Perros viejos aprenden trucos nuevos

Contrario a lo que se piensa tradicionalmente, no hay edad para modificar el comportamiento

Lunes, 12 de mayo (HealthDayNews) -- Si alguna vez le haz dicho a alguien "Nunca cambiarás", puede que tengas que estés rotundamente equivocado.

Los rasgos de personalidad no están hechos de piedra, alega un nuevo estudio que cuestiona el pensamiento tradicional que indica que hay pocos cambios luego de los 30 años de edad.

Las personas cambian, y a menudo para mejorar, sugiere la investigación que aparece en la edición de mayo de la Journal of Personality and Social Pscychology.

"No sería justo decir que todos mejoran con la edad", sostuvo Sanjay Srivastava, un estudiante de investigación en la Universidad de Stanford en California quien completó el proyecto mientras estaba en la Universidad de California en Berkeley. "Pero, en promedio, las personas al ir envejeciendo se tornan más responsables, mantienen sus compromisos, son más cálidos, más cariñosos y más afectivos".

El hallazgo de que la personalidad es más plástica de lo que algunos expertos piensan entra en contradicción con la tan llamada "teoría del yeso", que sostiene que los cinco grandes rasgos de personalidad son genéticamente programados y poco cambio ocurre una vez se llega a la adultez.

Esos cinco rasgos son rectitud, amabilidad, neurosis, apertura y extraversión.

Srivastava y sus colegas reclutaron su muestra de participantes 132,215 hombres y mujeres de 21 a 60 años de edad a través de la Internet, pidiendo que dijeran su edad y contestaran un "inventario" de personalidad.

Los investigadores encontraron que la rectitud, un rasgo que conlleva ser organizado y disciplinado, aumentó a través del margen de edad estudiado, particularmente en la década de los 20.

La amabilidad, definida como ser cálido y generoso con otros y poder ver las cualidades positivas de otros, aumentó en el margen de edad estudiado pero incrementó más durante los 30.

"Las personas se tornamos más amables con la edad", sostuvo Srivastava.

La neurosis, definida como estar emocionalmente inestable y preocuparse demasiado, declinó con la edad en las mujeres, pero no en los hombres. (Srivastava dijo que investigación previa ha demostrado que las mujeres más jóvenes son menos emocionalmente estables que los hombres jóvenes. De manera que este cambio identificado en el nuevo estudio podría hacer más pequeña la diferencia del género con la edad).

La apertura a nuevas experiencias declinó levemente para ambos géneros con la edad. Y la extraversión ser gregario y entusiasta disminuyó en las mujeres pero no en los hombres.

Se desconoce si las personas quienes cambiaron trabajaron para lograr ese cambio mediante, digamos, al leer libros de autoayuda o al tomar cursos, expuso Srivastava, porque ese tema no era parte del estudio.

Srivastava manifestó que está interesado en cómo los cambios que observó podrían estar vinculados con factores ambientales y las experiencias de vida. Tiene sentido para él, por ejemplo, que la rectitud vaya con los 20 porque muchos adultos jóvenes comienzan una vida y toman en serio sus carreras durante esa década.

La amabilidad aumenta, especialmente en los 30, según refleja su estudio. Y ésa es la década en cuando muchas personas comienzan a tener familia o ayudar a otros, tal como servir de mentor a empleados más jóvenes, indicó, a lo que añade: "Estoy especulando totalmente".

Pero se pregunta: "¿Nos están preparando los cambios de personalidad a los cambios ambientales?" O ¿los cambios ambientales conducen a cambios en la personalidad?

De algo está seguro: "Nuestros datos no concuerdan con el concepto de que alguien posee cierto nivel de amabilidad [o cualquier otra característica] y éste es de por vida".

Un proponente de la "teoría del yeso", Paul T. Costa Jr., no está impresionado con el nuevo estudio.

"En general, podría haber problemas con la muestra de Internet", sostuvo Costa, jefe del Laboratorio de Personalidad y Cognición del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. "Es reclutamiento selectivo", indicó, porque sólo los que tenían acceso a una computadora son elegibles.

El estudio es un tipo de foto instantánea en un punto determinado en el tiempo, dijo Costa, pero la única forma de determinar si la personalidad cambia es dar seguimiento a las personas.

Permanece escéptico de que ocurran grandes cambios en la personalidad con la edad. "No nos encontramos con un individuo que es introvertido a los 35 tornarse extremadamente extrovertido a los 55 ó los 45", argumentó. "Lo que sí vemos son cambios muy modestos".

Más información

Para conocer más acerca de la personalidad, visita el Instituto Nacional de Salud Mental. Para detalles sobre cómo tu oficina y tu cuarto determina tu personalidad, visita la Asociación Psicológica Americana.

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