¿Se puede tratar la viruela?

Medicamento experimental parece combatir el virus cuando es demasiado tarde para una vacuna

Miércoles, 20 de marzo (HealthDayNews) -- Aunque se reconoce desde hace tiempo que la única forma práctica de combatir la viruela es mediante vacuna, nueva investigación ha levantado la esperanza de que la enfermedad pueda tratarse.

Los científicos informaron haber encontrado un compuesto que puede ofrecer una tratamiento oral eficaz contra la viruela, que fue una vez la plaga del mundo occidental. Esta revelación se toma con bastante seriedad, dada la incrementada preocupación pública sobre el bioterrorismo luego de los episodios de ántrax el pasado año.

Los dos nuevos estudios presentados hoy en la Conferencia Internacional sobre Investigación Antiviral en Praga informa que un compuesto experimental parece detener el crecimiento del virus en cultivos de tejidos y en ratones.

La viruela es un virus infeccioso que se esparce de persona a persona o mediante ropa de cama contaminada o ropa. Luego de un periodo de incubación de casi dos semanas, la enfermedad ocasiona primero fiebre alta, dolor de cabeza y malestar. Luego, cede el paso a un salpullido cicatrizante. El salpullido pude causar desfiguración severa, y la enfermedad tiene una taza de mortandad de 30 por ciento en países en desarrollo. Aunque todavía no existe un tratamiento eficaz.

La vacunación contra la viruela se detuvo hace 25 años en los Estados Unidos. Actualmente hay una escasez de vacunas alrededor del mundo, pero los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), recientemente ha dado pasos para comenzar de nuevo la producción de la vacuna.

Sin embargo, los nuevos estudio demuestran que puede ser posible tratar la viruela. Investigadores en el USAMRIID y la Universidad de California, San Diego, en colaboración con los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) y los CDC, han estado evaluando compuestos antivirales con la esperanza de encontrar una terapia potencial.

Un compuesto que los investigadores han identificado se llama cidofovir, que interfiere con la capacidad del virus de reproducirse. Sin embargo, el cidofovir se debe suministrar de forma intravenosa, un inconveniente potencial si un gran número de personas se viera expuesto a la viruela como en un ataque bioterrorista.

Así pues, de acuerdo con el coautor del estudio doctor Karl Y. Hostetler, un equipo encontró que una forma de cambiar cidofovir a un compuesto que pudiera tomarse de manera oral, y esto produjo hexaciloxipropil-cidofovir (HDP-CDV).

"Lo realmente sorprendente fue que la actividad del medicamento mismo, luego de hecha la modificación, ascendió en una gran cantidad", indicó Hostetler. "Era 100 veces más activo que el medicamento CDV sin modificar. No sólo lo hicimos disponible de forma oral, sino que se tornó más activo como un antivirus".

Los investigadores encontraron que ratones infectados con cowpox, un primo cercano de la viruela, se pudieron proteger completamente con cinco dosis orales de HDP-CDV. En un segundo estudio sobre cultivo de tejido infectado con viruela, los investigadores encontraron resultados estimulantes de manera similar.

"Luego de que es activado en la célula, bloquea la multiplicación del virus", comentó Hostetler. "El virus no puede seguir duplicándose, dividiéndose y produciendo más y más copias".

"No es una vacuna, pero provee una segunda línea de defensa", añadió.

Aunque la investigación todavía es preliminar, las pruebas toxicológicas de dosis sencillas hasta 30 veces la fuerza de aquellas utilizadas en este estudio han demostrado que HDP-CDV no pareció causar efecto secundario alguno.

"Por supuesto, es difícil traducir los hallazgos de este pequeño modelo animal a personas", manifestó Hostetler.

El experto en enfermedades infecciosas doctor Gregory J. Moran, un profesor asociado de medicina de la Universidad de California en Los Angeles, fue parte de un simposio nacional que discutió el escenario de una epidemia de viruela en una ciudad estadounidense de tamaño mediano. Expuso que de manera ideal, tal escenario nunca sucedería. "Pero si hubiese una epidemia, y presumiblemente cualquier epidemia ahora sería debido a una exposición intencional, entonces sería útil tener algo que pudiera mitigar los síntomas sin utilizar muchas fuentes médicas", sostuvo Moran.

"Lo más importante sería tener una vacuna, porque Eso es lo que realmente es capaz de contenerla", planteó. "Pero en términos de reducir la mortandad de una epidemia, entonces algunos expertos pueden ser de utilidad", especialmente en una epidemia a gran escala.

Aún así, indicó Moran, si una epidemia a pequeña escala ocurriese en los Estados Unidos, el cuidado médico moderno y los procedimientos de cuarentena harían poco probable una taza de mortandad de 30 por ciento.

Sin embargo, Hostetler dijo que un terapia oral sería de suma importancia: Luego del 11 de septiembre, y subseguido por los casos de ántrax, ahora parece que necesitamos buscar con mayor ahínco que nunca [una terapia], ya que hoy día todo es posible.

La bacteria de ántrax, que se envió mediante correo el pasado otoño, infectó a 22 personas en los Estados Unidos, mató a siete. Once de esas víctimas incluyendo las que murieron contrajeron la forma inhalada de la enfermedad, mientras el resto se infectó a través de la piel.

Qué hacer: Descubre más acerca de la viruela de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Organización Mundial de la Salud o el Centro Johns Hopkins para Estrategias de Biodefensa Civil.

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