La alimentación emocional en los niños: ¿Qué parte es culpa de mamá?

Child eating donut at bakery with his family
Child eating donut at bakery with his family

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SÁBADO, 30 de abril de 2022 (HealthDay News) -- Si una mamá recurre a los pasteles, chocolates u otros refrigerios cuando está triste, quizá sus hijos también adopten la alimentación emocional.

Las probabilidades de los niños de adoptar la alimentación emocional son conformadas tanto por sus tendencias naturales de alimentación como por la influencia de sus padres, según un nuevo estudio británico.

La alimentación emocional se refiere a permitirse la comida de "consuelo" cuando se siente triste o ansioso, y no porque tenga hambre.

"Nuestros hallazgos sugieren que los niños que estaban más motivados a comer estaban más predispuestos a asociar la comida con emociones", comentó la coautora del estudio, Rebecca Stone, estudiante doctoral de la Universidad de Aston, en Birmingham.

"Nuestra investigación respalda la idea de que la alimentación emocional es una conducta aprendida que los niños con frecuencia desarrollan en la edad preescolar, pero que algunos niños son más vulnerables que otros a desarrollar la alimentación emocional", añadió Stone en un comunicado de prensa de la universidad.

En este estudio, los investigadores encuestaron a 185 madres de Reino Unido con hijos pequeños, de 3 a 5 años, sobre sus hábitos de alimentación y los de sus hijos.

Las preguntas incluían qué tanto comían las madres y sus hijos en respuesta a sus emociones, y qué tanto motivaba la comida a los niños, y comían o pedían comida a lo largo del día.

También se preguntó a las madres si usaban la comida para recompensar a sus hijos por su buena conducta o si restringían el acceso de los niños a ciertas comidas, es decir, si tenían ciertos alimentos en casa pero les prohibían que los comieran. Ambas prácticas hacen que los niños estén más interesados en la comida, y se han vinculado con un mayor nivel de alimentación emocional en los niños, apuntaron los investigadores.

Los niños que se sentían más motivados por la comida fueron más propensos a adoptar la alimentación emocional de sus madres, según el estudio.

El problema de comer para consolarse es que puede conducir a comer en exceso, según la Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians).

Claire Farrow, coautora del estudio, profesora de la Facultad de Psicología de la universidad y una de las supervisoras de Stone, dijo que el estudio demuestra que la forma en que los niños desarrollan las conductas de alimentación es muy compleja, y que la alimentación emocional parece ser conformada, en parte, por un impulso innato hacia la comida.

"En este estudio encontramos que las prácticas de crianza interactúan con las tendencias de alimentación de los niños, y que los niños más motivados a acercarse a la comida son los que se ven más influidos por las prácticas de alimentación que pueden conducir a la alimentación emocional", explicó Farrow.

"Estos hallazgos sugieren que un método 'universal' para la alimentación de los niños no siempre es adecuado, y que algunos niños son más susceptibles a la influencia de conductas que pueden conducir a la alimentación emocional", apuntó Farrow en el comunicado.

Negarles comida no es la solución para estos niños, señalaron los investigadores. Los hallazgos también sugieren "que restringir la comida en frente de los niños que ya se sienten más motivados por la comida tiende a ser contraproducente, y hace que los niños deseen incluso más las comidas restringidas", advirtió Stone.

Los resultados se publicaron en una edición reciente de la revista Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.

Más información

Nemours ofrece consejos para fomentar unos hábitos alimenticios sanos en sus hijos.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: Aston University, news release, April 13, 2022

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