Una inmunoterapia antialérgica más rápida prueba ser más efectiva

El nuevo método es más seguro y aumenta el cumplimiento entre los pacientes

LUNES 15 de noviembre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Una nueva vía más intensiva de suministrar inyecciones antialérgicas puede reducir drásticamente y con seguridad el tiempo que tardan los pacientes jóvenes en encontrar alivio a su condición, sostiene un nuevo estudio.

En un estudio de 148 niños con asma, rinitis alérgica y sinusitis crónica, los médicos no encontraron reacciones graves para la salud luego de una sesión inicial de dos horas y media en la que los niños recibieron inyecciones antialérgicas de dosis aumentadas, conocida como vacunación antialérgica rápida (RAV, por sus siglas en inglés).

Además, el tiempo del tratamiento para la fase inicial del régimen se redujo de ocho meses a dos meses, y las tasas de tolerancia para el resto del tratamiento fueron extremadamente altas, informaron los investigadores.

"Esta es una alternativa al tratamiento tradicional y se puede llevar acabo con plena seguridad, que es la principal preocupación acerca del RAV", indicó el Dr. William Smits, profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana y alergista del Centro para el Asma y la Alergia de Fort Wayne.

Smits presentó su estudio el 15 de noviembre en la reunión anual del American College of Allergy, Asthma & Immunology en Boston.

La vacuna antialérgica convencional (CAV), o inyección antialérgica, es la manera estándar para ayudar a los pacientes alérgicos a reducir su reacción a los alérgenos. Al recibir las inyecciones, en dosis que aumentan lentamente, de los alérgenos que detonan una reacción, los pacientes pueden volverse inmunes a los efectos alérgicos que han sufrido.

El proceso puede tardar años, según Smits, incluyendo un periodo inicial de ocho meses de inyecciones semanales para ayudar paulatinamente a los pacientes a desarrollar una tolerancia hacia los alérgenos. Después de eso, reciben una inyección una vez al mes durante cuatro a cinco años para ayudar a aliviar los síntomas.

Pero Smits y sus colegas encontraron que cuando "pre-medicaban" a los jóvenes pacientes con cortisona y antihistamínicos, y regulaban cuidadosamente la dosis de alérgenos, podían incluso suministrar a cada niño seis inyecciones en cada brazo dentro de un periodo de dos horas y media, aumentando su tolerancia a los alérgenos y ninguno de los pacientes sufría una reacción alérgica severa que constituyera un peligro para la vida.

Y los investigadores pudieron acortar la fase inicial de inoculaciones de ocho a dos meses, explicaron.

Además, los niños experimentaron un alivio mucho más rápido con CAV y fueron más propensos a adherirse al régimen de vacunación hasta que fuera completado varios años más tarde, indicó Smits.

"Contrario a lo que todo el mundo cree, existe una manera segura de hacerlo, con pre-medicación y una reducción de la dosis meta al final", explicó.

La última es la clave, declaró. Estudios anteriores sobre la vacuna antialérgica rápida habían encontrado que la mayoría de reacciones alérgicas perjudiciales aparecían al final de la fase inicial del tratamiento, cuando el paciente recibía su alta dosis final, que era mantenida para el resto de la terapia. Pero si se suspendía antes de ese momento, y los pacientes recibían las últimas inyecciones en un periodo de dos meses, no se producían reacciones amenazantes para la vida, señaló Smits.

Para el estudio, Smits y sus colegas trataron a 148 niños entre 1 y 18 años, con una edad media entre 10 y 12. Ochenta y ocho de los participantes fueron chicos y 60 chicas. Recibieron cortisona y antihistamínicos durante tres días previo a la vacuna antialérgica rápida. Durante el proceso, ocho pacientes sufrieron reacciones como nariz constipada o síntomas alérgicos y fueron tratados con seguridad. Todo paciente que recibió RAV fue dado de alta a las dos horas, y ninguno experimentó una reacción alérgica grave.

Smits ha estado utilizando RAV con sus pacientes por cerca de cinco años y ha tratado alrededor de un 75 por ciento de ellos, entre niños y adultos, con este método, en vez de con la inmunoterapia convencional.

"Es menos costosa, se reducen los incidentes de la enfermedad y las personas ven resultados mucho más rápido", sostuvo Smits. Y, añadió, las tasas de tolerancia después de un año se acercaron al 80 por ciento, en comparación con el 50 por ciento de la vacuna antialérgica convencional.

Varios alergistas contactados por HealthDay declinaron comentar sobre la investigación de Smits, afirmando que no estaban familiarizados con ésta.

Más información

Para mayor información sobre las alergias, visite el National Institute of Allergy and Infectious Diseases.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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