Abundan las enfermedades mentales en los jóvenes

Altas tasas de depresión, PTSD y abuso de sustancias
(HealthDay es el nuevo nombre de HealthScoutNews)

Lunes, 4 de agosto (HealthDayNews) -- Los jóvenes estadounidenses parecen estar sufriendo de un nivel desproporcionado de episodios depresión mayor, trastorno de estrés PTSD, por sus siglas en inglés) y problemas de abuso de sustancias.

En un nuevo estudio que aparece en la edición de agosto de la Journal of Consulting and Clinical Psychology, acerca de 16 por ciento de los varones y 19 por ciento de las niñas cumplieron con el criterio actual para diagnóstico para uno de estos tres trastornos.

Incluso con porcentajes tan altos, los hallazgos no son sorprendentes, indicó el doctor Jon A. Shaw, profesor y director de psiquiatría infantil y adolescente en la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami. "No nos dice nada que ya no supiéramos, pero es agradable tener una justificación", indicó.

"Está claro que esto no es un evento raro. Hay números sustanciales de adolescentes allá afuera quienes están desarrollando estos problemas", añadió el autor del estudio Dean Kilpatrick, un profesor de psicología clínica y director del Centro Nacional de Tratamiento e Investigación de Víctimas del Crimen en la Universidad Médica de Carolina del Sur en Charleston. "El hecho de que todavía las tengan es algo muy preocupante, porque está sugiriendo que : a) la mayoría de estas cosas no parecen desaparecer espontáneamente; y b) los índices actuales indican que no han recibido algún tratamiento o algún tratamiento eficaz. Hay una carga en la salud mental de los adolescentes".

En verdad, existe muy poca información sobre estos trastornos en niños y adolescentes, indicó Shawn. Esto es precisamente la razón de llevar cabo este estudio. Los autores del estudio estaban particularmente interesados en cómo la violencia interpersonal podría asociarse con estos tres trastornos.

Para este fin, entrevistaron 4,023 adolescentes entre las edades de 12 a 17 años por teléfono, haciendo interrogantes estructuradas con respecto a su familia, cualquier historial de trauma incluyendo abuso físico o sexual así como los tres trastornos estudiados.

En general, 15.5 por ciento de los varones y 19.3 por ciento de las niñas tenía al menos uno de los tres diagnósticos depresión mayor o abuso de sustancias).

Aproximadamente el doble de la proporción de las niñas más que los niños cumplen con el criterio para la PTSD y episodios de depresión mayor, mientras que los varones eran levemente más propensos a cumplir con los criterios para abuso de sustancia. Un 6.3 por ciento de las niñas cumplieron con los criterios para PTSD versus 3.7 de los niños en los seis meses previos. Casi 145 por ciento de las niñas establecieron el criterio para trastorno de depresión mayor versus 7.4 por ciento de los varones en el mismo periodo de tiempo. La prevalencia del abuso de sustancia/dependencia entre varones era 8.2 por ciento y 6.2 por ciento entre las niñas durante los 12 meses previos.

Casi tres cuartas partes (71.5 por ciento) de los participantes con PTSD tuvieron depresión mayor o abuso de sustancias, lo que significa que sólo 28.5 por ciento tenía PTSD solamente. De aquellos con depresión mayor, 39.4 por ciento tuvo PTSD o abuso de sustancia/dependencia, y 61.6 por ciento tuvo depresión solamente. Algunos de aquellos con abuso de sustancia, 32.1 por ciento tuvieron PTSD o depresión mayor, mientras que 67.9 por ciento tuvo abuso/dependencia por sí mismos.

Violencia interpersonal (experimentar agresión física o sexual o haber atestiguado violencia) aumentó significativamente el riesgo para estos trastornos. Kilpatrick dijo que los que atestiguaron violencia fue la parte más sorprendente del estudio. "Uno piensa que esto se podría esperar en algunas áreas con una criminalidad alta en las cuales las personas son testigos de hechos bastante violentos. Pero esto en una muestra representativa de los adolescentes a través de todo Estados Unidos, encontramos que 40 por ciento de ellos han atestiguado en persona algunos actos de violencia bastante serios", dijo. (El estudio encontró que 47.5 por ciento de los encuestados tuvo algún tipo de exposición a la violencia).

Aunque la muestra se consideró que era representativa, Kilpatrick señaló algunas limitaciones con la metodología, señalando que los participantes "reportaron por sí mismos" toda la información y que se contactó por teléfono a todos los encuestados. Esto significa que los jóvenes sin hogar y que los adolescentes que residían en instituciones o en hogares sin teléfonos no se pudieron contactar.

Los hallazgos hablan de los retos de la psiquiatría infantil y adolescente en general.

"Lo principal es identificar a las personas quienes tienen problemas como estos, ayudando a que se pongan en contacto con recursos y reconociendo que estos son asuntos complejos", indicó Shaw. "Uno no trata el PTSD por sí sólo. Setenta y cinco por ciento tendrá problemas psicológicos y psiquiátricos adicionales, y uno tiene que ser sensitivo al contexto, la familia, la comunidad. Ahora estamos comenzando a entender cómo la etnia y la cultura interactúan con la respuesta a situaciones traumáticas".

Estos asuntos son extremadamente complicados. "El trauma, como la belleza, está en el ojo del espectador. El estrés de un hombre es el desafío de otro, continúa Shaw. El estrés percibido era tan importante como el estrés real. Estos son asuntos muy complejos y, si se evalúa datos homogenizados como estos, se obtiene una impresión muy superficial de lo que está ocurriendo allá afuera; pero es una señal".

Ciertamente, los asuntos son complicados para individuos quienes están sufriendo algunos de estos trastornos. "No hay nada acerca de estos problemas que mejore la capacidad de concentrarse, de realizar la tarea escolar, de trabajar productivamente y todo eso", expresó Kilpatrick. "Esto está afectando la educación de nuestros futuros adultos, he ahí el problema. No es cierto que todos sean unos neuróticos completamente disfuncionales, pero es cierto que esto va a dificultar que estas personas sean ciudadanos productivos; sin mencionar el hecho de que muchos de ellos están sufriendo".

Un resultado interesante, y motivador, del estudio era el número de participantes que dijo que les gustaría estar involucrados en seguimientos futuros: 98 por ciento. "Atribuyo esto al hecho de que estos asuntos son muy relevantes a las familias estadounidenses y a los adolescentes mismos", indicó Kilpatrick. "Esto me sugiere que estos temas fueron de gran interés para los adolescentes porque es una gran parte de sus vidas, desafortunadamente".

Más información

El Centro Nacional para PTSD tiene información sobre PTSD en adolescentes y niños. La Academia Americana de Psiquiatría para Niños y Adolescentes tiene hojas de datos sobre la depresión y el abuso de sustancias.

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