Incluso los héroes del fútbol americano pueden ser derribados por la depresión

Las universidades deben asegurarse de que se identifican y se abordan los problemas de salud mental, afirman los entrenadores deportivos
Incluso los héroes del fútbol americano pueden ser derribados por la depresión

JUEVES, 14 de noviembre (HealthDay News) -- Will Heininger era un tacleador defensivo de 133.8 kg (295 libras) de la Universidad de Michigan al final de su primer año cuando se percató de que tenía un gran problema: estaba muy deprimido.

Rodeado por la cultura universitaria de superdeportistas de un deporte conocido por su dureza, Heininger tenía miedo de decirle a alguien lo desesperado que estaba.

"Tenía pensamientos agotadores desde que me levantaba hasta que me iba a la cama", afirmó. "Mis padres se habían divorciado el año anterior; estábamos en una nueva casa y nada parecía ser feliz. Nada parecía valer la pena".

Durante mucho tiempo, Heininger pudo ocultar su depresión. "Estaba funcionando a un nivel alto, iba a los entrenamientos de fútbol, iba a trabajar y a clase, y me lo guardaba todo para mí", recordó. "Y entonces me derrumbé".

En primer lugar, Heininger se lo confesó a su madre y ella le ayudó a encontrar un terapeuta. Pero la relación no fue buena, dijo. El terapeuta recomendó a Heininger que dejara el fútbol americano, la única cosa que en aquel momento realmente le importaba. De modo que Heininger decidió intentar hacer frente a la situación solo.

No mucho tiempo después, en un entrenamiento de fútbol americano, de repente se sintió totalmente abrumado. Su entrenador se percató de que había algún problema, recordó Heininger.

El entrenador le llevó a un terapeuta que formaba parte del programa deportivo de la universidad.

"Ni siquiera sabía que ella estaba allí", comentó Heininger.

Se sentó con ella y empezó a llorar. "Eso supuso un gran cambio para mí. El proceso de cura empezó, una de las cosas más difíciles que nunca he tenido que hacer", comentó.

Heininger empezó a ir a terapia diariamente y le dieron medicamentos para ayudarle a tratar la depresión. De forma progresiva empezó a sincerarse con sus compañeros deportistas y con sus amigos. Ahora, cinco años después, trabaja en el sector de los servicios financieros de Chicago, y ha superado su depresión.

Heininger no está solo. La Asociación Nacional de Entrenadores Deportivos (National Athletic Trainers' Association, NATA) estima que aproximadamente 1 de cada 4 jóvenes estadounidenses cumple con los criterios de estar padeciendo un trastorno de salud mental.

Para ayudar a los profesionales que trabajan con los deportistas jóvenes y referir a los estudiantes con problemas psicológicos, la NATA publicó recientemente unas directrices en la revista Journal of Athletic Training.

Las directrices enfatizan la necesidad de acabar con el estigma de los problemas de salud mental y enseñar a las personas que trabajan con estudiantes deportistas cómo detectar los problemas psicológicos de forma temprana y conseguir la ayuda necesaria.

"Nos enfrentamos a un problema de salud pública, y si podemos ofrecer más luz con respecto a las experiencias por las que pasan los deportistas podemos ayudar a educar al público", comentó Timothy Neal, autor de las directrices y director asistente de medicina deportiva en la Universidad de Siracusa.

Neal señaló que la gran mayoría de las escuelas deben elaborar planes para abordar los problemas de salud mental en los estudiantes deportistas.

"Hay factores estresantes que son exclusivos para los estudiantes deportistas", indicó Neal. "Son obligados a hacer ejercicio, a perderse los días feriados, a perderse las vacaciones de verano y tanto sus fracasos como sus éxitos (en el deporte y en la escuela) se destacan". También pasan muchas horas con el mismo grupo de compañeros de equipo, añadió.

La cultura del deporte también exige una cierta dureza y rigor, lo que dificulta a los estudiantes que se sientan cómodos a la hora de admitir que tienen problemas o debilidades.

"Tenemos que conseguir que los problemas de salud mental dejen de estar estigmatizados", afirmó Neal. "Yo le digo a los deportistas que es normal pasar por este tipo de situaciones; si alguien se lesiona la rodilla, entonces va a un especialista. Del mismo modo, un entrenador deportivo puede referir a alguien a un profesional de salud mental para ver si necesita ayuda".

En un informe del mes pasado del Instituto de Medicina de EE. UU. se hablaba sobre la "cultura de la resistencia". A pesar de las evidencias de que las conmociones cerebrales causan cierto grado de lesión cerebral, muchos deportistas no hablan sobre las lesiones que se producen en la cabeza.

Aunque las conmociones relacionadas con el fútbol americano han sido noticia últimamente, los problemas de salud mental de los estudiantes deportistas no son tan conocidos, indicó Neal. Sin embargo, el riesgo de sufrir problemas de salud mental es más alto en los deportistas que la probabilidad de sufrir una conmoción, señaló.

"La mayoría de las universidades tienen de 4 a 5 más estudiantes que reciben atención por problemas psicológicos que por conmociones cerebrales", indicó.

Al realizar un tratamiento a los estudiantes deportistas de sus problemas de salud mental, Neal afirmó que los entrenadores deportivos y los consejeros deberían comprender que los deportistas se orientan de manera natural por los objetivos.

"Díganles que tendrán una vida más funcional si reciben ayuda", planteó.

Más información

Para obtener consejos sobre cómo mantenerse sano en la universidad, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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