Ser granjero y padre son distintivos de los hombres que llegan a los cien

Estudio halla que es más probable que los hombres que tienen más de tres hijos alcancen esta edad

LUNES 19 de noviembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Según un estudio reciente, el perfil ideal del hombre estadounidense con la esperanza de llegar a los 100 años es ser un granjero joven y delgado con cuatro o más hijos.

La investigación, que se basó en gran parte en los datos de las tarjetas de reclutamiento de la Primera Guerra Mundial, sugiere que mantener a raya el exceso de peso durante la juventud, dedicarse a la agricultura y procrear un gran número de descendientes ayudan a los hombres a vivir más de cien años.

Un hallazgo en particular resultó inesperado, anotaron los investigadores.

"Nos sorprendió encontrar que tener más de tres hijos era beneficioso para la longevidad, algo que contradice los hallazgos de estudios previos llevados a cabo por otros autores, y el sentido común", dijo el coautor del estudio Leonid Gavrilov, que realizó el estudio junto con su esposa, Natalia Gavrilova, ambos del Centro para el envejecimiento de la Universidad de Chicago.

Gavrilov, un líder en la investigación de la longevidad, tenía previsto presentar los hallazgos el lunes en la reunión anual de la Gerontological Society of America en San Francisco.

El equipo formado por el matrimonio han durante largo tiempo analizado estadísticas vitales y otros datos, con el fin de encontrar pistas que expliquen por qué algunas personas viven hasta la vejez extrema.

Justo el año pasado, reportaron un nuevo hallazgo: los bebés nacidos de mujeres menores de 25 años de edad eran el doble de propensos a vivir 100 años de edad en comparación con los bebés nacidos de madres de 25 años en adelante.

La nueva investigación en hombres fue motivada por la puesta en línea de un cúmulo de información sobre los hombres estadounidenses del siglo 20: las tarjetas de reclutamiento de la Primera Guerra Mundial

Entre 1917 y 1918, casi todos los hombres adultos de 46 años o menos debían llenar por ley estas tarjetas, en las que se les pedía que especificaran un número de atributos físicos y sociales.

En su estudio, Gavrilov y Gavrilova utilizaron primero los datos de la Seguridad Social para localizar a 240 hombres nacidos en 1887 que vivieron al menos 100 años.

En 171 de esos casos, los atributos físicos y sociales de los hombres a la edad de 30 años que fueron registrados en las tarjetas de reclutamiento de la Primera Guerra Mundial, dieron a los investigadores una instantánea de la vida que llevaban en ese momento.

El equipo de Chicago luego comparó los datos con la información de la tarjeta de reclutamiento de un grupo de hombres estadounidenses seleccionados de manera aleatoria que nacieron en 1887 y que no llegaron a los 100 años.

Surgieron algunos hallazgos sorprendentes. Antes que nada, las probabilidades de llegar a los 100 aumentaba con el número de hijos procreados para los 30 años.

En comparación con los hombres de la misma edad sin hijos, un hombre de 30 años en 1917 con uno a tres hijos tenía una mayor probabilidad de vivir más de 100 años, mostraron los datos. Sin embargo, las probabilidades de que un hombre tuviera una longevidad extrema casi se triplicaban si había procreado cuatro o más niños para la edad de 30, halló el estudio.

Este resultado contradice una teoría predominante en la investigación de la longevidad que sostiene que "hay una relación compensatoria entre el número de hijos y la longevidad del padre", anotó Arnold Mitnitski, investigador en longevidad y profesor asociado de medicina, matemáticas y estadísticas en la Universidad de Dalhousie en Halifax, Canadá.

Describió el estudio como "una investigación muy bien hecha y limpia".

En teoría, una familia numerosa debería agotar los recursos de la familia y socavar la longevidad de los padres, dijo Mitnitski. Aún así, los padres jóvenes con muchos hijos vivieron más tiempo que los demás hombres de esta muestra.

"Esto podría deberse al apoyo de los hijos cuando el padre se hace mayor", especuló Gavrilov. Por otra parte, engendrar muchos hijos "podría ser un indicador de una buena salud general y de un buen atractivo en el mercado matrimonial, lo que conduce a casarse más pronto y por tanto a tener más hijos antes de los 30", dijo.

En otras palabras, la misma salud vigorosa que aumentó el número de candidatas probables al matrimonio y la fertilidad podría también promover la longevidad, razonó Gavrilov.

Otro hallazgo, replicado en estudios previos, era que ser granjero (según lo descrito en la tarjeta de reclutamiento) más que duplicaba las probabilidades de un hombre de vivir más tiempo.

"La hipótesis más popular es que las personas en el pasado tenían condiciones sanitarias más deficientes en los pueblos, y por tanto sufrían un mayor número de infecciones temprano en la vida", señaló Gavrilov. Las granjas estaban más aisladas, por lo que los granjeros eran menos propensos a contraer enfermedades que acortaran la vida, razonó.

Como era de esperar, el sobrepeso, lo que los investigadores describen como una constitución física "fornida", redujo la probabilidad de un hombre de tener una vida larga. De hecho, los hombres delgados o de contextura mediana eran el doble de propensos a alcanzar los 100 años que los tipos corpulentos.

Sin embargo, "de modo sorprendente, no hubo mucha diferencia entre los de contextura delgada y media en términos de probabilidad de supervivencia hasta los 100 años", señaló Gavrilov. Esto contradice los resultados de estudios en animales que han sugerido que las dietas bajas en calorías, y la delgadez resultante, aumentan la longevidad.

Otras características, incluido el estatus marital y de inmigración a los 30, tenían poco o ningún impacto sobre la longevidad.

Finalmente, los hombres más altos eran sólo ligeramente más propensos a vivir 100 años que los más bajitos, halló el estudio. Los expertos siempre han asociado la poca altura con tipos de infecciones en la infancia que podrían acortar la esperanza de vida, así que este hallazgo es también un tanto enigmático, dijo Gavrilov.

"Necesitamos llevar a cabo un mayor estudio y analizar más a fondo las relaciones entre la altura en la edad adulta, las infecciones infantiles y la longevidad", dijo.

Enfatizó que los hallazgos de las mujeres sin lugar a dudas serían diferentes, debido a varias razones. "Necesitamos encontrar datos [similares] en las mujeres para encontrar la respuesta", destacó Gavrilov.

Más información

Puede encontrar más información sobre un envejecimiento saludable en el U.S. National Cancer Institute.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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