El presupuesto de Bush va enfocado al bioterrorismo

Propuesta reconoce nuevas realidades que enfrentan nuestra nación

Lunes, 4 de febrero (HealthDayNews) -- El presupuesto propuesto por el presidente Bush para el año fiscal 2003 aumenta de manera significativa la cantidad de dinero que la nación utilizaría en combatir el bioterrrorismo.

El plan del presidente de utilizar $2.13 trillones un incremento de 3.7 por ciento desde 2002 asignaría $5.9 mil millones para prevenir, controlar y atender ataques de guerra con gérmenes como la campaña de ántrax por correo como el del pasado otoño que mató a cinco personas.

De esa suma, $4.3 mil millones se entregarían al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), que recibiría un total de $63.6 mil millones en el 2003, más de los $58.2 mil millones de este año.

El presupuesto para el 2003 reconoce la nuevas realidades que enfrenta nuestra nación, y financia la guerra contra el terrorismo y la defensa de nuestra patria, expresó Bush en una declaración revelada hoy junto con la propuesta del presupuesto. "El presupuesto para el 2003 es mucho más que una tabulación de números. Es un plan para pelear una guerra que no buscamos pero una guerra que estamos determinados en ganar".

El HHS sirve como una agencia sombrilla para el registro de agencias y programas de salud federales como la Administración de Drogas y Alimentos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Y el tema del presupuesto de Bush fue claro: "Ninguna actividad del HHS ahora es más importante que su función en la preparación contra el bioterrorismo nacional", declara el documento del presupuesto.

Por ejemplo, el presidente proveería más dinero para la Administración Federal de Drogas y Alimentos para triplicar el número de inspecciones de seguridad que se llevan a cabo a los alimentos importados para "alejarlos de que puedan ser utilizados como un medio para el bioterrorismo".

En los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que está a cargo de monitorear y responder en caso de epidemias de enfermedades, el presupuesto aumentaría de casi $4.4 mil millones este año a casi $5.7 mil millones bajo el plan del presidente.

Los Institutos Nacionales de Salud (NHI, por sus siglas en inglés) verían su presupuesto aumentar de $23.3 mil millones en 2002 a más de $27.3 mil millones en el 2003. Los NIH es una de las más importantes instituciones investigativas del mundo, que conduce y financia estudios sobre todo, desde cáncer y sida hasta medicina alternativa. Durante su campaña presidencial, Bush votó para aumentar el presupuesto de los NIH sobre los $27 mil millones.

Algunos programas del HHS no prosperarían como aquellos relacionados con combatir el bioterrorismo.

La Administración para Niños y Familias recibiría unos $89 millones adicionales, hasta $13.02 mil millones, una ganancia de cerca de seis décimos de uno por ciento entre el probable índice de inflación de alrededor de 3.5 por ciento. La agencia supervisa Head Start, cuidado adoptivo y otros programas de beneficencia de la familia y el niño.

La Administración de Servicios y Recursos Humanos (HRSA, por sus siglas en inglés) provee apoyo para iniciativas de salud infantil y maternal, promueve acceso a las facilidades del cuidado de la salud a las minorías y es una fuente principal de dinero para la gente pobre con VIH y sida. Su financiamiento decaería $745 millones, a $6.01 mil millones el próximo año.

La HRSA también administra clínicas de salud de la comunidad, que Bush elogió en sus debates de campaña contra Al Gore. El presupuesto del 2003 proveería $114 mil millones para tales clínicas, que atiende a personas aseguradas o sub-aseguradas aproximadamente $50 mil millones menos que lo autorizado por el Congreso el pasado año.

Aún así, Heather Mizeur, directora de asuntos de estado para la Asociación Nacional de Centros de Salud Comunitaria, indicó que está complacida con la asignación propuesto.

"Es menos de los $200 millones que pedimos, pero creemos que es un buen primer paso en obtener un depósito" para construir una red de clínicas, señaló.

La clínicas de la comunidad actualmente tratan alrededor de 12 millones de personas al año, cuatro millones de quienes carecen de seguro. El grupo de Mizeur está esperanzado en expandir el número de clínicas en los próximos cinco años para servir a 20 millones, incluyendo 11 millones de pacientes asegurados.

El presupuesto propuesto por el presidente también ofrece más dinero bajo el HHS para programas de educación que enfatiza la abstinencia sexual entre adolescentes, una movida que ha sido criticada por los grupos de planificación familiar.

El doctor Joseph Barbera, codirector del Instituto para Manejo de Riesgos, Desastres y Crisis en George Washington University en Washington, D.C., afirmó que apoya el llamado de Bush a incrementar gastos para combatir el bioterrorismo.

Pero, agregó es "de vital importancia" que los funcionarios no arrojen dinero meramente a la lucha contra el terrorismo. El problema "necesita absolutamente dinero, pero tiene que ser utilizado de una manera apropiada", opinó.

La primera prioridad debe ser formular un plan abarcador para responder a la posibilidad de víctimas en masa no cinco ó 25 personas, sino miles, incluso millones. Un plan tal requeriría una "relación contractual" entre hospitales y gobiernos federales estatales y locales, argumentó.

"No existe realmente un política pública que reconozca que los hospitales ejecutan una función de seguridad pública en relación con el bioterrorismo" de la forma en que, dijo, los departamentos de incendios lo hacen con la ciudades, apuntó Barbera.

x Patrick M. Libbey, director del Departamento de Servicios Sociales y de Salud Pública del condado de Thurston, Wash. Apoya el financiamiento incrementado para el control del bioterrorismo, y alegó que agencias como la suya ya están bien equipadas para gastar más dinero si lo recibiesen.

Libbey concordó con Barbera en que mejorar la respuesta a la amenaza del bioterrorismo o cualquier epidemia, de hecho debe ser una meta suprema de cada hospital.

Libbey, quien es también presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios de Salud de Ciudades y Condados, indicó que el dinero que se utiliza para combatir el bioterrorismo no tiene que venir en los gastos de otros esfuerzos de salud pública.

"Si lo que producimos como resultado de esto es sólo aplicable a un evento bioterrorista, no hemos hecho nada bien. Pero si mejoramos nuestra vigilancia y nuestra respuesta a un evento de salud, bien sea natural o intencionado, también otras áreas se beneficiarían", indicó.

Qué hacer: El congreso debe aprobar el plan de presupuesto del presidente. Para más sobre el plan de gastos, visita la Casa Blanca. Para más sobre cómo la propuesta afectaría el cuidado de la salud, visita el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU.

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