Los perros de asistencia ayudan en la curación de veteranos traumatizados

Expertos señalan que estos caninos entrenados alertan a sus dueños de las señales del TEPT

JUEVES, 3 de septiembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Jennifer Pacanowski, una veterana de la guerra de Irak, no sabía que conducía a la peligrosa velocidad de 85 millas por hora (unos 136 KM/H) por la autopista hasta que sintió el roce de una nariz húmeda en el hombro.

Redujo la velocidad de inmediato.

La nariz húmeda pertenecía a Boo, un Bull Mastiff de 110 libras (50 kilos) , que le advertía de que sus niveles de ansiedad estaban aumentando, un estado peligroso ya que Pacanowski padece trastorno por estrés postraumático (TEPT) debido a sus experiencias como médico en la guerra.

Boo, que cumplió un año de vida en agosto, acompaña a Pacanowski para ayudarla a enfrentarse al mundo desde diciembre pasado.

"Algunas veces me olvido de donde estoy y me traslado en el tiempo a la guerra en Irak. Boo me trae a la realidad y hace que me dé cuenta de que no puedo hacer salir a la gente de la carretera. La violencia vial es algo frecuente entre los que tienen TEPT", señaló Pacanowski, que regresó a Estados Unidos a finales de 2004 y que vive ahora en la parte noroeste de Pensilvania. "Boo es un gran apoyo. También sé que no estoy sola y que la gente no puede acercarse a mí sin que Boo se dé cuenta".

Boo pertenece al equipo de "perros de asistencia psiquiátrica" que se utilizan en todo el país para ayudar a la gente que tiene varios problemas mentales, incluidos el trastorno bipolar, la esquizofrenia, trastornos de ansiedad y quizá, con mayor notoriedad, el TEPT.

"Si un perro observa que los niveles de ansiedad de una persona con TEPT están aumentando, el perro puede alertarle de su estado, y lo hará justo al principio del proceso de modo que la persona puede manejarlo e incluso evitarlo", explicó Joan Gibbon Esnayra, presidenta y fundadora de la Asociación de Perros de Asistencia Psiquiátrica (Psychiatric Dog Service Association).

Los perros han prestado servicio por unos doce años, y aunque tanto los pacientes como los profesionales sabían que hacían maravillas, no existía una prueba empírica que lo demostrara.

Aquí fue cuando el Departamento de Defensa de EE. UU. entró en acción. Ha comenzado un estudio de doce meses para determinar con exactitud de qué modo ayudan los perros, mediante la comparación de soldados con TEPT que tienen perros y soldados sin este animal de compañía. Los investigadores medirán los cambios en los síntomas y el uso de medicamentos.

"Queremos aportar pruebas sobre algo que sabemos mediante la observación y ayudar a crear un movimiento que fomente el uso de perros de asistencia psiquiátrica", aseguró el investigador principal Craig T. Love, director principal del estudio en Westat, una corporación de investigación en Rockville, Maryland. "Es hora de generar un cambio".

"Una encuesta reciente mostró que el 82 por ciento de los pacientes con TEPT a los que se les asignó un perro experimentaron una reducción en los síntomas, y el 40 por ciento también redujo el consumo de medicamentos que debía tomar", agregó la Dra. Melissa Kaime, directora del Programa de investigación médica dirigido por el Congreso (CDMRP), que habló en una sesión informativa el mes pasado. "Confío en que este ensayo será positivo".

Los detalles de éste y otros estudios financiados por CDMRP se presentarán esta semana en el Foro de investigación sobre salud militar en Kansas City.

Otra investigación implica la creación de un "supermercado virtual" para ayudar a los veteranos que tienen TEPT y lesión cerebral traumática leve (LCTL) a afrontar su incorporación a la vida civil.

Los veteranos que tienen estas afecciones pueden experimentar dificultades para adaptarse a su hogar tras haber estado en una zona de combate, ya que los eventos triviales de la vida diaria les pueden parecer perturbadores.

"Estos soldados afrontan desafíos y dificultades cuando se enfrentan a eventos que los provocan, y cuando se les provoca, no se pueden controlar", explicó el Dr. Charles E. Levy, investigador principal de este ensayo y jefe de medicina física y rehabilitación del Sistema de Salud para Veteranos del sur de Georgia y el norte de Florida. "Éste es un entorno [virtual] en el que la gente tiene la oportunidad de poner en práctica las destrezas de la vida sin afrontar las consecuencias del fracaso".

Levy optó por un supermercado porque "representa desafíos de planificación, desafíos para encontrar los artículos tan pronto se toma la decisión de qué es lo que se quiere y la administración del dinero", destacó. "Aunque esto puede parecer algo trivial, no lo es en absoluto para muchas de las personas que atendemos. La planificación diaria puede ser un desafío si anda distraído todo el tiempo o si las multitudes le ponen nervioso".

El entorno virtual estará poblado de carritos de compra empujados por otros compradores (algunos ruidosos, otros no), y los soldados tendrán que hacer frente al impacto de otros carritos de compra, dijo Levy, señalando que el prototipo aún no está listo.

Otros investigadores tratarán de desarrollar un casco más efectivo para el combate, y otros determinarán si mifepristona, conocida como "la píldora del aborto", puede ayudar a los hombres y a las mujeres que padecen múltiples enfermedades somáticas crónicas como consecuencia de la guerra del Golfo 1990-91.

"Es exactamente el mismo medicamento [que se usa en los abortos]. Se han realizado estudios de seguridad y no se ha observado ningún tipo de problema", aseguró Kaime.

Más información

Para más información sobre los perros como Boo, visite la Psychiatric Dog Service Association.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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