobación de los adolescentes estadounidenses? Puede ser, de acuerdo con una reciente encuesta gubernamental que muestra que ser adolescentes no es el negocio riesgoso que solía ser.

Cada vez más adolescentes están postergando el sexo, evitando las drogas y el tabaco y colocándose el cinturón de seguridad cuando entran en las carreteras que hace cinco años, según un nuevo estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Menos estudiantes de escuela superior están portando armas, y viajando con conductores intoxicados, y contemplando o intentando el suicidio, indicó la Encuesta de Supervisión de Comportamiento Riesgoso Juvenil de 18 ciudades y 34 estados.

"La juventud en nuestras escuelas superiores está cada vez más actuando como hombres y mujeres jóvenes responsables; toman decisiones responsables que los protegerán desde ahora hasta el futuro", dijo en una declaración Tommy Thompson, Secretario de Salud y Servicios Humanos.

Pero tanto Thompson como Laura Kann, una científica de comportamiento de CDC y coautora del estudio señalaron que no todas las ovejas están en el redil.

"Aunque hemos visto algunas mejoras importantes en los pasados diez años, todavía hay demasiados jóvenes [haciendo cosas] que les ocasionarán problemas sociales, a la salud y a la educación", expuso Kann.

Por ejemplo el número de adolescentes quienes consume alcohol permaneció invariable entre 1991 y 2001, indicaron funcionarios de la salud: casi la mitad tomó al menos un trago en los 30 días antes de la encuesta. Y tres de cada diez dijeron haber tomado cinco o más bebidas de una sentada, lo que se considera tomar en exceso.

El uso de la cocaína, tanto en el pasado como en la actualidad, aumentó de 6 a 9 por ciento durante el periodo, y el uso regular de la droga se duplicó de 2 a 4 por ciento.

La encuesta, que mostró una amplia variación de estado en estado, también examinó los hábitos alimentarios y de ejercicio, y encontró algunos números alarmantes.

Aproximadamente uno de cada nueve estudiantes de escuela superior estaba en sobrepeso en el 2001, y otro 14 por ciento estaba en riesgo de convertirse en una persona con sobrepeso. Sólo 21 por ciento, o cerca de uno de cada cinco, dijeron ingerir las cinco porciones diarias recomendadas de frutas y vegetales.

Cada vez menos adolescentes están ejercitándose con regularidad en la escuela hoy día de lo que lo hacían en 1991. Aunque la participación en las clases de educación física permaneció constante, la participación en la Educación Física diaria disminuyó. Más de uno de cada tres estudiantes (35 por ciento) dijo no realizar 20 minutos al día de ejercicio o mayor ejercicio vigoroso tres veces a la semana.

Pero los funcionarios indicaron que estaban motivados por otras tendencias que podrían mejorar la salud adolescente y reducir el riesgo de lesiones y muerte.

Los porcentajes de fumar aumentaron durante comienzos de 1990, pero están disminuyendo. La razones , según Kann, los altos impuestos en el tabaco, la educación agresiva y las campañas contra el fumar. En 1991, 28 por ciento de los adolescentes dijeron que fumaban, una cifra que aumentó a 36 por ciento en 1997 antes de disminuir a 29 por ciento en el 2002.

El uso de la marihuana, tanto actual como toda la vida, ha seguido un patrón similar. Aumentó a mediados de la década y disminuyó en años recientes. En el 2002, 42 por ciento de los jóvenes admitieron fumar marihuana al menos una vez, en comparación con 47 por ciento en 1997 y 31 por ciento en 1991.

Por otro lado, los adolescentes pusieron un freno a su libido.

La porción de estudiantes quienes tuvieron sexo disminuyó de 54 por ciento en 1991 a 46 por ciento en el 2002. La proporción de quienes tuvieron cuatro o más parejas sexuales un factor de riesgo para infecciones como VIH y gonorrea también disminuyó, a 14 por ciento de 19 por ciento al comienzo de los 1990.

Mientras tanto, es uso del condón están en aumento, de 46 a 58 por ciento de los jóvenes que recientemente tuvieron sexo, aunque esa estadística ha permanecido en el mismo nivel desde 1999.

Ralph Hingson, un experto de salud adolescente de Boston University, planteó que algunos de los aumentos más significativos de la pasada década en cuanto al comportamiento riesgoso son el resultado de políticas dirigidas a conductores jóvenes. Exceptuando un estado, todos los demás, por ejemplo, tienen leyes del cinturón de seguridad para automovilistas, y 18 estados han establecido reglamentos que permiten a los policías detener a conductores que no lleven cinturones.

Al hacer estas leyes "de ejecución de primer orden" una política a nivel nacional, probablemente se prevendrían 600 muertes de tránsito relacionadas con el alcohol cada año, y otros 1,000 accidentes fatales que no involucran la bebida, dijo Hingson. El efecto sería particularmente fuerte en conductores jóvenes, añadió.

De manera similar, en 1991 sólo cuatro estados tenían leyes que consideraban ilegal que un menor condujese con un contenido de alcohol sanguíneo positivo. Ahora, cada estado tiene un estipulación similar, que ayuda a reducir que los adolescentes conduzcan ebrios.

Qué hacer

Para más sobre la encuesta del comportamiento de la juventud, visita los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Para más sobre el uso de drogas y de la bebida en adolescentes, visita los Institutos Nacionales de la Salud o el Home Partnership for a Drug-Free America.

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