La depresión afecta a los veteranos de guerra de EE.UU. que regresan de cumplir su servicio militar

Un estudio halla que muchos se sienten como 'extraños' en sus propias casas

VIERNES 17 de agosto (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un estudio estadounidense reciente halla que la depresión podría convertirse en un problema ampliamente ignorado por muchos soldados estadounidenses que regresan de cumplir con su deber en Irak o Afganistán, lo que supone un esfuerzo enorme para ellos y sus familias.

Los investigadores estudiaron la vida familiar de 168 soldados que regresaron a sus casas luego de finalizar su servicio militar a los que se les habían diagnosticado síntomas psicológicos. Cerca de la mitad, el 42 por ciento, de estos veteranos señaló que se sentía "como extraño en su propia casa" y uno de cada cinco sentía que sus hijos no eran cariñosos con ellos o que incluso les tenían miedo.

En muchos de estos casos, la depresión u otro problema psicológico, como el trastorno por estrés postraumático (TEP) tenía mucho que ver, agregaron los investigadores.

El hallazgo del TEP ha sido observado en otros estudios, pero la relación entre la depresión de los veteranos que regresan y los problemas familiares es algo nuevo, apuntaron los expertos.

"Al parecer, otros problemas de salud mental, además del TEP, también causan problemas familiares", dijo el investigador principal Steven Sayers, profesor asistente de psicología en psiquiatría y medicina de la Universidad de Pensilvania.

"Es como una espiral, porque si una persona no siente el apoyo de su familia ni el cariño de su cónyuge e hijos, tendrá grandes dificultades para recuperarse de los síntomas de la depresión o del TEP", dijo Sayers, que también es psicólogo clínico del Centro de investigación de enfermedades mentales y educación clínica, parte del Centro Médico de la VA en Filadelfia.

Un experto aplaudió el estudio, que será presentado el viernes en la reunión anual de la American Psychological Association en San Francisco.

"El estudio subraya el hecho de que los despliegues son duros para todos los miembros de la familia, son difíciles para el padre o la madre que se preocupan por los hijos y mantienen a la familia unida cuando el soldado está lejos y para toda la familia que tiene que hacer frente a las experiencias del soldado cuando regresa", dijo Deborah Gibbs, analista principal del Programa para familias y niños de RTI International en Research Triangle Park, Carolina del Norte.

Gibbs dirigió el estudio, que aparece en la edición de julio del Journal of the American Medical Association, que halló que los hijos de los soldados que habían combatido en Irak estaban en mayor riesgo de abusos o negligencias cuando sus padres volvían a casa.

En el nuevo estudio, el equipo de Sayers examinó la vida familiar de los soldados estadounidenses que regresaban a casa después de finalizar su servicio militar en Irak o Afganistán. Los soldados no habían sufrido ninguna lesión física sería, pero las evaluaciones psiquiátricas de rutina, hechas a su regreso, mostraban signos de depresión, TEP u otros problemas mentales.

Alrededor del 40 por ciento de los veteranos estaba casado o cohabitaba con alguien, el 21 por ciento se había separado o divorciado recientemente, y cerca de la mitad tenía al menos un hijo.

Sayers enfatizó que los grupos estudiados "no son representativos de los veteranos que regresan en su totalidad", pero es un subgrupo al que se le han diagnosticado síntomas de salud mental después del servicio militar. Sin embargo, esos tipos de problemas no son poco frecuentes: Un estudio de 2006 halló que un tercio de los soldados de EE.UU que regresan de Irak o Afganistán se beneficia de los servicios de salud mental. Además, un informe del gobierno publicado el jueves informó sobre 99 suicidios confirmados entre los soldados del ejército de los EE.UU. en 2006, la mayor cantidad en 26 años. Más del 25 por ciento de los que se suicidaron lo hicieron mientras servían en Irak o Afganistán.

En el nuevo estudio, un diagnóstico de depresión grave o menor, o TEP, estaba altamente correlacionado con problemas familiares, destacaron los investigadores.

Entre esos problemas estaba el abuso físico o mental. Por ejemplo, el 56 por ciento de los soldados que estaban actualmente separados o que acababan de separarse informó tener conflictos graves con su cónyuge, lo que causaba "gritos, empujones o maltratos", y el 35 por ciento sentía que su pareja le tenía miedo.

Dos tercios de los veteranos casados o de los que cohabitan con una pareja señalaron tener varios episodios de "conflicto familiar" o de "readaptación" cada semana, y cerca del 36 por ciento dijo que "no estaba seguro acerca de su papel" en el hogar.

Ese es un escenario común, dijo Gibbs.

"Las investigaciones que se llevaron a cabo en los años 90 como resultado del despliegue de tropas por la guerra "Tormenta del desierto" nos proporcionan mucha evidencia sobre problemas como éste, como problemas de conducta en los niños, ansiedad en los cónyuges y lo difícil que es para toda la familia adaptarse a nuevos roles después del regreso del soldado", explicó.

Con frecuencia, los niños cambian a lo largo de la ausencia del padre y cuando éste regresa no los entiende", dijo Gibbs. "El tiempo no se detiene para las familias. Esto es así sobre todo para los adolescentes, que cambian tan rápido en el transcurso de un año, así que es de esperar que algunas veces resulte extremadamente difícil para los padres y los adolescentes volver acoplarse el uno al otro", apuntó.

También, es posible que la familia del veterano no entienda cómo ha cambiado a su ser querido la guerra. "Pueden anticipar que el veterano estará feliz, como los mayores que fueron a la guerra", dijo Sayers.

Hace énfasis en esta parte porque a los hombres y mujeres del estudio no se les hizo una evaluación psiquiátrica antes de su despliegue militar, así que es imposible determinar si la depresión fue causada por la guerra.

"Por supuesto, no estoy diciendo que los participantes del estudio lo atribuyeran directamente a las experiencias de la guerra", agregó Sayers. "Sin embargo, sí sabemos que una mayor exposición a los traumas en tiempo de guerra incrementa el riesgo de todo tipo de problemas de salud mental".

Lo importante, aseguraron los expertos, es reconocer los problemas a tiempo y que los veteranos busquen la ayuda que necesitan.

Eso no siempre es fácil, porque "una de las características principales de la depresión es que las personas pueden no reconocer que se trata de un problema para el que pueden recibir ayuda", dijo Gibbs.

Ahí es cuando entra en juego el apoyo de la familia y de los amigos, señalaron los expertos.

"El problema aquí es motivar de manera sutil a los veteranos a que busquen tratamiento y ofrecerse a colaborar", dijo Sayers. "Puede que necesite ofrecer su colaboración de manera constante. Insistir o ejercer presión sobre el veterano para que busque tratamiento no suele surtir efecto, pero sí hacer que buscar esa ayuda sea más fácil para ellos si consideran que la necesitan.

Agregó que la Administración de Veteranos tiene en efecto buenos programas de tratamiento y asistencia para ayudar a los soldados y a los familiares que padecen estos tipos de problemas.

Por lo pronto, apuntó Gibbs, las familias estadounidenses, en su mayor parte, están venciendo "la guerra en el hogar".

"Las familias de militares realizan un valioso trabajo para superar estas experiencias traumáticas y la mayoría hace un trabajo maravilloso", dijo. "Naturalmente, estas experiencias son muy duras y este tipo de estudio muestra lo importante que es para la familia buscar ayuda cuando la necesite".

Más información

Para más información sobre los servicios de salud mental disponibles para veteranos, visite el U.S. Department of Health and Human Services.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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