Casi la mitad de los niños de EE. UU. sufren de estrés traumático, muestra un estudio

Enseñar a los adultos que les rodean a sanar podría ser un primer paso, plantean los investigadores

JUEVES, 11 de diciembre de 2014 (HealthDay News) -- Una investigación reciente sugiere que casi la mitad de los niños de EE. UU. experimentan traumas que pueden trastornar su desarrollo.

"Este estudio nos dice que las experiencias adversas en la niñez son comunes en los niños de EE. UU., y como se ha demostrado en estudios con adultos, tienen impactos de por vida que comienzan a una edad muy temprana", señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de Johns Hopkins la autora del estudio, Christina Bethell, profesora del departamento de salud poblacional, familiar y reproductiva de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Johns Hopkins, en Baltimore.

Los investigadores llegaron a sus conclusiones al analizar los resultados de una encuesta de 2011-2012 de los padres de más de 95,000 niños menores de 17 años.

La encuesta observó a los niños que habían experimentado varios tipos de traumas, como vivir en la pobreza extrema, ser testigos del divorcio de sus padres, vivir con alguien que era un enfermo mental o abusaba de las drogas o el alcohol, que uno de sus padres hubiera estado en prisión o que uno de sus padres hubiera muerto.

Alrededor de uno de cada cinco niños había experimentado al menos dos de los traumas mencionados. Esos niños tenían más del doble de probabilidades de presentar problemas en la escuela que los demás niños que no habían sufrido traumas, aunque el estudio no pudo determinar que las experiencias traumáticas provocaran los problemas en la escuela.

Esos niños también eran mucho más propensos a sufrir de una amplia variedad de problemas crónicos de salud, como asma, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), autismo, obesidad y otras afecciones de salud.

Pero, explicó Bethell, se puede enseñar a los padres y a los niños a reconocer el impacto que los eventos traumáticos tienen en sus vidas y a aprender a practicar la resiliencia cuando se enfrentan a un desafío. Por ejemplo, se les puede animar a evitar la desesperación al desarrollar en su lugar un "hábito de esperanza", sugirió en el comunicado de prensa.

En el estudio, los niños que tenían una afección crónica de salud que ameritaba consultas con el médico, pero que habían aprendido o se les había enseñado incluso un aspecto de resiliencia evaluado por el estudio, tenían solo la mitad de probabilidades de repetir un curso en la escuela que los que no habían aprendido esa habilidad.

"Los eventos adversos de la infancia no tienen automáticamente impactos traumáticos a largo plazo en los niños", apuntó Bethell. "Respaldar y enseñar a los adultos que rodean a los niños para que aprendan a sanar del trauma y a aprender la resiliencia ellos mismos podría ser la estrategia más efectiva para su implementación inmediata".

El estudio aparece en la edición de diciembre de la revista Health Affairs.

Más información

Para más información sobre los niños y el estrés, visite la Red Nacional para el Estrés Traumático Infantil (National Child Traumatic Stress Network).


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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