Dos dictámenes de la Corte Suprema respaldan el matrimonio homosexual

La investigación señala que el matrimonio gay puede ser bueno para la salud, aunque no es universalmente aceptada

MIÉRCOLES, 26 de junio (HealthDay News) -- En una histórica decisión sobre los derechos de los homosexuales, la Corte Suprema de EE. UU. dictaminó el miércoles que la prohibición sobre los matrimonios homosexuales en California no puede seguir vigente.

La decisión de 5 a 4 de la corte se limitó a la prohibición de California, que se convirtió en ley en noviembre de 2008 tras un periodo de cinco meses durante el cual el matrimonio gay fue legal en ese estado. Los jueces dictaminaron que los artífices de la prohibición no tenían el derecho a apelar los dictámenes de cortes de primera instancia que derogaron la prohibición sobre los matrimonios homosexuales.

En una decisión relacionada el miércoles, la Corte Suprema dictaminó que los miembros de matrimonios homosexuales tienen el mismo derecho a los beneficios federales que reciben las parejas heterosexuales.

Las autoridades de California probablemente usen el dictamen de la Corte Suprema para permitir que los matrimonios homosexuales se reanuden más o menos en un mes, según informes publicados.

La decisión del miércoles no tiene ningún impacto sobre las leyes que prohíben los matrimonios homosexuales en otros estados.

Actualmente, el matrimonio gay es legal en el Distrito de Columbia y en una docena de estados, entre ellos Massachusetts, Minnesota, Nueva York y Washington. Otros estados reconocen las uniones civiles o las parejas domésticas, pero la mayoría de los estados (un total de tres docenas) prohíben el matrimonio homosexual.

Sea lo que sea que suceda en el futuro, cada vez más investigaciones sugieren que las leyes estatales sobre el matrimonio homosexual tienen implicaciones para la salud mental y física de las personas.

Cuando las personas piensan sobre el aspecto sanitario del debate sobre el matrimonio homosexual, piensan en problemas como el acceso al seguro de salud, apuntó Brian Mustanski, profesor asociado de ciencias médicas sociales de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.

"Las personas por lo general entienden el problema del seguro de salud, pero la idea de que el estigma [relacionado con las prohibiciones sobre el matrimonio gay] tiene efectos directos sobre la salud es algo que las personas quizás nunca hayan pensado", apuntó Mustanski.

Richard Wight, investigador de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), dijo que su investigación sugiere que las uniones legales, sobre todo el matrimonio, podrían representar una gran mejora para la salud mental de las personas homosexuales y bisexuales. En un estudio publicado en diciembre, el equipo de Wight halló menos "distrés psicológico" entre las parejas homosexuales en California que se casaron en el breve periodo de 2008 cuando el matrimonio gay era legal en ese estado.

Esto fue en comparación con los californianos gays, lesbianas y bisexuales que no estaban en uniones legalizadas. No hubo diferencias importantes en la salud mental entre las parejas homosexuales en uniones legales y sus contrapartes heterosexuales casadas, apuntó Wight.

Esto fue igual entre las personas gays en relaciones de pareja domésticas, que han sido una opción para las parejas homosexuales de California desde 2000. Pero el matrimonio, el particular, mostró un vínculo estadístico más firme con una mejor salud mental, señaló.

"Esto nos muestra que algo sucede aquí", dijo Wight. Anotó que no se puede concluir solo a partir de estos hallazgos que el derecho a casarse mejore la salud mental de las personas gays. Pero su equipo intentó incluir algunos de los "sospechosos usuales" en la salud mental (como la edad, los ingresos y la educación), y el vínculo entre las uniones legales y un menor nivel de distrés se mantuvo.

Los hallazgos, que aparecen en la revista American Journal of Public Health, se basaron en una encuesta de todo el estado que contó con más de 47,000 californianos. Midió el distrés psicológico de las personas al preguntarles con qué frecuencia se habían sentido nerviosas, desesperanzadas, inquietas o deprimidas en el mes anterior.

En general, a las personas en uniones legales (ya fuera un matrimonio homosexual o heterosexual, o una pareja doméstica) les fue mejor que a las solteras, independientemente de la orientación sexual. Pero los niveles más altos de distrés se observaron entre los californianos gays, lesbianas y bisexuales que no estaban en uniones legales.

