¿Puede haber un vínculo entre la frecuencia cardiaca y la presión arterial de los adolescentes con las enfermedades mentales?

Quizá se puedan detectar indicadores de la esquizofrenia, el trastorno obsesivo-compulsivo y la ansiedad durante un examen físico a los 18 años
blood pressure cuff
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MIÉRCOLES, 26 de octubre de 2016 (HealthDay News) -- El riesgo futuro de un hombre joven de sufrir trastornos mentales podría estar relacionado con una frecuencia cardiaca o una presión arterial mayor que el promedio en la adolescencia tardía, según un estudio europeo reciente.

Los hombres jóvenes con una frecuencia cardiaca y una presión arterial en reposo elevadas, pero todavía dentro de un rango normal, parecen tener más probabilidades de desarrollar un amplio rango de enfermedades mentales en un momento posterior de su vida, encontraron los investigadores.

Esto incluye un riesgo más alto de sufrir un trastorno obsesivo-compulsivo, esquizofrenia y trastornos de ansiedad, muestran los resultados.

"Estamos llegando a apreciar que las enfermedades psiquiátricas son enfermedades cerebrales, y nuestro sistema nervioso central, que está mediado por nuestro cerebro, controla las funcionas autonómicas", como la frecuencia cardiaca y la presión arterial, dijo el Dr. Victor Fornari, director de la división de psiquiatría infantil y adolescente del Hospital Zucker Hillside en Glen Oaks, Nueva York.

"Debemos reconocer que tendría sentido que si alguien tiene un riesgo mayor de sufrir enfermedades psiquiátricas, eso podría tener algo que ver con diferencias en el modo en que está regulado nuestro sistema nervioso autónomo", planteó Fornari, que no participó en el estudio.

Debido al diseño del estudio, los investigadores (de Finlandia, Suecia y Estados Unidos) no pueden demostrar una relación de causalidad, solo una asociación.

Los investigadores revisaron los datos médicos de más de un millón de hombres suecos cuya frecuencia cardiaca y presión arterial en reposo fueron medidas cuando fueron reclutados en el ejército entre 1969 y 2010. La edad promedio era de 18 años.

El equipo de investigación comparó la medida inicial con datos de seguimiento recogidos durante 45 años, que incluían los diagnósticos de enfermedades mentales.

En comparación con sus iguales con una frecuencia cardiaca de 62 latidos por minuto, los hombres jóvenes con una frecuencia cardiaca en reposo de 82 latidos por minuto, tenían:

  • Un riesgo un 69 por ciento más alto de sufrir un trastorno obsesivo-compulsivo.
  • Un riesgo un 21 por ciento más alto de sufrir esquizofrenia.
  • Un riesgo un 18 por ciento más alto de sufrir trastornos de ansiedad.

Los investigadores dijeron que encontraron asociaciones parecidas entre un nivel elevado de presión arterial y el riesgo de enfermedad mental.

Por ejemplo, los hombres con una presión arterial diastólica (la cifra inferior) mayor de 77 mm Hg tenían un riesgo entre un 30 y un 40 por ciento más alto de trastorno obsesivo-compulsivo que los hombres con una presión arterial diastólica menor de 60 mm Hg.

Más allá de eso, pareció que cada aumento de 10 unidades en la frecuencia cardiaca en reposo se asoció con un riesgo más alto de problemas mentales, como pueden ser los trastornos de ansiedad, la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo y la esquizofrenia, mostraron los hallazgos.

Los resultados, de Antti Latvala, de la Universidad de Helsinki y sus colaboradores, fueron publicados en línea el 26 de octubre en la revista JAMA Psychiatry.

Los médicos han sospechado que los trastornos de ansiedad podrían contribuir a un nivel más alto de frecuencia cardiaca o de presión arterial, debido al estrés que la enfermedad mental infringe sobre la persona, dijo el Dr. Matthew Lorber, director en funciones de psiquiatría infantil y adolescente del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

"Eso es lo que siempre pensamos", dijo Lorber. "Esto muestra que incluso antes de tener el diagnóstico o de que alguien muestre síntomas de esquizofrenia o trastorno obsesivo-compulsivo, su frecuencia cardiaca en reposo y su presión arterial en reposo ya están elevadas, casi como si esto fuera algún tipo de marcador de problemas psiquiátricos inminentes".

Lorber y Fonari dijeron que el estudio no puede probar una asociación, ni mostrar en qué dirección va.

Lorber lo llama la pregunta del "huevo o la gallina": ¿El nivel alto de frecuencia cardiaca y de presión arterial contribuye a la formación de enfermedades mentales, o simplemente son señales tempranas de trastornos mentales que ya se están formando pero no se han desarrollado del todo?

Estos hombres jóvenes no sufrían hipertensión clínica ni una frecuencia cardiaca anómalamente rápida, dijo Fornari. Estas medidas, aunque altas para la población general, seguían estando dentro del rango normal.

"Es un hallazgo importante porque estamos intentando encontrar vínculos biológicos que nos ayuden a comprender mejor estos trastornos", dijo Fornari. "Realmente, lo que este estudio está diciendo es que sigamos haciendo estas preguntas porque parece haber algo aquí, pero no es específico y no es causal".

Mientras esperan la necesaria investigación de seguimiento, los médicos podrían usar esta información de cualquier forma para detectar una afección mental todavía no diagnosticada, sugirió Lorber.

"Si usted está observando a un adolescente y tiene un nivel alto de frecuencia cardiaca o de presión arterial, durante varias visitas, esté atento a la aparición de trastornos de ansiedad o de la esquizofrenia", sugirió.

Más información

Para más información sobre los trastornos de ansiedad, visite la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (National Alliance on Mental Illness).


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2016, HealthDay

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