Los temores por la salud van más allá de un estornudo

Un estudio halla que, luego de ver a alguien estornudar, la gente se preocupa más por la gripe, los ataques cardiacos, los accidentes y el crimen

VIERNES, 6 de noviembre (HealthDay News/DrTango) -- Una investigación reciente señala que podría sonar algo difícil de creer, pero un solo estornudo es suficiente para incrementar su temor, no sólo de contraer la gripe, también de morir de un ataque cardiaco a temprana edad, morir por un accidente o ser víctima de un crimen fatal.

Preocupa más, sin embargo, que la gente que recientemente había visto estornudar a un actor tenía tres veces más posibilidades de querer invertir $1,300 millones en el desarrollo de una vacuna contra la gripe en lugar de crear empleos en industrias ecológicas que los que no habían estado cerca de alguien cuando estornudaba.

"Hallar que un simple estornudo puede cambiar la posición de alguien ante una decisión importante (cómo invertir mil millones de dólares) realmente debería llevar a la gente a ser más cuidadosa y a pensar si los pensamientos actuales puedan llevar por mal camino", señaló Spike W.S. Lee, autor del estudio y estudiante de doctorado en psicología social de la Universidad de Michigan en Ann Arbor. "Con frecuencia, tomamos decisiones sin pensar en cómo nos sentimos".

El estudio aparece publicado en la edición de noviembre de Pschological Science.

"Las decisiones definitivamente dependen del contexto", señaló Norbert Schwarz, coautor del estudio y profesor de psicología y administración de la Universidad de Michigan. Señaló que fue bastante deficiente que las personas de Michigan, en donde los índices de desempleo están aumentando vertiginosamente, preferirían destinar el dinero al desarrollo de una vacuna en lugar de la generación de empleos.

"La mayoría de la gente pensó que el dinero se gastaba mejor en empleos, hasta que alguien estornudó, lo que hizo que la vacuna contra la gripe fuera más importante", dijo. "Quizá si un congresista está buscando apoyo para la atención de la salud deba estornudar mucho".

Lee y sus colegas establecieron dos escenarios distintos para evaluar cómo podría afectar un estornudo las ideas y percepciones de la gente teniendo en cuenta la emergencia del virus de gripe H1N1 en la primavera pasada. En el primer escenario, cincuenta estudiantes universitarios fueron seleccionados para llenar un cuestionario de una página acerca de su riesgo de ciertos resultados de salud, así como sus ideas generales sobre el sistema de atención de la salud de los EE. UU. Antes de recibir el cuestionario, un actor pasó frente a 26 de los voluntarios del estudio tosiendo y estornudando.

Cuando se les preguntó qué tan probable era que un estadounidense promedio contrajera una enfermedad grave, el 26.7 por ciento del grupo de control respondió afirmativamente, en comparación con el 41.2 por ciento del grupo expuesto a los estornudos. El riesgo de morir de un ataque cardiaco antes de los cincuenta fue una preocupación para el 32.1 por ciento del grupo de control, frente al 45.4 por ciento del grupo expuesto a los estornudos. El riesgo de morir por un crimen o un accidente se percibió como una amenaza real en el 27.9 por ciento del grupo de control, frente al 41.2 por ciento del grupo expuesto a los estornudos.

Los que habían estado expuestos a los estornudos también tenían más probabilidades de pensar que el sistema de atención de la salud de los EE. UU. necesitaba urgentemente un cambio radical.

En otro escenario, 47 personas estuvieron de acuerdo en participar en una encuesta en un centro comercial de la región de Michigan. En su experimento, 23 estuvieron expuestos a los estornudos y a la tos justo antes de la encuesta, mientras que los otros 24, no. Se preguntó a todos los voluntarios del estudio si preferirían que $1,300 millones se gastaran en el desarrollo de una vacuna contra la gripe o la creación de empleos ecológicos. Apenas el 16.7 por ciento de los controles pensaron que el dinero debería invertirse en vacunas contra la gripe frente al 47.8 por ciento del grupo expuesto a los estornudos.

"Cuando alguien estornuda, se obtiene muy poca respuesta de preocupación que hace que cantidades de cosas parezcan peligrosas. Generalmente, esta respuesta a las preocupaciones nos sirve mucho. Queremos estar alertas al riesgo y generalmente estamos menos preocupados con los falsos positivos que con posiblemente dejar de notar un riesgo real", aseguró Schwarz.

"El temor puede propagarse más rápidamente que cualquier virus", señaló el Dr. Marc Siegel, profesor asociado de medicina e internista del Centro médico Langone de la NYU. "Incluso si el modelo matemático es correcto, cerca de una de cada ochenta personas habrán adquirido el H1N1. Eso significa que hay 79 de 80 posibilidades de que la persona que oyó estornudar no lo tiene", explicó Siegel, quien también es el autor de varios libros, entre ellos Swine Flu: The New Pandemic (gripe porcina, la nueva pandemia).

"Vivimos en un país en el que todo el mundo se preocupa mucho. Uno está haciendo lo que tiene que hacer y de pronto alguien le dice que uno se va a morir de algo y luego uno se preocupa por eso y por todo lo demás que pueda matarlo. Tenemos que ver las cosas en contexto. En este caso, hay que hacer lo que se pueda, ponerse la vacuna, lavarse las manos, y recordar que el riesgo es remoto", recomendó Siegel.

Más información

Si le preocupa que le de gripe, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades tienen consejos para permanecer sano.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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