Jueves, 26 de diciembre (HealthDayNews) -- Ni siquiera Benjamín Franklin se libró del estrés de tener visitantes por una estadía extendida.
"Los visitantes, al igual que el pescado, comienzan a oler mal luego de tres días", dijo.
Si tus huéspedes de estos días festivos ya han acampado frente al televisor o deben llegar en los próximos días, expertos en salud mental indican que hay formas de reducir el estrés y hacer las visitas placenteras para todos.
Si tus huéspedes están en camino, una pregunta importante es saber antes de que lleguen cuánto planean quedarse, indicó Peter Sheras, un profesor y psicólogo clínico en la Universidad de Virginia en Charlottesville. Aunque esto pudiera ser descortés, te ayudará a realizar un plan y a pasar un tiempo a solas de necesitarlo, indicó.
"Nunca ofrezcas una invitación abierta", aconseja Sheras.
La comunicación es la clave, concuerda Robert Maurer, un psicólogo de personal en Santa Monica-UCLA Medical Center y un profesor clínico asociado de la Escuela de Medicina David Geffen de la UCLA. "Algunas personas tienen problemas expresando sus deseos", indicó. "Es difícil decir no cuando alguien pregunta, 'iquest;Puedo ir y visitarte'".
Si es un momento difícil, debes ser honesto, indicó. Puedes sugerir otro momento o decir al prospecto visitante que ahora no es un buen momento, dijo Maurer. Una posible solución, agregó Maurer, es decir que una visita de dos días estaría bien, pero que es difícil para ti una semana completa.
Negociar la transportación de antemano ayuda, también a aliviar el estrés. En lugar de dejar que tus invitados presuman que los vas a recoger en el aeropuerto, recomendó Sheras, establece si podrás o no con antelación.
Si recogerlos es una complicación, dilo. "Vivimos muy lejos", podrías decirles. "De manera que un alquiler de autos sería una buena idea".
Si vives en un gran área metropolitana, podrías alertarlos de que recogerlos y dejarlos en tu casa podría tomar medio día durante los días festivos debido al tráfico. Un vehículo de transborde sería lo más considerable hacer.
Hablar de gastos antes de la visita es algo sabio. Imagina que el visitante presume que lo vas a invitar a comer fuera, pero no puedes pagar por cenas fuera una semana sin estirar tu presupuesto. Maurer sugiere que se hable con honestidad y se diga algo como "necesito que compartamos gastos".
Establece el itinerario antes de llegar. Pregunta a tus invitados lo que les gusta hacer y lo que han planeado, indicó Sheras. Pero elimina la noción de que estarán juntos día y noche. "El zoológico es maravilloso", aconseja que les digas en lugar de enfatizar que no puedes ir porque tienes trabajo.
"Si negocias muchas cosas de antemano, en ocasiones puedes ahorrarte muchas molestias luego", sostuvo Maurer.
Evalúa tus asuntos personales, indicó Maurer. A menudo, los anfitriones se concentran en reparaciones del hogar y modo de limpieza en anticipación de los invitados. "Las personas piensan que los visitantes los van a juzgar intensamente", dijo Maurer. Así que la lista de cosas por hacer se torna enorme, con las tareas de reparación en el hogar que se añade a la usual lista de tareas de preparación para las navidades.
En realidad, el visitante no espera que el anfitrión restriegue la ventanas, selle la tubería y arregle todo en la casa antes de la visita.
Si tu invitado ya está en los alrededores y necesitas un descanso, existen formas de comunicar esto.
Si necesitas un leve descanso, siempre puedes excusarte que vas al trabajo. Siempre puede ocurrir una reunión de último momento o un proyecto que necesite atención. Para los anfitriones que trabajan en la casa, siempre puede haber una reunión fuera o necesitar realizar investigación en la biblioteca.
Si necesitas un respiro más grande, pero serán bienvenidos en unos pocos días, Sheras sugiere decir algo como esto: "Bueno, sé que hay muchos otros lugares que ver en el estado. Realmente nos agrada tu estadía". Podrías sugerir un viaje de uno o dos días, si crees que estarás listo para más compañía luego.
Si realmente quieres terminar con el periodo de visita, tendrás hacer una marcada insinuación, comentó Sheras. O si sientes que tus invitados se han quedado más del tiempo deseado, necesitarás ser honesto; brutalmente honesto, dijo. Tal vez necesites decirles: "Es realmente difícil para nosotros que te quedes por más tiempo". Podrías mencionar que estás esperando otros invitados o tu horario agitado, o cualquier cosa que les haga entender lo difícil que es continuar atendiéndolos.
Si la visita se complica debido a que los invitados se tornan descuidados, no es demasiado tarde para tener unas discusión sobre las reglas de la casa. "Muchos visitantes presumen que pueden hacer todo lo que hacen en su casa", indicó Maurer. "Puedes tomarlo como un gran cumplido", ya que indica que realmente se sienten en casa.
Sin embargo, si comienzan a tomar leche directamente del cartón, a dejar la ropa sucia en el suelo o a descontrolarte, una discusión de las reglas de la casa es apropiada, recomiendan los expertos. Algo simple y resumido como "Aquí tenemos nuestras reglas. Consideramos que hace la vida más llevadera y todos las seguimos".
Qué hacer
La Asociación Nacional de Salud Mental y la Asociación Psicológica Americana tienen páginas dedicadas al estrés de estos días festivos.
