La COVID aumenta las probabilidades de problemas gastrointestinales a largo plazo

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Las personas que han tenido COVID-19 tienen un mayor riesgo de padecer problemas gastrointestinales

Los posibles trastornos van desde reflujo ácido hasta úlceras, síndrome del intestino irritable, pancreatitis y problemas hepáticos

Los investigadores dicen que es cada vez más claro que el tracto gastrointestinal es un reservorio del virus SARS-CoV-2

MIÉRCOLES, 8 de marzo de 2023 (HealthDay News) -- Añada los problemas gastrointestinales a la larga lista de afecciones que pueden ocurrir después de la COVID-19.

Una nueva investigación encontró que las personas que han tenido COVID-19 presentan un mayor riesgo de trastornos gastrointestinales en un plazo de un año tras la infección, entre ellos problemas de hígado, pancreatitis aguda, síndrome de intestino irritable, reflujo ácido y úlceras del revestimiento del estómago o la parte superior del intestino.

Quizá también tengan unas mayores probabilidades de estreñimiento, diarrea, dolor abdominal, hinchazón y vómitos, según los investigadores, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis, y del Sistema de Atención de la Salud de Asuntos de Veteranos de St. Louis.

"Los problemas gastrointestinales estuvieron entre los primeros que reportó la comunidad de pacientes", apuntó en un comunicado de prensa de la Universidad de Washington el autor sénior del estudio, el Dr. Ziyad Al-Aly, epidemiólogo clínico de la universidad. "Está cada vez más claro que el tracto [gastrointestinal] sirve como reservorio del virus".

Este es el estudio más reciente en la investigación continua de Al-Aly sobre los efectos persistentes de la COVID-19 en el cerebro, el corazón, los riñones y otros órganos. En conjunto, se han asociado unos 80 resultados de salud adversos con la COVID prolongada.

"En este punto de nuestra investigación, los hallazgos sobre el tracto [gastrointestinal] y la COVID prolongada no nos sorprendieron", aseguró Al-Aly. "El virus puede ser destructor, incluso entre los que se consideraban sanos o tuvieron infecciones leves. Estamos viendo la capacidad de la COVID-19 de atacar a cualquier órgano del cuerpo, a veces con consecuencias de salud a largo plazo, incluso la muerte".

En este estudio, los investigadores analizaron alrededor de 14 millones de expedientes médicos en una base de datos mantenida por el Departamento de Asuntos de Veteranos de EE. UU.

A partir de ellos, crearon un conjunto de datos controlados de más de 154,000 personas que tuvieron un resultado positivo de COVID-19 entre el 1 de marzo de 2020 y el 15 de enero de 2021, y que vivieron más allá de los primeros 30 días.

Entonces, los investigadores usaron un modelado estadístico para comparar los resultados gastrointestinales en los sobrevivientes a la COVID-19 con dos grupos de personas que no habían tenido el virus.

Las personas que habían tenido COVID presentaron un aumento de un 36 por ciento en las probabilidades de trastornos gastrointestinales frente a las que no sufrieron del virus.

"Muchas personas comparan a la COVID-19 con la gripe", dijo Al-Aly. "Comparamos los resultados de salud entre personas hospitalizadas por la gripe con los de personas hospitalizadas por la COVID, y seguimos observando un mayor riesgo de trastornos [gastrointestinales] entre las personas hospitalizadas por la COVID-19. Incluso en este momento tan avanzado de la pandemia, la COVID-19 sigue siendo más grave que la gripe".

Los que habían sufrido infecciones con la COVID-19 tenían un riesgo un 62 por ciento más alto de úlceras en el revestimiento del estómago o del intestino delgado, un riesgo un 35 por ciento más alto de reflujo ácido, y un riesgo un 46 por ciento más alto de pancreatitis aguda.

Además, tenían un 54 por ciento más de probabilidades de sufrir de síndrome de intestino irritable, y un 47 por ciento más de probabilidades de sufrir de una inflamación del revestimiento del estómago.

También era un 54 por ciento más probable que estos pacientes presentaran síntomas digestivos como estreñimiento, diarrea, hinchazón, vómitos y dolor abdominal.

"Junto con todas las evidencias que se han acumulado hasta ahora, los hallazgos de este informe indican la urgente necesidad de duplicar y acelerar nuestro esfuerzo por desarrollar estrategias para prevenir y tratar los efectos a largo plazo para la salud tras una infección con la COVID-19", planteó Al-Aly.

Los investigadores estimaron que las infecciones con COVID-19 han contribuido a más de 6 millones de casos nuevos de trastornos gastrointestinales en Estados Unidos, y a 42 millones en todo el mundo.

Aunque en el estudio se incluyó sobre todo a hombres mayores blancos, los datos también incluyeron a más de 1.1 millones de mujeres y adultos de todas las edades y razas.

Unos datos más recientes muestran que la vacunación, que no estaba disponible durante el periodo del estudio, ofrece cierta protección contra la COVID prolongada.

"Aunque las vacunas podrían ayudar a reducir los riesgos de la COVID prolongada, no ofrecen una protección completa contra los síntomas a largo plazo de la COVID-19 que pueden afectar al corazón, los pulmones, el cerebro y, como ahora sabemos, al tracto [gastrointestinal]", añadió Al-Aly.

Los hallazgos del estudio se publicaron en la edición en línea del 7 de marzo de la revista Nature Communications.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la COVID prolongada.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: Washington University in St. Louis, news release, March 6, 2023

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Vacunarse puede reducir el riesgo de padecer COVID persistente y las complicaciones gastrointestinales que lo acompañan.

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