Los estadounidenses siguen divididos en torno a la nueva ley de reforma de la salud

Una mayoría respalda la ampliación del seguro, pero la mayor parte considera que se han hecho los cambios incorrectos, de acuerdo con una encuesta

VIERNES, 30 de abril (HealthDay News/DrTango) -- Un mes después de que el Presidente Barack Obama convirtiera el histórico proyecto de reforma de la salud en ley, los estadounidenses siguen divididos en torno a la medida, ya que muchos siguen sin seguro y no saben cómo esto les afectará, según una encuesta reciente de Harris Interactive/HealthDay.

Los defensores y detractores del paquete de la reforma están divididos casi a partes iguales, 42 por ciento frente a 44 por ciento respectivamente, y la mayoría de los que se oponen a la nueva ley (81 por ciento) considera que se han hecho los "cambios incorrectos".

"Nos la están imponiendo, pero siguen sin explicarnos en qué consiste la ley y nadie sabe lo que implica", declaró una demócrata de 64 años que participó en la encuesta.

El 39 por ciento señaló que la nueva ley será "mala" para personas como ellos, y el 26 por ciento que no estaban seguros

El único punto en que la gente casi estuvo de acuerdo, 58 por ciento frente a 24 por ciento, es que la ley permitirá que un mayor número de estadounidenses reciban el seguro de salud adecuado.

"El público está dividido en parte por razones ideológicas, por partidismo y porque no ven en qué les beneficia la ley. Ven que sólo beneficia a los que no tienen seguro", dijo Humphrey Taylor, presidente de The Harris Poll, un servicio de Harris Interactive.

Cerca del 15.4 por ciento de la población, o 46.3 millones de estadounidenses, carece de cobertura de seguro médico, de acuerdo con la Oficina del Censo de EE. UU. Éstas son cifras de 2008, sin embargo, no toman en cuenta a las personas que se quedaron sin cobertura de salud por la pérdida generalizada de empleos.

El enfoque principal del voluminoso paquete de reforma de la ley de salud es la ampliación del seguro médico. Para 2019, unos 32 millones de personas sin seguro volverán a tener cobertura, de acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso.

La medida también permite que los adultos jóvenes continúen en el plan de seguro médico de sus padres hasta los 26 años, y ese cambio entrará en vigencia este año.

"Creo que la gente es optimista con respecto a las cosas que saben con toda seguridad, como por ejemplo la cláusula para los menores de 26, y está confusa en torno a lo que se les ha prometido", dijo Stephen T. Parente, director del Instituto de Liderazgo Industrial Médico de la Facultad de Administración de la Universidad de Minnesota en Minneapolis y ex consejero del candidato republicado a la presidencia, el senador John McCain.

Ampliar la cobertura para los jóvenes menores de 26 "promete ser una forma relativamente económica y sencilla de cubrir a un grupo que está en clara desventaja en el sistema antiguo", apuntó Pamela Farley Short, profesora de políticas de salud y administración y directora del Centro de investigación de políticas y atención de la salud en la Universidad Estatal de Pensilvania.

"Dará a los padres tranquilidad y les ahorrará dinero ya que no tendrán que pagar por la ampliación del plan COBRA o por pólizas individuales para que sus hijos no estén sin seguro", explicó. "Creo que este cambio será popular y podría servir de apoyo para las modificaciones y la gran ampliación de la cobertura de 2014".

Sin embargo, en cuanto al impacto de las otras medidas de la ley, la opinión pública está mezclada, encontró la encuesta de Harris Interactive/HealthDay. Un mayor número de personas cree que será negativo para la calidad de la atención en Estados Unidos (40 por ciento frente a 34 por ciento), que controlará los gastos en atención de salud (41 por ciento frente a 35 por ciento) y que reforzará la economía (42 por ciento frente a 29 por ciento).

La gente a menudo define la calidad en términos de acceso a los médicos de su elección, pero "no está claro si esto realmente va a cambiar o de si resultará afectado", apuntó Parente.

Además, agregó, "Nadie opina de forma inequívoca que la nueva ley solucionará el problema del costo".

Aunque el presidente Obama dijo que su plan "reducirá los costos de salud para millones de familias y negocios, y el gobierno federal", muchos cuestionan las cláusulas de la ley que restringen los costos.

En un informe que se publicó la semana pasada, Richard S. Foster, actuario jefe para Medicare, dijo que los gastos nacionales en salud aumentarán conforme al paquete de la nueva ley en unos $311 mil millones aproximadamente, o en 0.9 por ciento, en comparación con las cantidades que se gastarían de otra manera entre 2010 y 2019.

Entre tanto, algunas aseguradoras de salud han propuesto aumentos pronunciados en la tasa de la prima para anticiparse a la reforma de la ley.

WellPoint Inc., la compañía matriz de Anthem Blue Cross of California, anunció en febrero que aumentará su tasa hasta en un 39 por ciento en algunos titulares de póliza de California. La compañía ha pospuesto en dos ocasiones el aumento de la tasa como consecuencia de la publicidad negativa, y la senadora Dianne Feinstein (D-California) propuso que la ley concediera autoridad al gobierno federal para revisar los incrementos "potencialmente irrazonables" en las tasas,

Así pues, ¿qué cambiarían entonces los detractores del paquete de la nueva ley de reforma de salud?

Un hombre de 41 años, independiente, dijo que le gustaría ver "una verdadera forma de pagar por esta ley sin hipotecar a nuestros nietos". Un republicado, de 77 años, señaló que debió de haber incluido límites por mala práctica médica. Crear un intercambio nacional de seguros médico sería más eficiente que uno estatal, dijo una mujer, independiente, de 30 años.

Ni el Presidente ni los demócratas del Congreso obtuvieron muchos logros políticos después de su victoria legislativa, ya que el 48 por ciento de los encuestados dijo que Obama no había hecho bien su trabajo (en comparación con 40 por ciento que valora su esfuerzo). El público es incluso más crítico con la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi (58 por ciento tiene una opinión negativa frente al 23 por ciento que tiene una positiva) y los demócratas del Congreso (59 por ciento frente a 25 por ciento).

Sin embargo, los republicanos del Congreso tienen incluso una peor imagen pública, ya que el 68 por ciento frente al 18 por ciento opina que han hecho un mal trabajo.

Taylor de Harris Interactive sospecha que, si Obama y los demócratas logran aprobar con éxito proyectos de ley populares, como la regulación del mercado financiero o si la economía mejora más rápido que lo que predicen los economistas, eso generaría una mejor opinión pública y "tendría posiblemente un efecto de halo en la ley de reforma de la salud".

¿Y si esto no ocurre? "No tengo ninguna duda de que los republicanos lo utilizarán para su campaña en otoño y será una de las armas a usar para vencer a los demócratas", dijo.

La encuesta de Harris Interactive/HealthDay se realizó en línea del 14 al 16 de abril e incluyó una muestra representativa a nivel nacional de 2,285 adultos de 18 años en adelante.

Más información

Para más información sobre la encuesta, visite Harris Interactive.


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango

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