Los parches, la consejería y la persistencia pueden ayudar a los fumadores a abandonar el hábito

Estudios sugieren que 'seguir intentándolo' podría ser la clave del éxito

LUNES, 28 de noviembre (HealthDay News) -- Dejar de fumar no es fácil para la mayoría de personas, pero los fármacos y la consejería pueden ayudarles a tener éxito, según los resultados de dos estudios recientes.

En el primero de dos informes que aparecen en la edición del 28 de noviembre de la revista Archives of Internal Medicine, un equipo liderado por la Dra. Anne Joseph, colíder del Programa de Investigación en Prevención y Etimología del Centro Oncológico Masónico de la Universidad de Minnesota, intentó ayudar a las personas manteniéndose en contacto con ellas y recordándoles que dejaran de fumar.

"Observamos un modelo que trataba el fumar como una afección crónica, como la hipertensión o la diabetes", apuntó Joseph. "Sabemos que mediante el uso de una combinación de terapia conductual y farmacológica, las personas tienen más probabilidades que al dejarlo solas", aseguró.

Para el estudio, más de 400 fumadores recibieron consejería telefónica junto con terapia de reemplazo de nicotina (como parches, chicles y pastillas) por un mes. Luego, los participantes se asignaron al azar para recibir dos llamadas finales, o más llamadas más terapia de reemplazo de nicotina durante 48 semanas adicionales.

Tras 18 meses, 30 por ciento de los que habían recibido las llamadas y el reemplazo de nicotina no habían fumado por seis meses, frente a 23.5 por ciento de los que no recibieron ayuda a largo plazo, hallaron los investigadores.

Además, las personas que recibieron la consejería a largo plazo intentaron dejar de fumar con mayor frecuencia que las que solo recibieron unas cuantas llamadas. Y entre los que recibieron consejería a largo plazo, incluso los que no abandonaron el hábito fumaban menos que las personas que solo recibieron unas pocas llamadas.

El equipo de Joseph tomó por sentado que la gente fracasaría en el proceso y haría varios intentos. Los investigadores lo replantearon como un paso positivo, comentó.

"Este método toma un modelo de tratamiento de enfermedad crónica, en lugar de un modelo de un solo intento", explicó. "Si desea dejar de fumar, tiene que seguir intentándolo y ajustar el tratamiento para tomar en cuenta la posibilidad de que quizás no funcione la primera vez. Eso no significa que no funcionará en los siguientes intentos", añadió Joseph.

"Si alguien lo ha intentado y ha fracasado, lo debe intentar de nuevo", concurrió Patricia Folan, directora del Centro para el Control del Tabaco del Sistema de Salud North Shore-LIJ en Great Neck, Nueva York. "Con frecuencia, las personas intentan dejar de fumar cinco a siete veces antes de tener éxito", apuntó Folan.

"El hecho de que la atención a largo plazo, como el respaldo continuo, resulte en mejores tasas de abandono tiene sentido, ya que creemos que la adicción a la nicotina es parecida a otras adicciones como la heroína o el alcohol, y se ha mostrado claramente que éstas se manejan mejor con intervenciones continuas a largo plazo", señaló el Dr. Norman Edelman, director médico de la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association).

Sin embargo, si los hospitales o los proveedores de atención de salud usaran el método de Joseph comúnmente, probablemente sería más costoso que los métodos actuales, añadió Edelman, y primero habría que analizar su rentabilidad.

En otro nuevo estudio, investigadores de la Universidad Médica de Carolina del Norte deseaban ver si un programa de cesación del tabaquismo que incluía terapia de reemplazo de nicotina y consejería podría ayudar a las personas a abandonar el hábito aunque no tuvieran ningún deseo de dejar de fumar.

"Se ha probado que la terapia de reemplazo de nicotina es un fármaco eficaz para dejar de fumar, pero pocos fumadores la usan", comentó el investigador líder Matthew Carpenter, profesor asociado del departamento de psiquiatría.