Wight reconoció que una limitación del estudio es que se llevó a cabo en un solo punto del tiempo. Así que no está claro cómo era la salud mental de los encuestados antes de casarse o entrar en una pareja doméstica. Quizás las personas más felices (homosexuales o heterosexuales) son más propensas a formar pareja.

Pero Mustanski dijo que también hay evidencia de investigación a largo plazo de que la opción de casarse afecta a la salud de muchos homosexuales estadounidenses.

Apuntó a un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia en 2010 que encuestó a casi 35,000 estadounidenses durante unos cinco años. En ese periodo, algunos estados de EE. UU. establecieron prohibiciones contra el matrimonio gay.

El estudio halló que después de que esas prohibiciones entraran en efecto, las tasas de ansiedad, depresión y uso de alcohol aumentaron entre los residentes gays, lesbianas y bisexuales. La prevalencia del trastorno de ansiedad generalizada, que se refiere a una preocupación o tensión crónicas, se duplicó y más.

Al contrario, los trastornos psiquiátricos se mantuvieron constantes o aumentaron mucho menos entre los heterosexuales que vivían en esos estados.

"Creo que la evidencia más convincente que tenemos son los efectos negativos de salud", dijo Mustanski.

En cuanto al motivo de que una prohibición sobre el matrimonio homosexual afecte la salud mental de las personas, Mustanski cree que esas leyes "transmiten el mensaje de que las personas son ciudadanos de segunda clase".

"Sabemos que el estigma es malo para la gente", advirtió. "Es algo con lo que creo que todo humano puede identificarse".

Varios grupos médicos, entre ellos la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association) y la Asociación Médica Americana (American Medical Association), han planteado que prohibir a las parejas homosexuales que contraigan matrimonio civil tiene efectos nocivos para la salud. Y a principios de año, la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) dio su respaldo al matrimonio homosexual, afirmando que era lo mejor para los hijos de las parejas homosexuales.

No todos están de acuerdo con el respaldo al matrimonio gay.

Loren Marks, profesora de la Universidad Estatal de Luisiana, publicó el año pasado una revisión en la revista Social Science Research que criticaba gran parte de la base de evidencia de la posición de la AAP y otros grupos sobre el bienestar de los niños. Señalaba que de los 59 estudios ampliamente citados, casi la mitad solo observaban a niños criados por parejas homosexuales y no contaron con "un grupo de comparación heterosexual". Y en muchos otros estudios, los investigadores compararon a los hijos de parejas homosexuales con los criados por madres solteras.

Ryan Anderson, miembro del grupo de expertos conservadores Heritage Foundation, apuntó a los hallazgos de Mark como un ejemplo de las fallas en la investigación que observa a los hijos de padres homosexuales.

"La ciencia sobre este tema sigue en la infancia", dijo Anderson, y añadió que es "prematuro" que los grupos de científicos respalden el matrimonio gay basándose en esa investigación.

Anderson comentó que "lo que sí sabemos a partir de años de datos sociales es que a los niños tiende a irles mejor si son criados por los dos padres biológicos, no solo por dos padres".

Añadió que aunque la investigación sobre las madres solteras provee ciertas ideas sobre cómo les va a los niños cuando falta el papá, hay pocos datos sobre "cómo es crecer sin una mamá".

En cuanto a si el matrimonio en sí tiene beneficios para el bienestar de los gays adultos, todavía no se sabe, reconoció Wight. Los estudios han observado a las parejas casadas heterosexuales durante años, pero hay relativamente pocos datos sobre las parejas homosexuales.

Según lo que se sabe a partir de la investigación sobre los heterosexuales, tanto a las parejas casadas como a los solteros de por vida tiende a irles mejor en cuanto a la salud mental y física, según Wight. "A las que peor les va es a los divorciados, separados y viudos", lamentó.

Por supuesto, esto se trata de generalizaciones, enfatizó Wight. A alguien que está atrapado en un mal matrimonio probablemente le vaya peor que a alguien que ha salido de un mal matrimonio.

Pero independientemente de que el matrimonio sea bueno para la salud o no, Wight apuntó que tener la opción de casarse podría ser bueno para el bienestar de los estadounidenses gays y lesbianas. "Si hay leyes que en realidad son nocivas para la salud mental, como sugiere la evidencia, se trata de un problema de salud pública", comentó.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. tienen más información sobre la salud de los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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