La recesión afecta los vínculos entre padres e hijos, halla una encuesta

Familias de Seattle reportaron menos conexiones y generosidad social, señalan investigadores

JUEVES, 15 de diciembre (HealthDay News) -- La recesión reciente supuso un precio para los vínculos entre padres e hijos. Los padres que están bajo estrés financiero reportan que se sienten menos conectados con sus hijos, y los hijos afirman que son menos propensos a actuar de forma generosa, halla un estudio reciente.

Investigadores de la Universidad de Nebraska en Lincoln y de la Universidad Brigham Young analizaron datos de una encuesta realizada en 2009 y otra vez un año más tarde de unas 500 familias del área de Seattle sobre sus sentimientos de depresión, estrés económico y relaciones familiares.

Las familias eran mayormente blancas, de clase media a media alta y con educación universitaria. Los hijos eran adolescentes jóvenes de 10 a 14 años.

De un año al siguiente, los padres que reportaron una creciente presión financiera eran también más propensos a reportar síntomas de depresión, según el estudio. A su vez, los padres deprimidos eran más propensos a reportar sentirse menos conectados con, y menos cercanos de, sus hijos.

Igualmente, el estrés financiero y la depresión de los padres también afectaban a los niños. Los niños cuyos padres tenían problemas eran menos propensos a decir que habían hecho voluntariado, ayudado a amigos o familiares, hallado gozo en hacer pequeños favores a los demás, o intentado alegrar a personas que se sentían tristes, un grupo de conductas positivas que los investigadores llaman "conductas prosociales".

"Los efectos del estrés económico están presentes y tienen un impacto sobre las familias que consideramos de clase media y clase media alta", dijo el autor líder del estudio Gustavo Carlo, actualmente profesor de desarrollo humano y estudios de la familia de la Universidad de Misuri. "Se trata de familias que uno pensaría que sienten menos los efectos de la crisis económica que otras comunidades, o que podrían tener acceso a los recursos que otras familias no pueden acceder tan fácilmente".

Y las familias entrevistadas eran del área de Seattle, que no fue tan afectado por la crisis como otras regiones del país, añadió Carlo. "Solo podemos imaginarnos cómo estos efectos son sentidos por familias en áreas en que las comunidades realmente han sufrido tremendamente por la situación económica", comentó.

El estudio aparece en línea y en la edición impresa de diciembre de la revista Journal of Research on Adolescence.

Por supuesto, no todo padre que experimenta estrés económico se sentirá ansioso y deprimido, señaló Velma McBride Murry, profesora de desarrollo humano y organizacional de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee.

"Si se entra en esta situación con una mayor vulnerabilidad a la depresión y la ansiedad, el estrés económico la eleva o la activa hasta el punto es que se es más propenso a sufrir de una mayor devastación que las personas que son mucho más estables mentalmente", planteó Murry.

Pero el estudio actual añade a un gran cuerpo de evidencia que incluye a todos los niveles de ingresos y grupos raciales y étnicos, y que muestra que el estrés económico puede tener un "efecto de cascada" para toda la familia, advirtió Murry. Cuando están bajo estrés financieros, los padres que están acostumbrados a dar a sus hijos un teléfono celular o ropa nueva sufren mentalmente porque ya no pueden hacerlo. A medida que los problemas con el dinero aumentan (no están seguros de poder pagar la hipoteca, los servicios o los gastos médicos) los padres pueden sentirse abrumados, irritables, de mal humor, deprimidos y retraídos.

"Entonces, esto corroe la comunicación en la familia, y reduce la conectividad que los padres tienen con sus hijos", dijo Murry.

Los niños también lo sienten, y sus actitudes y conductas también pueden sufrir. Investigaciones anteriores han mostrado que los niños no se ven afectados por la pérdida de bienes materiales (el teléfono celular o la ropa nueva), sino por el impacto que esto tiene sobre la familia, añadió.

"Estudios anteriores han hallado que los niños afirman que no les hacen falta las cosas, sino la relación con los padres. Ésta ha cambiado, igual que el ambiente en la familia", señaló Murry.

Los padres que sienten estrés económico y están deprimidos deben buscar respaldo emocional, ya sea de la familia y los amigos, la iglesia o un profesional de la salud mental, instó Carlo.

"Quizás deban prestar atención adicional y trabajar en la calidad de la relación con su hijo", aconsejó.

Más información

El Instituto Nacional de Salud Mental de EE. UU. tiene más información sobre la depresión.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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