Relacionan la hipertensión con la discapacidad y la demencia

Estudios sugieren que controlar la hipertensión podría posponer los problemas del envejecimiento

LUNES 19 de noviembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Las personas hipertensas tienen un mayor riesgo de discapacidad y demencia a medida que envejecen, según sugieren dos estudios recientes.

En el primer informe, los investigadores encontraron que la hipertensión conlleva un mayor riesgo de desarrollas discapacidades, como no poder levantar objetos, subir o bajar las escaleras o asearse.

"La hipertensión afecta muchos aspectos de la vida de una persona", afirmó el Dr. Ihab Hajjar, investigador principal e instructor de la Facultad de medicina de la Harvard. "No sólo afecta al sistema vascular, al corazón, al cerebro y al riñón, también afecta el bienestar, la capacidad de ser independiente, realizar tareas diarias y ser físicamente activo".

Los individuos que tienen una presión arterial más baja tienden a desarrollar menos discapacidad más adelante en la vida y a mostrar menos declive en sus capacidades físicas, en comparación con personas cuya presión arterial es más elevada, señaló Hajjar. "Este es un nuevo aspecto del riesgo de la hipertensión", afirmó.

El informe aparece en la edición de diciembre de Hypertension.

El equipo de Hajjar recolectó datos sobre 999 personas que participaron en el Estudio cardiaco de Charleston, que comenzó en 1960. Entre esas personas, el setenta por ciento tenía hipertensión, pero sólo el 21 por ciento tenía su presión arterial controlada a niveles óptimos.

Los investigadores encontraron que las personas hipertensas eran más propensas a tener dificultades para levantar objetos, subir o bajar escaleras o asearse, en comparación con las personas que tenían la presión arterial normal.

Además, las personas hipertensas que no tenían discapacidad a los ochenta sí tenían un aumento de entre quince y 36 por ciento en el riesgo de desarrollar uno de los tres tipos de discapacidad para cuando eran evaluados poco después de cumplir noventa, en comparación con los que tenían presión arterial normal.

Según Hajjar, a las personas que tenían la presión arterial bajo control mediante medicamentos les iba igual de bien que a aquellas que tenían presión arterial normal. "Controlar la presión arterial podría disminuir el riesgo de discapacidad", señaló.

En el otro estudio, que aparece en la misma edición de Hypertension, Shari R. Waldstein, profesora de psicología de la Universidad de Maryland en el Condado de Baltimore, y sus colegas informaron que las arterias endurecidas podrían estar relacionadas con el declive en la función mental que con frecuencia acompaña al envejecimiento.

"Las personas que tienen endurecimiento arterial muestran un declive en la memoria y la concentración a medida que envejecen", afirmó Waldstein.

Los investigadores de Maryland recolectaron datos sobre 1,749 personas del Estudio longitudinal del envejecimiento de Baltimore, que fue iniciado por el U.S. National Institute on Aging en 1958

Durante el estudio, los participantes fueron evaluados en cuanto a un aumento en la presión diferencial del pulso, que es la diferencia entre las presiones sanguíneas máxima y mínima producidas durante un latido cardiaco. Además, se evaluó su función cerebral. Esto se llevó a cabo a través de pruebas de memoria verbal y no verbal, memoria de trabajo y atención.

Además, el equipo de Waldstein evaluó datos adicionales de 582 personas a quienes se midió la velocidad de onda del pulso. Medir la velocidad de onda del pulso es un nuevo método para analizar la presión del pulso. Un aumento en la presión del pulso es un indicador de endurecimiento arterial.

Los investigadores encontraron que los aumentos en la presión del pulso y en la velocidad de la onda del pulso afectaban la memoria. Sin embargo, el endurecimiento arterial no se relacionó con la atención, la coordinación entre mano y ojo, la capacidad de nombrar objetos ni la fluidez del habla.

"El endurecimiento arterial afecta de manera negativa el rendimiento cognitivo antes de que las personas tengan un accidente cerebrovascular o desarrollen demencia", anotó Waldstein.

Los hallazgos sugieren que el endurecimiento arterial podría ser un objetivo potencial para medicamentos que ayuden a preservar la función mental, dijo Waldstein. "Un tratamiento precoz de los factores de riesgo cardiovascular que llevan al endurecimiento de las arterias podría ayudar a preservar el funcionamiento del cerebro a medida que la gente envejece", sugirió.

Un experto no está seguro de si la hipertensión es una causa de la discapacidad y la demencia o si es un marcador relacionado con esas afecciones.

"En realidad no se sabe si reducir la presión arterial disminuye la discapacidad y la demencia", apuntó el Dr. Harlan M. Krumholz, profesor de la facultad de medicina de la Universidad de Yale.

"Es parte de un síndrome complejo", señaló. "Tener hipertensión se relaciona con tener pequeños accidentes cerebrovasculares y enfermedad cardiaca subclínicos. Puede haber otras complicaciones por medicamentos que no interactúan bien entre sí".

Krumholz opina que para cualquier paciente dado, los motivos de la demencia y la discapacidad son complejos. "Pero aunque intentamos aclarar el significado de estos estudios, la recomendación clara y contundente para la gente es controlar su hipertensión", concluyó.

Más información

Para más información sobre la hipertensión, visite la American Heart Association.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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