Las vacunas contra la COVID no infiltran la leche materna

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MARTES, 6 de julio de 2021 (HealthDay News) -- Los resultados de un nuevo estudio pueden tranquilizar a las mujeres que están amamantando y se preguntan si su vacuna contra la COVID-19 es segura para su bebé.

Los investigadores, de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), reportan que "el ARNm asociado con la vacuna", que son los componentes activos de las vacunas de Moderna y de Pfizer, "no se detectaron en 13 muestras de leche recolectadas de 4 a 48 horas tras la vacunación de 7 individuos que daban el seno".

Aunque se necesita un ensayo más grande para confirmar los resultados por completo, los investigadores afirman que sus hallazgos "proveen unas importantes evidencias tempranas que fortalecen las recomendaciones actuales de que el ARNm relacionado con la vacuna no se transfiere al bebé", de forma que las madres no tienen que elegir entre la vacunación contra la COVID y la lactancia.

El Dr. Michael Grosso, un pediatra que no participó en el estudio, dijo que "resuelve una importante pregunta de seguridad", porque los ensayos sobre las vacunas contra la COVID-19 no incluyeron a mujeres lactantes.

"Para provocar cualquier daño a través de la leche materna, tienen que suceder tres cosas", explicó Grosso, presidente de pediatría del Hospital de Huntington de Northwell Health, en Huntington, Nueva York.

"En primer lugar, alguna parte del material de la vacuna tendría que acabar en la leche materna", señaló. "En segundo lugar, ese material tendría que ser absorbido por el sistema del bebé [y hay que recordar que la mayoría de las vacunas se inyectan, y no se reciben por vía oral, porque el material simplemente se descompone en el estómago]. Por último, si se encuentra y se absorbe, el material tendría que ser dañino".

Grosso apuntó que la mayoría de los expertos ya han "concurrido en que estos eventos son poco probables", y que el nuevo estudio parece confirmarlo.

La investigación fue dirigida por la Dra. Stephanie Gaw, del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Ciencias de la Reproducción de la UCSF. Su equipo realizó un detallado análisis de alta tecnología de la leche materna exprimida de siete madres lactantes, con una edad promedio de unos 38 años. Cada una había recibido dos dosis de la vacuna de Pfizer o de la de Moderna.

Las muestras de leche materna fueron evaluadas hasta 48 horas tras la recolección. No se encontró ningún rastro de ARNm de las vacunas en ninguna de las muestras.

El equipo de San Francisco anotó que si unas cantidades minúsculas de ARNm (demasiado pequeñas para ser detectadas por sus pruebas) de cualquier forma logran llegar a la leche materna, este material genético de cualquier forma "se degradaría en el sistema gastrointestinal del bebé".

Los investigadores también anotaron que tanto la Organización Mundial de la Salud como la Academia de Medicina de la Lactancia Materna (Academy of Breastfeeding Medicine) respaldan la seguridad de la vacunación materna mientras se lacta.

Grosso apuntó que otras importantes organizaciones médicas, como el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (American College of Obstetrics and Gynecology) y la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) también respaldan que las madres vacunadas den el seno.

"Muchas otras vacunas se han administrado durante la lactancia a las madres en el pasado, y no hay ejemplos de que hayan resultado nocivas", añadió Grosso.

El estudio aparece en la edición del 6 de julio de la revista JAMA Pediatrics.

Más información

Averigüe más sobre las vacunas contra la COVID-19 para las madres lactantes en la Academia Americana de Pediatría.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Michael Grosso, MD, chief medical officer and chair, pediatrics, Northwell Health's Huntington Hospital, Huntington, N.Y.; JAMA Pediatrics, July 6, 2021, online

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