El abuso infantil es un patrón de la experiencia

Un abuso precoz, y no la genética, puede convertir a las madres simias en abusadoras

MIÉRCOLES 29 de junio (HealthDay News/HispaniCare) -- ¿Qué convierte a una madre en una abusadora infantil?

La respuesta en los humanos aún no es clara, pero una nueva investigación con monos sugiere que podría tener más que ver con la experiencia que con la genética.

Más de la mitad de hembras de mono macaco rhesus que fueron abusadas durante el primer mes de vida se convirtió en madres abusivas, independientemente de si fueron criadas por sus madres biológicas o por madres adoptivas.

"Esto sugiere sólidamente que [el abuso infantil] es un problema de la experiencia temprana", afirmó el autor del estudio Dario Maestripieri, profesor asociado de desarrollo humano comparativo de la Universidad de Chicago. "No podemos simplemente culpar a los genes malos".

Los hallazgos del estudio aparecen en la edición en línea del 5 de julio de Proceedings of the National Academy of Sciences.

Al igual que en los humanos, el abuso infantil no es extraño en los monos. Maestripieri ha encontrado que entre el 5 y el 10 por ciento de las hembras de mono abusan de sus hijos. Entre otras cosas, las monas arrastran, pisan, muerden e inmovilizan a sus bebés, apuntó.

"En algún momento, simplemente los tratan como objetos", dijo Maestripieri, quien añadió que ocasionalmente las monas incluso matan a sus bebés.

"Las madres que son abusivas tienden a ser muy constantes. Cada año, tienen un nuevo bebé y repiten el abuso", afirmó.

Si se está preguntando sobre los monos macho, no forman parte de este cuadro: son padres ausentes, no se involucran en la crianza de los infantes.

En el nuevo estudio, Maestripieri diseñó un experimento para determinar si las hembras de mono aprendían la conducta abusiva de sus propias madres. Investigadores del Centro Nacional de Investigación de Primates Yerkes de Georgia quitaron a los bebés a sus madres biológicas y se los dieron a madres adoptivas para ver qué tan bien se desarrollaban.

En los monos, las madres adoptivas tienden a aceptar nuevos bebés bajo circunstancias especiales, apuntó Maestripieri. "El bebé tiene que ser alejado de su madre tan rápidamente como sea posible luego del nacimiento, entre 24 y 48 horas. Y a la madre hay que darle otro bebé de la misma edad y sexo", explicó.

Nueve de 16 monas que fueron abusadas como bebés se convirtieron también en abusivas, independientemente de si fueron criadas por sus madres naturales o adoptivas. Sin embargo, 16 más que fueron criadas por madres no abusivas no se convirtieron en abusadoras, aún si sus madres biológicas eran abusivas.

Esta investigación podría ofrecer información sobre las causas del abuso infantil en los humanos, apuntó Maestripieri.

Sin embargo, Joan Kaufman, especialista en abuso infantil y profesora asistente de psiquiatría en la Universidad de Yale, dijo que el cuadro producido por la investigación en monos no es completamente claro. Dado que cerca de la mitad de las monas abusadas no abusaron a sus propios bebés, deben haber otros factores involucrados además de la experiencia infantil, señaló Kaufman. Opina que la genética podría desempeñar un importante papel.

En el lado positivo, la investigación si añade a la evidencia de que los niños abusados no siempre se convierten en padres abusivos, dijo Kaufman. En los humanos, se estima que que sucede entre el 20 y el 30 por ciento de las veces.

"No es inevitable", dijo, "y eso es lo importante".

Más información

Obtenga más información sobre el abuso infantil del U.S. Department of Health & Human Services.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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