La COVID-19 puede provocar unos daños tan graves en los pulmones que la 'única esperanza' es un trasplante

La COVID-19 puede provocar unos daños tan graves en los pulmones que la 'única esperanza' es un trasplante

MARTES, 1 de diciembre de 2020 (HealthDay News) -- Los estudios de casos y los resultados de las autopsias están confirmando que, en algunos casos, la COVID-19 puede provocar un daño pulmonar tan grave que los pacientes requieren un trasplante de pulmón para sobrevivir.

En un nuevo estudio, los investigadores de Chicago analizaron los tejidos descartados de pacientes de COVID-19 que se sometieron a trasplantes de pulmón, y a pacientes que fallecieron debido a la enfermedad. Encontraron que la COVID-19 puede destruir el "marco fundamental" de los pulmones, lo que significa que los órganos sencillamente no pueden recuperarse.

Y esto significa que las opciones de tratamiento de un paciente son muy limitadas.

"Proveemos evidencias explícitas de que la COVID-19 puede provocar daños permanentes en los pulmones en algunos pacientes, para quienes un trasplante de pulmón es la única esperanza de supervivencia", señaló el autor principal del estudio, el Dr. Ankit Bharat, jefe de cirugía torácica y director quirúrgico del Programa de Trasplante de Pulmón de Northwestern Medicine, en Chicago.

Su equipo también descubrió unas células exclusivas, llamadas células epiteliales KRT17, en el tejido pulmonar de los pacientes con COVID-19 que sufrieron un daño irreversible. Esas células también se han encontrado en pacientes con fibrosis pulmonar, una letal y agresiva enfermedad pulmonar, en etapa terminal.

Los hallazgos, que son los primeros de su tipo sobre el problema, se publicaron en la edición del 30 de noviembre de la revista Science Translational Medicine. Hasta la fecha, ocho pacientes con COVID-19 han recibido trasplantes dobles de pulmón en Northwestern Medicine, el número máximo que se ha realizado en cualquier sistema de salud del mundo.

El Dr. Len Horovitz es especialista pulmonar del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Al leer el informe, dijo que es alarmante que la COVID-19 pueda provocar tanto daño en los pulmones que se necesite un trasplante de pulmón, un tratamiento "que se reserva para un número muy limitado de pacientes".

El trasplante de pulmón en sí conlleva peligros, añadió Horovitz.

"Las complicaciones de los trasplantes incluyen la infección (posiblemente incluso con la COVID-19 de nuevo), la infección bacteriana y el posible rechazo de los pulmones trasplantados", aseguró.

En un comunicado de Northwestern, Bharat dio detalles sobre cómo se cree que la COVID-19 acaba con los pulmones.

"Las células progenitoras de los pulmones que son necesarias para la sanación pueden repoblar las lesiones en el pulmón al moverse por el marco básico subyacente de la matriz pulmonar", explicó. "Pero cuando ese marco se destruye, las células progenitoras no tienen un sitio al que ir, y los pulmones desarrollan grandes agujeros que sirven como refugio para las infecciones, una observación que también hicimos durante las difíciles cirugías de trasplante de estos pacientes", dijo Bharat.

"Imagíneselo así: tras un terremoto, si la estructura básica de un edificio sobrevive, se puede reconstruir. Pero si se derrumba, la única opción es reemplazarlo", apuntó.

Según el autor sénior del estudio, el Dr. Scott Budinger, profesor y jefe de medicina pulmonar y de atención crítica de Northwestern, los pulmones atacados por la COVID-19 "también mostraron unas similitudes llamativas con los pulmones de los pacientes con una afección llamada fibrosis pulmonar idiopática".

En esa afección, el tejido pulmonar "se densifica y rigidiza, dificultando que el cuerpo reciba oxígeno", comentó Budinger en el comunicado de prensa.

"Al igual que en la fibrosis pulmonar, encontramos que la COVID-19 condujo al reclutamiento de unas células inmunitarias circulantes llamadas monocitos, que es probable que el pulmón reclute para matar al virus", añadió. "En el pulmón fibrótico, esas células también fomenta la formación de tejido fibrótico cicatrizado. Esas células se pueden muestrear de forma fácil y segura, y también podrían ayudar a saber cuáles pacientes no se están recuperando de la COVID-19".

El informe contenía una buena noticia: los investigadores también encontraron que es seguro realizar trasplantes de pulmón en los pacientes enfermos de gravedad, incluso los que sufrían de causas infecciosas de insuficiencia pulmonar, como la COVID-19. Esa es información nueva en el campo de los trasplantes, apuntó el equipo de Chicago.

Y hubo otro punto positivo: a pesar del uso de medicamentos inmunosupresores en los pacientes de trasplante de pulmón, el coronavirus que provoca a la COVID-19 no pareció volver.

El equipo también encontró que en los pacientes con COVID-19 cuyos pulmones están tan dañados que no sobrevivirían sin un trasplante de pulmón, es seguro colocarlos en OMEC (oxigenación por membrana extracorpórea), una máquina de soporte vital que realiza las funciones del corazón y los pulmones. La OMEC se puede usar durante un periodo largo y de cualquier forma dejar la opción de un trasplante de pulmón exitoso, según el equipo.

El trasplante más reciente en Northwestern se realizó el Día de Acción de Gracias, e implicó a un paciente que pasó 130 días en la OMEC. Es el periodo más largo que un paciente ha pasado en la OMEC en el mundo antes de recibir un trasplante.

La mejor noticia del estudio fue que después que los pacientes reciben los nuevos pulmones, tienden a recuperarse a un ritmo rápido, añadieron los investigadores.

Más información

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU. ofrece más información sobre los trasplantes de pulmón.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Northwestern Medicine, news release, Nov. 30, 2020; Len Horovitz, MD, pulmonary specialist, Lenox Hill Hospital, New York City

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