El camino a la verdad podría llevar al estómago

Estudio de una niña prodigio asegura que medir la actividad gastrointestinal podría mejorar la precisión de los detectores de mentiras

LUNES 31 de octubre (HealthDay News/HispaniCare) -- Para cuanto Trisha Pasricha llegó al séptimo grado, su padre, un gastroenterólogo, le había enseñado "mucho más" acerca del funcionamiento del sistema gastrointestinal "de lo que cualquier estudiante de escuela media debería saber", reconoce.

Mientras crecía, su madre, ex ingeniera del Federal Bureau of Investigation, le contaba historias acerca del uso de los detectores de mentiras, que intrigaban a la niña.

Al combinar estas dos influencias, la chica, que actualmente tiene 16 años y es estudiante de secundaria, desarrolló una manera novedosa de usar un electrogastrograma (EGG), una máquina que registra la actividad eléctrica del estómago. Quizá, pensó, el EGG podría utilizarse para medir el estrés que produce mentir.

El proyecto para la feria de la ciencia de Pasricha cuando llegó al décimo grado, "Liar, Liar, Your Stomach's on Fire," (mentiroso, mentiroso, de estómago fogoso) puso está hipótesis a prueba. Sus esfuerzos la llevaron a ganar el segundo puesto en la primavera pasada en la categoría de ciencias sociales y del comportamiento de la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de Intel, la competencia científica preuniversitaria más grande del mundo.

Sin embargo, ese fue sólo el principio de la carrera científica de esta niña prodigio. Esta semana, el estudio llega hasta la comunidad de gastroenterólogos. Uno de sus colaboradores, investigador de la Rama Médica de la Universidad de Texas en Galveston, presentará el estudio en la reunión anual del American College of Gastroenterology en Honolulu.

Según Pasricha, sus hallazgos podrían llevar a mejorar el polígrafo. "En teoría, agregar un EGG debería aumentar el estándar actual de precisión del polígrafo", que es del 90 por ciento, aseguró.

Un experto en polígrafos, el Dr. Daniel Langleben, profesor asistente de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania, opinó que se trata de una investigación interesante. Aún así, cuestionó que el EGG puede obtener una medida del estrés que sea cualitativamente distinta a la que ofrecen otros métodos de detección de mentiras.

"Debido a que el EGG sería otra medida de la actividad del sistema nervioso periférico, sería tan susceptible a la ansiedad como las demás medidas del polígrafo", aseguró.

El EGG es una prueba no invasiva que generalmente se utiliza para el diagnóstico de pacientes cuyos músculos o los nervios estomacales que los controlan no funcionan adecuadamente. Se colocan electrodos en la superficie del estómago para detectar ritmos eléctricos en el estómago.

"Se puede pensar en el patrón del ciclo eléctrico de la misma manera en que el estómago se contrae durante la digestión: Comienza en la parte superior del estómago y continúa hacia abajo", explicó Pasricha. "Generalmente, esto sucede tres veces por minuto".

Para el estudio, se le entregó un conjunto de cartas a dieciséis voluntarios y se les pidió que no revelaran cuáles eran. Luego de realizar lecturas de base de EGG y de electrocardiograma (EKG), a cada participante se le mostraron imágenes de diversas cartas en la pantalla de una computadora. Cada imagen venía acompañada de la pregunta "¿es esta su carta?" Luego seguían más preguntas, como "¿está completamente seguro?" y "¿está mintiendo?".

Se le pidió a los voluntarios que dijeran la verdad lo más posible, a menos que una de las cartas que vieran estuviera en el conjunto que se les había entregado. En ese caso, se les pedía que mintieran para engañar a las máquinas. Como incentivo, se les ofreció $20 por cada engaño exitoso. En realidad, Pasricha ya sabía que cartas se le habían entregado a los participantes. Se tomaron registros simultáneos de EGG y EKG de los voluntarios durante los periodos de mentira y verdad.

Los hallazgos muestran un cambio significativo en la frecuencia del ciclo eléctrico del estómago al mentir, en comparación con las lecturas de línea de base.

"El EGG también podía diferenciar entre la verdad y la mentira, mientras que el monitoreo del ritmo cardiaco no", agregó Pasricha.

Naturalmente, el Dr. P. Jay Pasricha, jefe de gastroenterología y hepatología de la Rama de Medicina de la Universidad de Texas, su padre y colaborador para el estudio, está muy orgulloso de los logros de su hija.

"Lo más importante", dijo, "es que parece que entendió realmente el método científico y aprendió a ser completamente rigorosa y honesta al realizar sus experimentos".

Pasricha, quien ahora es estudiante de tercer año de la Secundaria Clear Lake de Houston, aseguró que le gustaría ir a Harvard o a Oxford. "En cualquiera de los dos casos", dijo, estudiaría ciencias biológicas y haría un estudio secundario en periodismo porque quiero ser periodista de noticias médicas".

Más información

Para más información sobre los polígrafos, visite la American Polygraph Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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