El ejercicio podría no prevenir el aumento de peso en la temporada de fiestas

Un estudio sugiere que nada puede reemplazar a la moderación ante la comida y las bebidas ricas en calorías

MIÉRCOLES, 27 de noviembre de 2013 (HealthDay News) -- ¿Tiene la esperanza de contrarrestar todas esas calorías de acción de gracias con ejercicio adicional?

Un estudio reciente sugiere que quizás esa estrategia no evite que aumente de peso en las fiestas.

Los investigadores dieron seguimiento a 48 hombres y a 100 mujeres durante las seis semanas entre las celebraciones de acción de gracias y de año nuevo. Tenían entre 18 y 65 años de edad.

La mitad reportaron que hacían ejercicio de manera seria y regular. En promedio, dijeron, hacían ejercicio casi cinco horas cada semana, casi el doble de la cantidad de actividad física moderada recomendada por la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association). La otra mitad eran sedentarios.

Los investigadores pesaron y midieron a cada persona para calcular su índice de masa corporal (IMC) antes y después de las fiestas. También midieron su porcentaje de grasa corporal y tomaron su presión arterial.

Desde mediados de noviembre hasta principios de enero, las personas del estudio aumentaron en promedio una libra y media (casi 0.70 kilos). Los hombres aumentaron ligeramente más, más o menos dos libras (0.90 kilos), mientras que las mujeres aumentaron ligeramente menos, alrededor de una libra (0.45 kilos) cada una.

Una o dos libras podría no parecer algo tan malo, pero los estudios han hallado que, en promedio, las personas aumentan unas dos libras cada año. Se trata de un aumento incremental. Y los estudios han hallado que una vez se ha aumentado de peso, la mayoría de personas no lo pierde.

Tras diez años de pequeños aumentos anuales, son 20 libras (9 kilos) de grasa adicional. Eso significa que el aumento de peso durante la temporada de fiestas podría ser un factor más importante en la epidemia de obesidad de lo que muchas personas piensan, apuntó la investigadora Jamie Cooper, profesora asistente de ciencias de la nutrición de la Universidad Técnica de Texas en Lubbock, Texas.

Las personas que eran obesas al inicio del estudio mostraron el mayor aumento en el peso. También experimentaron un aumento significativo en el porcentaje de grasa corporal. De hecho, el peso inicial fue el mejor predictor de cuánto peso y grasa corporal podía aumentar una persona.

El ejercicio no tuvo un impacto significativo sobre el aumento de peso durante las fiestas. Los investigadores no están del todo seguros del motivo.

Por un lado, Cooper apuntó que podría ser que el estudio no contara con suficientes participantes para detectar diferencias pequeñas en el aumento de peso entre los que hacían ejercicio y los que no.

Pero dijo que los resultados también podrían significar que las personas simplemente comían muchas más calorías de las que podían quemar, incluso con toda esa actividad física.

"Si se piensa sobre salir a correr, si se corre durante 30 minutos y corre tres millas (4.8 KM) en ese tiempo, se queman unas 300 calorías. Pues un trozo de pastel de calabaza, sin añadirle nada, tiene unas 300 calorías", explicó Cooper. "Así que resulta realmente fácil comerse todas las calorías que se queman durante el ejercicio, e incluso más".

El ejercicio también abre el apetito, lo que puede conducir a comer aún más.

Cooper apuntó que esto significa que en realidad no hay sustituto para la moderación durante la temporada de fiestas, un momento en que es mucho más probable que la comida esté llena de grasa, azúcar y calorías ocultas.

A pesar de los resultados decepcionantes, una experta dijo que el estudio no debe ser una excusa para que la gente abandone su rutina de ejercicio en las próximas semanas.

"El ejercicio provee numerosos beneficios más allá de la regulación del peso", apuntó Joy Dubost, nutricionista y vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics).

El estudio halló que los que hacían ejercicio habían mantenido una ventaja sobre los que no: su presión arterial tendió a permanecer más baja durante todo el trajín de las fiestas.

Dubost cree que el problema de las fiestas no solo es una comida abundante aquí y otra allá, sino la mentalidad de indulgencia que las personas tienden a adoptar entre este momento y el final del año.

"Típicamente lo que sucede el día de acción de gracias no sucede solo ese día. Tiende a continuar en un patrón de alimentación que uno puede seguir durante toda la temporada de fiestas", lamentó Dubost.

"Luego uno se sube a la balanza y se da cuenta de que perdió el control", añadió.

El estudio aparece en una edición reciente de la revista European Journal of Clinical Nutrition.

Más información

Para más información sobre la gestión del peso, diríjase al Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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