Los 'influencers' de los medios sociales pueden hacer que los niños coman comida basura

african american family
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LUNES, 4 de marzo de 2019 (HealthDay News) -- Cuando un "influencer" ("influenciador") de los medios sociales publicita la comida basura, podría convencer fácilmente a los niños pequeños, sugiere un estudio reciente.

Los investigadores británicos encontraron que cuando los niños veían imágenes de los "vlogueros" de YouTube simplemente con comida basura en las manos, mostraban de inmediato un deseo de comer galletas y dulces.

Lamentablemente, las imágenes de esas estrellas de internet con alimentos saludables no influían de la misma forma.

Los expertos dijeron que los hallazgos apuntan al poder de una forma insidiosa de mercadeo de comida basura, en que las compañías pagan a los influencers de los medios sociales para que presenten sus productos.

"A la mayoría de los padres les sorprende que esto exista", comentó Jennifer Harris, del Centro Rudd de Políticas Alimentarias y Obesidad de la Universidad de Connecticut. "Con frecuencia no tienen ni idea de hasta donde sus hijos se convierten en un objetivo cuando están en línea".

Harris, que no participó en el estudio, realiza investigación sobre el mercadeo de alimentos para los niños.

Comentó que en comparación con la publicidad tradicional, es difícil estudiar la influencia de los medios sociales en las preferencias alimentarias de los niños.

"No se sabe mucho sobre el tema, porque es difícil monitorizar lo que los niños ven en los medios sociales", explicó Harris.

Entonces, dijo que ver los nuevos hallazgos, publicados en la edición en línea del 4 de marzo de la revista Pediatrics, la "emocionó". Muestran, mediante un diseño experimental, la forma en que las imágenes de los medios sociales pueden influir de inmediato en las elecciones de alimentos de los niños, señaló Harris.

En el estudio, los investigadores de la Universidad de Liverpool crearon cuentas falsas de Instagram que parecían pertenecer a dos populares blogueros de videos de YouTube.

Ambos vlogueros (que no fueron identificados por los investigadores) son adultos jóvenes que son populares entre los niños británicos y que tienen de 4 a 12 millones de subscriptores en sus canales de YouTube y en sus cuentas reales de Instagram.

Entonces, los investigadores reclutaron a 176 chicas y chicos de 9 a 11 años de edad y los asignaron al azar a uno de tres grupos.

Todos los niños vieron varias imágenes de las cuentas falsas de Instagram. Un grupo vio imágenes en que los vlogueros tenían alimentos saludables, como fruta fresca, en las manos; un segundo grupo los vio sostener galletas de chocolate u otros tipos de comida basura; y el tercer grupo los vio sostener artículos que no eran alimentos, por ejemplo zapatillas.

Después, a los niños se les ofreció una selección de refrigerios, y les dijeron que podían comer todo lo que quisieran. Los refrigerios incluyeron dulces, chocolate, palitos de zanahoria y uvas.

En general, encontró el estudio, los niños que vieron las imágenes de comida basura fueron más propensos a elegir dulces y chocolate: comieron un 32 por ciento más de calorías de esos alimentos que sus compañeros que vieron imágenes que no eran alimentos, y un 20 por ciento más que los niños que habían visto imágenes de alimentos saludables.

Al contrario, las imágenes no impresionaron a los niños del grupo del refrigerio saludable. No comieron más zanahorias y uvas que sus compañeros.

Esto podría deberse a que los niños simplemente tienen una "preferencia innata" por los alimentos azucarados, grasos y salados, según la investigadora principal, Anna Coates, estudiante doctoral de ciencias psicológicas.

"A diferencia de los adultos", apuntó, "los niños están menos motivados para resistirse al mercadeo de comida, porque no los dirigen los objetivos de salud a largo plazo".

Coates dijo que es importante que los padres sepan que ese tipo de mercadeo existe.

"El mercadeo de comida incluido en un video de YouTube es más discreto y dirigido que otras formas, y por tanto, potencialmente más potente", advirtió. "Los padres podrían hablar con sus hijos sobre por qué piensan que a los influencers de medios sociales les pagan para mostrar eso productos en sus vlogs".

Harris se mostró de acuerdo en que los padres deben hablar sobre la estrecha relación entre los encargados de mercadeo y las estrellas de los medios sociales. Pero también dudó que sirviera para mucho.

"La investigación sugiere que incluso cuando los niños lo saben, en realidad no les importa", dijo Harris. "Para ellos, lo más importante es lo que sus amigos están haciendo".

Además, dijo, "cuando uno tiene 13 años, no está pensando en que tendrá enfermedad cardiaca dentro de 30 años".

¿Y qué hay con la regulación? Es difícil, apuntó Coates. YouTube, Instagram y otros medios sociales tienen requisitos de edad mínima para sus usuarios, de forma que los que mercadean comida basura pueden negar que sus iniciativas en los medios sociales se dirijan a los niños.

La realidad es que los niños mienten sobre sus edades y crean cuentas de cualquier forma, añadió Coates. O simplemente ven el contenido público de los sitios.

Encuestas de niños de Reino Unido muestran que la mitad de los niños de 8 a 11 años usan Instagram, mientras que más de un 80 por ciento de los de 5 a 15 años usan YouTube, según el equipo de Coates.

En Estados Unidos, dijo Harris, las compañías se autorregulan, y por ejemplo no se publicitan en las redes de televisión infantiles. Pero los niños de cualquier forma ven muchos anuncios dirigidos a un público amplio.

Más información

La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ofrece a los padres consejos sobre el uso de los medios digitales.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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