Aunque la mayoría de fumadores están interesados en abandonar el hábito, muchos dudan en intentar hacerlo en un futuro cercano. Además, muchos fumadores tienen ideas erróneas sobre lo que la terapia de reemplazo de nicotina es, cómo funciona y su seguridad, anotó Carpenter.

El equipo asignó al azar a más de 800 fumadores a varios programas. Algunos intentaron dejar el hábito solos, y algunos con la ayuda de terapia de reemplazo de nicotina. Los que no recibieron terapia de reemplazo de la nicotina recibieron ayuda en la motivación, la confianza y las habilidades de afrontamiento.

A las cuatro semanas, 22 por ciento de los que recibieron consejería y terapia de reemplazo de nicotina habían intentado dejar de fumar por un día, al igual que 13 por ciento de los que solo recibieron consejería. En el seguimiento final después de finalizar el tratamiento, 49 por ciento de los que habían recibido terapia de reemplazo de nicotina habían hecho un intento de abandonar el hábito, frente a 40 por ciento de los que solo recibieron consejería, hallaron los investigadores.

"En comparación con los que no recibieron muestras de terapia de reemplazo de la nicotina, los que sí las recibieron mostraron una mayor motivación, una confianza más alta y actitudes más favorables hacia la terapia de reemplazo de la nicotina", apuntó Carpenter.

El estudio sugiere que la terapia de reemplazo de la nicotina podría ser mercadeada para su uso tentativo, lo que podría resultar atractivo para un mayor número de fumadores, anotó.

Sin embargo, Edelman no cree que este estudio tuvo suficiente duración para sacar ninguna conclusión definitiva. "El estudio no tuvo seguimiento a largo plazo, careciendo así de lo que considero el estándar de excelencia en la experimentación para la cesación del tabaquismo", señaló.

Dos cartas de investigación que aparecen en la misma edición de la revista enfatizaron ese punto. En la primera, G. David Batty, del Colegio Universitario de Londres, y colegas, dieron seguimiento a personas que participaron en la Encuesta de cesación del tabaquismo de Whitehall hace tres décadas.

En ese estudio, unos 1,450 hombres recibieron información sobre los peligros de fumar, o no la recibieron. Tras treinta años, la mayoría de los que seguían con vida habían dejado de fumar, 81 por ciento en el grupo que recibió consejería y 79 por ciento en el grupo que no, hallaron los investigadores.

Además, el riesgo general de muerte fue ligeramente menor entre las personas que recibieron consejería, y aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa, la ganancia fue de alrededor de 0.4 años de vida, apuntaron los investigadores.

En la otra carta, los investigadores observaron el beneficio de no fumar para reducir las probabilidades de morir joven. El equipo dirigido por Yin Cao, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, recolectó datos sobre más de 19,000 hombres que participaron en el Estudio de salud de los médicos.

Entre esos hombres, 42 por ciento habían sido fumadores y casi el 7 por ciento lo seguían siendo. Unos 5,600 hombres murieron en el periodo de seguimiento. De las más de 600 muertes entre los fumadores, casi 14 por ciento murieron antes de los 65 años, frente a alrededor de ocho por ciento de los que nunca habían fumado, hallaron los investigadores.

El riesgo más elevado de muerte fue entre los que más fumaban, pero ese riesgo se podía reducir en 44 por ciento en un plazo de diez años tras dejar de fumar, y tras veinte años era igual que si nunca hubieran fumado, halló el estudio.

"La reducción de la mortalidad no se debe considerar la única medida importante de resultados de los programas de cesación del tabaquismo", apuntó Edelman. "Hay una morbilidad considerable, como discapacidad, efectos del tratamiento para la enfermedad cardiaca y pulmonar, etc., que se deben tomar en cuenta".

David Abrams, director ejecutivo del Instituto Schroeder de Investigación sobre el Tabaco y Estudios Políticos de la American Legacy Foundation, dijo que los tratamientos basados en evidencia "aumentan las probabilidades de dejar el hábito exitosamente de dos a cuatro veces" frente a solo usar la fuerza de voluntad.

Más información

Para más información sobre cómo dejar de fumar, visite smokefree.gov.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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