La inducción electiva del parto podría reducir el riesgo de cesárea

pregnant woman
pregnant woman

MIÉRCOLES, 8 de agosto de 2018 (HealthDay News) -- Al contrario de los que los médicos han pensado, las mujeres que deciden inducir el parto en la semana 39 del embarazo no se enfrentan a un mayor riesgo de cesárea, encuentra un nuevo ensayo clínico.

De hecho, mostró el estudio, esas mujeres fueron menos propensas a necesitar una cesárea que las mujeres que dejaron que la naturaleza siguiera su curso. Y no hubo evidencias de que el parto inducido conllevara ningún riesgo adicional para sus bebés.

Los hallazgos, publicados en la edición del 9 de agosto de la revista New England Journal of Medicine, podrían extender la inducción del parto como una opción para más mujeres.

Las inducciones electivas, realizadas por motivos personales en lugar de médicos, se han hecho más comunes en Estados Unidos en los últimos años, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.

Pero, tradicionalmente, los grupos médicos las han desaconsejado. La preocupación es que la práctica pudiera aumentar la necesidad de las cesáreas de emergencia, u otras complicaciones durante el parto. (Cuando un parto inducido falla, podría ser necesario realizar una cesárea).

"Este estudio ofrece una reconfirmación de que no aumenta el riesgo de cesárea ni de complicaciones [para el recién nacido]", aseguró el Dr. Michael Greene, jefe de obstetricia en el Hospital General de Massachusetts, en Boston.

Pero eso no significa que las inducciones electivas a las 39 semanas deban ser rutinarias, señaló Greene, autor de un editorial publicado junto con el estudio.

"No preveo que todo el mundo se apresure a hacerlo", dijo.

En lugar de esto, los hallazgos ofrecen una mejor información para las mujeres que estén interesadas en la opción, según Greene.

El Dr. William Grobman, investigador principal del ensayo, se mostró de acuerdo.

El alumbramiento es "una experiencia increíblemente personal", enfatizó Grobman, obstetra en la Universidad de Northwestern, en Chicago.

"Las mujeres deben contar con una información precisa sobre los beneficios y los riesgos de las distintas opciones para dar a luz, de forma que puedan tomar decisiones informadas", explicó.

Un embarazo a término completo dura unas 40 semanas, y los bebés nacidos en la semana 39 se consideran a término completo. Pero la inducción electiva en ese punto del embarazo ha sido controversial, excepto bajo circunstancias especiales, por ejemplo cuando una mujer vive lejos de un hospital.

Sin embargo, comentó Grobman, la preocupación sobre que las inducciones aumenten las tasas de cesáreas se ha basado en "estudios con fallos".

Han comparado a mujeres que tuvieron inducciones del parto con mujeres que entraron en un parto espontáneo en el mismo momento del embarazo, y encontraron que las cesáreas eran más comunes en el grupo de las inducciones.

Pero esa comparación no es realista, dijo Grobman. "No se garantiza a nadie que tendrá el parto el mismo día que ha recibido una inducción", anotó.

En el estudio, su equipo reclutó a más de 6,100 mujeres embarazadas de 41 hospitales de EE. UU. Todas eran madres primerizas sanas.

Las mujeres se asignaron al azar a tener una inducción durante la semana 39 o a dejar que la naturaleza siguiera su curso.

Las mujeres y sus médicos eligieron el método de inducción. En general, se realiza rompiendo el saco amniótico o mediante medicamentos hormonales que desencadenan el parto.

Al final, la tasa de cesáreas fue de menos de un 19 por ciento en el grupo de la inducción, frente a poco más de un 22 por ciento en el grupo de la atención estándar, mostraron los hallazgos.

Los investigadores también observaron las complicaciones de los recién nacidos, como los problemas de respiración, las convulsiones y las lesiones durante el parto. La tasa fue de poco más de un 4 por ciento en el grupo de la inducción, y de poco más de un 5 por ciento en el grupo de comparación.

¿Por qué reduciría la inducción la tasa de cesáreas?

Green especuló sobre un motivo. Cuando el embarazo ha llegado al término completo, las probabilidades de necesitar una cesárea aumentan con el paso de los días. La placenta tiende a funcionar menos bien, explicó Greene, y cuando una mujer entra en trabajo de parto, puede haber problemas con el suministro de oxígeno del bebé. De forma que, al final, los médicos pueden acabar realizando una cesárea.

Además, la inducción del parto podría sugerirse después de que una mujer está una semana más allá de su fecha de parto.

Los partos "post-término" (más allá de las 42 semanas de embarazo) conllevan un riesgo ligeramente más alto de un mortinato y de lesiones de nacimiento para las madres y los bebés, según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists).

Las mujeres cuyo parto se induce a las 39 semanas no se enfrentan a un riesgo de parto post-término, apuntó Greene.

Grobman enfatizó un punto esencial. Si las mujeres piensan en una inducción electiva, se debe sin duda realizar alrededor de su fecha de parto. Este ensayo solo incluyó a mujeres que estaban seguras sobre la fecha de su último periodo menstrual, y/o que tenían unos resultados fiables de ultrasonidos del primer o el segundo trimestre.

"Esto solo debería ser una opción para las mujeres con una información absolutamente fiable sobre la edad gestacional", añadió Grobman.

Más información

La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. tiene más información sobre la inducción del parto.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

logo

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com