Cuando hay maltrato y violencia en las parejas adolescentes

Se insta a los padres a que reconozcan las señales de una conducta que afecta a uno de cada diez niños

VIERNES, 10 de mayo (HealthDay News) -- Cuando los adolescentes empiezan a tener pareja, los padres tienen más cosas de qué preocuparse, y los expertos afirman que la violencia en la pareja debería ser una de esas cosas.

"La violencia en las parejas existe y se produce más habitualmente de lo que creemos", afirmó la Dra. Yolanda Evans, profesora asistente de pediatría en la división de medicina adolescente del Hospital Pediátrico de Seattle. "Tenemos que hablar a los adolescentes sobre esto".

Casi el 10 por ciento de los adolescentes experimenta algún tipo de violencia en sus relaciones de pareja, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

La violencia en las relaciones de pareja consiste en el maltrato físico, emocional y sexual, según los CDC. Los actos de violencia física incluyen los golpes, empujones, pellizcos y patadas. El maltrato emocional podría consistir en amenazar a la pareja o dañar su autoestima acosándola, avergonzándola, insultándola o aislándola de los amigos y familiares. El abuso sexual consiste en forzar a alguien a que mantenga relaciones sexuales en las que no quiere participar, e incluye las relaciones sexuales en las que los adolescentes no pueden dar su consentimiento porque han sido drogados.

Más allá de los efectos inmediatos de las relaciones en las que hay violencia, pueden haber consecuencias a largo plazo. Un estudio en la edición de enero de la revista Pediatrics descubrió que los adolescentes que había sufrido violencia en su relación de pareja tenían más probabilidades de darse atracones de bebida, fumar, mostrar síntomas de depresión, tener pensamientos suicidas y sufrir más violencia por parte de sus parejas que los adolescentes que nunca había sufrido violencia en sus relaciones de pareja.

Los adolescentes que han sufrido de abusos por parte de su novio o novia también son más propensos a tener un rendimiento más bajo en la escuela, a consumir drogas y a sufrir algún trastorno de la alimentación, según los CDC. Los que sufren de maltrato en secundaria son más propensos a ser maltratados también en la universidad.

No obstante, a menudo la conducta de maltrato empieza con burlas e insultos, lo que los adolescentes podrían ver como algo normal dentro de una relación, pero que, según los CDC, puede acabar en actos violentos más graves, como los golpes o la violación.

Nancy Díaz, consultora de violencia doméstica que ha trabajado para Outreach (Programa de Alcance) en la ciudad de Nueva York, afirmó que cuando explica lo que es el maltrato verbal a los adolescentes, muchos piensan que se trata de una conversación normal. A menudo sus propias madres, que pueden ser jóvenes, les han hablado de esa misma manera. "Es el ciclo de la violencia", afirmó Díaz.

Si una chica da una bofetada a un chico adolescente, el chico a menudo dice que no es maltrato porque no le ha dolido; pero Díaz explica que sí lo es. Según ella, algunas bandas inician a las chicas forzándolas a que mantengan relaciones sexuales con todos los miembros de la banda. "Eso es violación, pero las chicas no lo creen así", comentó Díaz.

Para los padres, la protección empieza por conocer a la persona con la que su hijo o hija adolescente está saliendo. "Invítelos a casa u ofrézcase para llevarlos con el coche a algún lugar", aconsejó Evans. "Simplemente asegúrese de saber con quién se relacionan".

Descubrir que está habiendo maltrato puede ser duro, pero "esté atento al aislamiento social, a que dejen de quedar con los amigos y de participar en actividades", advirtió Evans. "Busque moratones o arañazos y eche un vistazo a lo que han estado haciendo en los medios sociales, como Facebook y Tumblr".

Díaz indicó que un cambio repentino en la forma en que una chica se viste también puede ser una señal de maltrato. Podría estar ocultando algún chupetón o su novio podría querer que se vistiera de forma distinta para no atraer a otros chicos.

"¿Llegan a casa más temprano? ¿Están mandando mensajes de texto continuamente?", preguntó Díaz. "Sé de un chico que quería que su novia tuviera la webcam de su computadora encendida a todas horas para poder ver lo que ella estaba haciendo. Eso es persecución".

Las dos expertas recomiendan que sean directos con sus hijos, pero sin confrontarlos. "Diga: 'Veo que estás mucho más en casa. ¿Qué tal te trata John?'", sugirió Díaz. "Mantenga una conversación e intente no juzgar. Hágale saber que puede venir y hablar con usted sin importar de qué se trate".

Y Evans enfatizó la importancia de que la comunicación se mantenga abierta. "Cuanto más hable con su hijo o hija adolescente y más abierto se muestre con ellos, sabrán que pueden acudir a usted", afirmó. "Dígales que si alguna vez quieren hablar, usted siempre estará ahí para ellos. Y hágales saber que si quieren hablar con otras personas adultas que haya en su vida, también está bien".

Sin embargo, no es seguro que en la escuela le puedan ayudar. Los investigadores afirmaron en la edición de agosto de la revista Pediatrics que más del 80 por ciento de las escuelas de EE. UU. no disponían de ningún protocolo para ayudar a los adolescentes que sufrían de violencia en su relación de pareja. Aun así, el 61 por ciento de los consejeros escolares afirmaron que algún adolescente había acudido a ellos para pedir consejo sobre la violencia en su relación de pareja.

Más información

Break the Cycle dispone de más información sobre la violencia en las parejas adolescentes.

Para más información sobre la violencia en las parejas adolescentes, lea las experiencias de una mujer joven en una relación homosexual.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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