El ejercicio no elimina las secuelas de la televisión sobre el corazón

Un estudio halla que pasar mucho tiempo frente a pantallas en la juventud significa problemas a mediados de los 40, a pesar de los niveles de actividad

MIÉRCOLES, 3 de marzo (HealthDay News/DrTango) -- Un estudio reciente halla que las personas que ven mucha televisión entre los 20 y los 29 y los 30 y los 39 tienen más probabilidades de desarrollar factores de riesgo para la enfermedad cardiaca cuando tienen entre 40 y 45 años que los que pasan menos tiempo frente a la pantalla.

Y aunque este hecho es ya bastante preocupante para muchos, la peor noticia es que el riesgo no desaparece con el ejercicio.

El estudio será presentado el miércoles en la conferencia conjunta Nutrición, actividad física y metabolismo de la American Heart Association, en Chicago.

"Cuando tomamos en cuenta la actividad física, los efectos negativos de ver televisión aún persistían", confirmó Emmanuel Stamatakis, autor principal del trabajo de investigación y asociado de investigación del Colegio Universitario de Londres. "Una posible explicación es que los efectos nocivos de estar sentado durante mucho tiempo no se compensan simplemente con hacer algo de actividad física. En otras palabras, los mecanismos de acción de los daños que se derivan de estar sentado no son lo opuesto a los beneficios del ejercicio".

Y quizá exista otra peculiaridad negativa de estar pegado a la televisión.

"Hasta cierto punto también prevemos que la televisión causa daño porque aumenta el consumo de calorías [de alimentos poco saludables]. Aunque hay algunas pruebas que apoyan esta explicación, nuestro estudio no tomó en cuenta el consumo de alimentos", señaló Stamatakis.

El Dr. Eugene Storozynsky, profesor asistente de medicina del Centro Médico de la Universidad de Rochester, cree que la relación podría deberse a otros comportamientos distintos a estar sentado.

"Sospecho que no es tanto el tiempo que se pasa frente a la televisión sino otros comportamientos además de ver televisión, de forma específica, ¿comieron los participantes del estudio muchos alimentos ricos en carbohidratos o tomaron bebidas altas en carbohidratos mientras veían la tele?", planteó.

"Me interesaría ver si existe una relación similar con otros estilos de vida sedentarios con la advertencia de que estos individuos no puedan comer ni beber todo el tiempo", agregó Storozynsky. "¿Alguien ha hecho alguna vez un estudio con personas que pasan mucho tiempo en bibliotecas y que sólo lean, y que después hacen ejercicio? Al fin de cuentas, cada escaladora elíptica y máquina de andar en el gimnasio tiene una televisión encima".

El estudio también fue poco común porque analizó a las personas después de la adolescencia y los primeros años de la edad adulta, añadió. Además, se centró en un tipo específico de comportamiento sedentario, apuntó el Dr. Robert Scott III, profesor asistente de medicina interna en la Facultad de medicina del Centro de Ciencias de la Salud de la Texas A&M y cardiólogo de planta de Scott & White en Temple, Texas.

Los investigadores analizaron los hábitos de ver televisión y de ejercicio de más de 5,600 hombres y mujeres que nacieron en 1958 en Gran Bretaña. En 1981 se tomaron las primeras medidas cuando los participantes tenían 23 años y luego se les dio un seguimiento adicional cuando llegaron a los 44 años.

Los investigadores descubrieron tres factores, que en conjunto, explicaron el 57 por ciento de la diferencia en el riesgo entre los que veían más televisión y los que veían menos.

Uno tenía que ver con el metabolismo, los triglicéridos, el colesterol HDL ("el bueno"), el índice de masa corporal, el tamaño de la cintura y la presión arterial, que explicaba el 28 por ciento de la variación.

El segundo tenía que ver con un componente inflamatorio que incluía los niveles de proteína C reactiva (asociada con la inflamación), que explicaba el 16 por ciento de la variación. Y el tercer componente involucraba al colesterol total y al colesterol LDL (el "malo"), que explicaba el 13 por ciento de la variación.

Las asociaciones continuaron siendo evidentes incluso después de ajustar la actividad física, halló el equipo.

"Era mejor si hacían ejercicio en comparación con los que no, pero mientras más televisión se veía, aún si se hacía ejercicio, mayores eran estos factores de riesgo", destacó Scott.

Pero volvemos al mismo punto principal que la gente ya conoce.

"Sería bueno evitar pasar mucho tiempo sentado frente a la tele. En Reino Unido y Estados Unidos, los adultos ven televisión durante tres o cuatro horas al día en promedio", señaló Stamatakis. "Esto es simplemente demasiado, en vista de que la mayoría de nosotros tiene trabajos sedentarios, conducimos o viajamos en transportes de motor y tenemos muchas otras oportunidades (que a menudo no dejamos pasar) de estar sentados", explicó.

"Los humanos no estamos hechos para pasar entre diez y once horas sentados como hacemos (y estas horas son adicionales al tiempo que pasamos dormidos)", agregó. "Nuestra evolución nos enseña que nuestros cuerpos están hechos para cazar y escapar de los depredadores, no para estar frente a una pantalla. Hemos ignorado por completo nuestra naturaleza; por tanto, no es sorprendente que nuestros cuerpos acumulen demasiada grasa, desarrollen enfermedades cardiacas, cáncer y diabetes tipo 2. Todas estas dolencias son consecuencias directas de pasar demasiado tiempo sentados, de no hacer suficiente actividad física, o de ambas cosas".

Más información

Para más información acerca de la enfermedad cardiaca, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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