Otra senadora republicana dice que no al último esfuerzo por revocar la Obamacare

Susan Collins, de Maine, puede haber dado el golpe de gracia definitivo a la ley propuesta
u.s. capitol
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LUNES, 25 de septiembre de 2017 (HealthDay News) -- La senadora republicana Susan Collins dijo el lunes que se opone a la última encarnación del esfuerzo de su partido por revocar y reemplazar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Affordable Care Act), lo que parece ser un golpe definitivo a la propuesta legislativa.

Collins, que es de Maine, anunció su decisión poco después de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), una organización sin afiliación política, realizara la previsión de que dicho proyecto de ley reduciría las ayudas de Medicaid en mil millones de dólares hasta 2026.

"La atención de la salud es un problema profundamente personal y complejo que afecta a todos y cada uno de nosotros y a una sexta parte de la economía estadounidense", dijo Collins en una declaración sobre lo que se conoce como el proyecto de ley de Graham-Cassidy. "No se pueden hacer bien reformas de gran envergadura en nuestro sistema de atención de la salud y en Medicaid en un intervalo de tiempo comprimido, especialmente cuando el presente proyecto de ley es un objetivo móvil".

"Hoy descubrimos que hay una cuarta versión de la propuesta de Graham-Cassidy, que sigue estando tan llena de errores como las versiones previas", añadió Collins. "El hecho de que se publicara una nueva versión de este proyecto de ley la misma semana que se supone que tenemos que votar agrava el problema".

El domingo, los líderes republicanos del Senado añadieron algo de texto a su proyecto de revocación que asignaba el dinero a los estados, como el destinado a Alaska y Maine, en un intento aparente de acabar con la resistencia de los republicanos, incluyendo a Collins.

Un resumen de la versión revisada también proyecta aumentos en la financiación federal de Medicaid en Arizona y Maine, en comparación con estimados anteriores.

Los últimos cambios llegaron poco después del anuncio el viernes del senador de Arizona, John McCain, de que no podía apoyar el proyecto de ley, que convertiría el dinero de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, también conocida como Obamacare, en un programa estatal de subvenciones en bloque.

McCain se unió al senador de Kentucky, Rand Paul, que sigue expresando su oposición al proyecto de ley porque no deroga la Obamacare del todo.

Los republicanos se enfrentan a una fecha límite del 30 de septiembre para aprobar un proyecto de derogación mediante una mayoría simple. Hasta ahora, parece que no cuentan ni con la cantidad mínima de votos necesarios.

La senadora Lisa Murkowski (R-Alaska), una parte clave de la resistencia, sigue estando indecisa.

El Presidente Donald Trump aumentó la presión el domingo sobre los senadores republicanos renuentes, afirmando que Alaska, Arizona, Maine y Kentucky son los "grandes ganadores" bajo el plan republicano.

"7 años de Derogar y Reemplazar y algunos senadores todavía no están convencidos", escribió en Twitter, haciendo alusión a las repetidas promesas del partido de repeler la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio desde que fue promulgada en 2010.

La propuesta revisada, patrocinada por los senadores Lindsey Graham de Carolina del Sur, Bill Cassidy de Luisiana, Dean Heller de Nevada y Ron John de Wisconsin, daría a los estados más autoridad para tomar decisiones sobre cómo asignar el dinero para la atención de la salud.

La propuesta revisada también incluye un nuevo texto que aborda las preocupaciones sobre cómo les iría a los estadounidenses con afecciones preexistentes. Ahora indica que los estados "mantendrán una cobertura de salud adecuada y asequible para los individuos con afecciones preexistentes".

Pero los detractores de la medida (que incluyen a importantes organizaciones de aseguradoras, grupos de proveedores de salud y defensores del consumidor) dicen que la legislación propuesta destruye Medicaid, el programa de salud administrado por el gobierno para los pobres, y que es una amenaza para las protecciones clave para los consumidores.

"Creo que en última instancia la flexibilidad que se ofrece a los estados aquí es una flexibilidad para tomar decisiones políticamente dolorosas sobre qué recordar, dónde recortar, a quién recortar, y con qué profundidad", lamentó Sabrina Corlette, profesora de investigación en el Centro de Reformas del Seguro Médico de la Universidad de Georgetown.

Más información

Puede leer más sobre la propuesta republicana aquí.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

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