El estrés postraumático puede acosar a mujeres refugiadas

Estudio indica que el trastorno merece mayor atención para mujeres inmigrantes refugiadas

Martes, 1 de octubre (HealthDayNews) -- Las mujeres inmigrantes y refugiadas que huyen de países donde abundan la guerra, la persecución o el desastre pueden escapar del potencial daño físico al mudarse a un nuevo país. Pero esto no siempre garantiza su bienestar mental.

Podrían cargar consigo el equipaje del trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) a los nuevos países, indicó un estudio realizado a mujeres inmigrantes, refugiadas y de obvia minoridad en provincias de Saskatchewan, Canadá.

En algunos casos, su PTSD puede permanecer oculto justo bajo la superficie durante años hasta que los síntomas maduros son impulsados por un evento o situación estresante.

Incluso el proceso de inmigración o los retos de establecer una vida en un nuevo país o una nueva cultura pueden componer el trauma mental y la ansiedad de una persona, según el informe de Judy White, una profesora de trabajo social en la Universidad de Regina en Saskatchewan.

A menudo, estas mujeres tienen dificultad recibiendo ayuda para su PTSD en sus hogares adoptivos. El nuevo informe enfatiza la necesidad de que gobernantes, doctores y trabajadores de la comunidad mejoren los servicios de salud mental para inmigrantes y refugiados.

El estudio se presentó hoy en una reunión en la Universidad de Winnipeg, en Manitoba.

White entrevistó 20 mujeres inmigrantes y refugiadas que viven en diferentes comunidades a través de Saskatchewan. Las mujeres provinieron de una variedad de países y continentes, incluyendo Sur Africa, Etiopía, Bosnia y América Latina. Grupos enfocados en refugiadas/inmigrantes y entrevistas con doctores y psiquiatras también fueron parte del estudio.

Uno de los hallazgos más significativos fue que muchos inmigrantes y refugiadas con PSTD no utilizan servicios de salud mental disponibles para ellas en Saskatchewan, dijo White. Hay varias razones para esa tendencia.

"Muchas de las mujeres no tienen conocimiento de que hay ayuda disponible para ellas, y los servicios de salud mental no están haciendo lo suficiente para llegar a estas mujeres", manifestó White.

La cultura es otro factor. Muchas de las mujeres provienen de culturas o sociedades donde hay un fuerte estigma vinculado con los problemas mentales, de manera que las mujeres pueden estar renuentes a buscar ayuda o a discutir sus problemas, incluso en un nuevo país.

El idioma también puede ser una barrera. Muchas de las mujeres no son fluentes en inglés. Esto puede dificultar que puedan explicar los síntomas de estrés postraumático tales como ataques de ansiedad o retrospecciones.

"Algunas de las mujeres mencionaron que no se sentían cómodas con ir allá y hablar, ya que no podían expresarse", expuso White.

Por otro lado, ofrece una cantidad de sugerencias sobre cómo mejorar la situación.

Los profesionales médicos necesitan prestar mayor atención a la posibilidad de PTSD en inmigrantes y refugiadas, dijo White. Indicó que los doctores y los psiquiatras sí parecen tener fuerte conocimiento teórico acerca del PTSD. Pero ese conocimiento no siempre se traduce en aplicación práctica.

Durante entrevistas iniciales con las refugiadas e inmigrantes, los doctores a menudo no formulan las preguntas adecuadas para abrir una discusión y que ésta les facilite poder deducir si una persona está sufriendo del PSTD, argumentó White.

En términos de accesibilidad, los servicios de salud mental a menudo se enmarañan en confusos edificios de oficinas gubernamentales. Una mejor opción son los centros de salud mental con base en la comunidad que sean menos intimidantes y fáciles de encontrar, expuso White.

En algunos casos, puede tomar años para que el PTSD se torne aparente. White indicó que una mujer en el estudio fue una refugiada quien presenció matanzas en otros actos violentos en su país de origen. Pero estaba en Canadá durante aproximadamente 13 años antes de que se manifestara su PTSD luego de ser asaltada en el trabajo.

"Estaba completamente destrozada. No podía ir de compras, no podía dormir, y estuvo fuera del trabajo durante seis meses", dijo White.

El PTSD es un trastorno psiquiátrico que puede ocurrir luego de escapar de una amenaza a la vida o de atestiguar eventos tales como combate militar, incidentes terroristas o accidente serios. Las víctimas a menudo se ven acosadas por pesadillas y escenas retrospectivas de los eventos traumáticos. También tienen dificultad al dormir y se sienten "desconectadas y extrañas", y estos síntomas pueden ser suficientemente severos y durar lo bastante para incapacitar significativamente la vida diaria, de acuerdo con el Centro Nacional para PTSD.

El PTSD en inmigrantes y refugiados es un asunto importante en Canadá, los Estados Unidos y otros países desarrollados a medida que continúen albergando personas que huyen de sus países donde la violencia y la persecución son comunes, dijo White.

Qué hacer

Puedes conocer más acerca del estrés postraumático del Centro Nacional para el PTSD o los Institutos Nacionales de Salud Mental de EE.UU.

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