A pesar de la Obamacare, el número de personas de EE. UU. que no puede permitirse ir al médico sigue en aumento

couple paying bills
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MARTES, 28 de enero de 2020 (HealthDay News) -- Aunque la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Affordable Care Act) amplió el acceso de los estadounidenses al seguro de salud, el número de estadounidenses que no pueden costear una visita al médico sigue aumentando, muestra un estudio reciente.

Los investigadores encontraron que, en comparación con hace dos décadas, más estadounidenses de hoy en día afirman que han prescindido de una visita necesaria al médico debido a los costos, a pesar de un aumento de alrededor de un 60 por ciento en las personas con un seguro de salud.

Es probable que la tendencia, apuntaron los investigadores, se relacione con un declive en la calidad del seguro de salud privado, que ha estado ocurriendo durante años. Ahora, los estadounidenses se enfrentan a unos deducibles y copagos más altos, junto con unas redes decrecientes de proveedores cubiertos por sus planes.

Entonces, aunque la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (que muchos llaman Obamacare) redujo la cantidad de individuos sin seguro, no ha resuelto problemas fundamentales del seguro privado.

El estudio no es una condena de la Obamacare, enfatizó la investigadora principal, la Dra. Laura Hawks.

"Nuestra opinión es que las cosas serían mucho peores sin ella", señaló Hawks, investigadora de Cambridge Health Alliance, afiliada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.

Esto se debe a que los estadounidenses sin un seguro de salud siguen siendo los que tienen más dificultades para costear la atención. De las personas que seguían sin tener seguro en 2017, encontró el estudio, casi un 40 por ciento dijeron que no habían podido ver a un médico en el año anterior debido a los costos, en comparación con alrededor de un 12 por ciento de los estadounidenses con un seguro de salud.

El Dr. John Ayanian es director del Instituto de Políticas e Innovación de la Atención de la Salud de la Universidad de Michigan.

Hace veinte años, fue coautor de un estudio que mostró que muchos estadounidenses prescindían de ir al médico debido al dinero, y las personas sin seguro eran claramente las más afectadas.

El nuevo estudio, que usó los mismos datos del gobierno, muestra que el problema ha empeorado.

"La falta de seguro de salud sigue siendo la mayor barrera", apuntó Ayanian, autor de un editorial publicado junto con el estudio en la edición en línea del 27 de enero de la revista JAMA Internal Medicine.

Pero no es la única, añadió. Con los años, los estadounidenses con seguro se han enfrentado a una mayor "compartición de costos", lo que incluye un aumento en los planes con unos deducibles altos, dijo Ayanian.

Las empresas han estado recurriendo a esos planes para ayudar a mantener los costos de las primas bajo control. El problema es que cuando los empleados necesitan atención de la salud, tienen que pagar una gran parte de ella antes de que su cobertura se active.

Además, los planes de seguro han estado reduciendo las listas de proveedores dentro de la red. Entonces, con frecuencia las personas al final ven a un médico fuera de la red, a veces sin saberlo, anotó Ayanian, y acaban con una gran factura.

Todo esto se resume fácilmente, dijo Hawks: "El seguro de salud privado no está haciendo lo que se supone que debe hacer, es decir, que la atención de la salud sea asequible cuando uno la necesite".

En el estudio, su equipo usó los datos de una encuesta de salud federal que se realiza hace tiempo. Compararon a más de 117,000 estadounidenses de 18 a 64 años que respondieron en 1998 con más de 280,000 que respondieron en 2017.

En esas dos décadas, hubo un aumento significativo en el porcentaje de personas que dijeron que dejaron de ir al médico el año anterior debido al costo: de poco más de un 11 por ciento a casi un 16 por ciento.

Esa cifra aumentó de un 33 a casi un 44 por ciento entre las personas sin seguro. Por otra parte, entre los asegurados, las cifras fueron más bajas, al aumentar de alrededor de un 7 a un 11.5 por ciento, pero el aumento relativo fue más alto, de un 60 por ciento.

Hawks comentó que es particularmente preocupante que las personas con enfermedades crónicas graves prescindan del cuidado con regularidad debido al dinero. Por ejemplo, entre los estadounidenses con enfermedad cardiaca, más de una cuarta parte dijeron que no pudieron costear un médico en 2017.

Ayanian se mostró de acuerdo en que los beneficios de la Obamacare, que se activaron en 2014, están claros. La ley amplió Medicaid en muchos estados, y ofreció subsidios para ayudar a los individuos con unos ingresos medianos a comprar un seguro privado a través de los "mercados" de la Obamacare.

En 2017, poco menos de 26 millones de estadounidenses carecían de seguro, una reducción respecto a 50 millones en 2010. Y según otras investigaciones, apuntó Ayanian, la ley redujo el gasto de desembolso por la atención de la salud de muchos estadounidenses con unos ingresos más bajos.

Pero entre los que tenían ingresos superiores al 400 por ciento de la línea federal de pobreza, no se observó ese beneficio, anotó.

Para de verdad hacer que la atención de la salud sea asequible, planteó Hawks, la compartición de costos, que es ubicua en el seguro privado, "se debe eliminar".

Un sistema de atención de la salud universal lo lograría, según el coautor del estudio, el Dr. David Himmelstein, de la Universidad de Harvard y el Colegio Hunter, en la ciudad de Nueva York.

"Lo que los pacientes necesitan es una reforma con un solo pagador, como un Medicare para todos, que elimine las barreras financieras", aseguró.

Más información

La Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians) ofrece más información sobre cómo comprender el seguro de salud.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2020, HealthDay

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