Asocian el 11/9 con un aumento en la enfermedad del reflujo gástrico

El registro de salud de la ciudad de Nueva York muestra que los que estaban cerca de las Torres Gemelas son más propensos a desarrollar ERGE
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MARTES, 6 de septiembre (HealthDay News) -- Los que estuvieron más directamente expuestos a los ataques terroristas contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre parecen enfrentarse a un mayor riesgo de desarrollar síntomas duraderos de enfermedad del reflujo gástrico, informaron el martes funcionarios de salud de la ciudad de Nueva York.

El análisis actual respalda indicaciones anteriores de que es más probable que las personas que también tienen asma y/o trastorno por estrés postraumático (TEPT) desarrollen síntomas de la enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE). Pero los síntomas de ERGE resultaron independientes de otros problemas de salud en personas que estaban cerca de las Torres Gemelas cuando se derrumbaron.

Los hallazgos, que fueron reportados por un equipo liderado por Jiehui Li, del Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York, aparecen en la edición en línea del 6 de septiembre de la revista American Journal of Gastroenterology.

Investigaciones anteriores ya habían establecido que los individuos directamente expuestos a los ataques contra las Torres Gemelas tienen una incidencia mayor que la promedio de ERGE, asma y/o TEPT.

Pero el equipo de salud deseaba explorar si el 11/9 provocó ERGE de forma independiente. Para lograrlo, observaron datos recolectados por el Registro de Salud de las Torres Gemelas (World Trade Center Health Registry), creado en 2002 para dar seguimiento al estado de salud de las personas expuestas al ataque, incluso los trabajadores de rescate y recuperación, los residentes locales, los transeúntes y los que estaban empleados y trabajaban cerca de las torres.

Los investigadores se enfocaron en un grupo de más de 37,000 adultos, que conformaban poco más de la mitad de la base de datos del registro, y analizaron respuestas a dos cuestionarios de salud administrados en 2003-2004 y 2006-2007.

Ninguno de los participantes había reportado sufrir de síntomas de ERGE antes de 11/9.

Las encuestas recolectaron información sobre el tipo y duración de la exposición ambiental el 11/9 y los días posteriores. La exposición incluía contacto directo con el polvo y los escombros del colapso de los edificios.

El equipo de Li halló que poco más de una quinta parte del grupo del registro tenía síntomas de ERGE cuando se llevó a cabo la primera encuesta, y unos dos tercios de ellos seguían luchando con síntomas para cuando se hizo la segunda.

En general, los investigadores hallaron que la mayor incidencia de síntomas de ERGE se citó entre los trabajadores de rescate y recuperación que estaban presentes el 11/9; los que trabajaron en el lugar durante más de tres meses luego del evento; y los residentes y trabajadores de las cercanías que volvieron a sus casas, tiendas y oficinas llenas de polvo.

Los riesgos de desarrollar estos síntomas parecieron ser iguales en ambos sexos. Sin embargo, los hispanos, los individuos más pobres, los fumadores y los que tenían un nivel educativo inferior a la secundaria eran más propensos a reportar síntomas, mientras que los individuos más jóvenes (entre los 18 y los 24) eran menos propensos.

Además, los investigadores confirmaron indicaciones previas de que el asma y el TEPT se relacionan de alguna forma con el riesgo de ERGE, y que tener una o ambas afecciones elevaba significativamente el riesgo de síntomas de ERGE.

Aunque se encontró que apenas 14 por ciento de los que tenían asma o TEPT habían desarrollado síntomas iniciales de ERGE, esa cifra aumentó a casi 46 por ciento entre quienes sufrían de ambas afecciones, hallaron los investigadores.

De forma similar, la persistencia a largo plazo de problemas de ERGE aumentó ante la presencia del TEPT y el asma. Se encontró que 36 por ciento de los que sufrían de ambas afecciones tenían síntomas persistentes de ERGE cinco a seis años después del 11/9, mientras que lo mismo sucedió en el trece por ciento de los que solo tenían asma y en casi una cuarta parte de los que tenían TEPT.

Sin embargo, incluso sin asma o TEPT, el riesgo de desarrollar síntomas duraderos de ERGE aumentó en correlación directa con la duración de la exposición a la nube de polvo y otros efectos, mostraron los hallazgos.

Li y colegas sugirieron varios motivos de por qué el 11/9 podría haber aumentado el riesgo de ERGE de forma independiente, que incluyen contaminantes ambientales hallados en la nube de polvo (como materiales alcalinos). Pero dijeron que "el mecanismo biológico no está claro".

El Dr. Ronnie Fass, jefe de gastroenterología del Sistema de Atención de Salud de VA del Sur de Arizona en Tucson, advirtió que "hay que tener mucho cuidado al interpretar estos datos. Los estudios retrospectivos con cuestionario como este tienen limitaciones".

Pero Fass añadió que "es algo sorprendente, porque sugiere que realmente no estamos seguros de qué sucede. Esto significa que tenemos que volver al principio e investigar más para averiguar cuál es el mecanismo exacto en estos pacientes que generó el aumento del reflujo".

El Dr. Perry J. Milman, profesor clínico asistente de medicina del Colegio de Medicina Albert Einstein de la ciudad de Nueva York, se mostró de acuerdo.

"Es interesante, y queda la gran pregunta de por qué", planteó. "La respuesta no se encuentra aquí. Podría ser el estrés laboral, que se sabe desencadena síntomas GI [gastrointestinales]. Y para aquellos que tienden a desarrollar síntomas GI al exponerse a un factor estresante importante, la exposición a estos eventos particulares podría ser el desencadenante. Pero eso está por verse".

Más información

Para más información sobre el impacto de los ataques a las torres gemelas el 11/9, visite el sitio web de la ciudad de Nueva York.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay

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