SÁBADO, 8 de febrero de 2020 (HealthDay News) -- Más de 43 millones de estadounidenses adultos cuidan a sus seres queridos cada año, pero una nueva encuesta muestra que es más probable que, en el proceso, descuiden su propia salud.
La encuesta encontró que los que cuidan de forma regular a un familiar o amigo con un problema de la salud son menos propensos a acceder a los servicios necesarios debido al costo o a la falta de un seguro de salud.
"Los cuidadores ofrecen tremendos beneficios a sus seres queridos, pero podrían estar en riesgo de carecer de acceso a los servicios necesarios, lo que pone a su salud en peligro", señaló el coautor del estudio, Jacob Bentley, profesor asociado de psicología clínica de la Universidad del Pacífico de Seattle.
"Encontramos que los cuidadores eran más propensos a no tener una cobertura de atención de la salud o a prescindir de las citas y servicios médicos necesarios", añadió.
El estudio, que se publicó en una edición reciente en línea de la revista Rehabilitation Psychology, solo incluyó a personas que proveían atención a familiares y amigos.
"La provisión de cuidados informales ofrece un enorme valor económico a nuestra sociedad, porque si reemplazáramos el cuidado informal con unos servicios de cuidados formales y pagos, costaría al país más de 600 mil millones de dólares en salarios para los asistentes a domicilio", aseguró Bentley en un comunicado de prensa de la revista.
"A pesar de los beneficios económicos para la sociedad y la valiosa asistencia provista a los receptores de los cuidados, también se debe prestar atención a los problemas financieros, físicos y emocionales de los propios cuidadores", anotó.
Se estudiaron los datos de más de 24,000 participantes. La mayoría de los participantes eran mujeres blancas menores de 65 años que ganaban entre 10,000 y 70,000 dólares al año. Un 50 por ciento estaban empleadas, y la otra mitad estaban desempleadas o jubiladas.
Más de la mitad de los participantes proveían hasta ocho horas de cuidados para un familiar o amigo cada semana. Los cuidados incluían tareas como los deberes del hogar, la gestión del dinero y cocinar las comidas.
Se registraron tanto el estatus de seguro de salud como el estado de salud mental de los cuidadores.
"Los cuidadores tenían un riesgo un 26 por ciento más alto de no tener cobertura de atención de la salud, en comparación con las personas que no eran cuidadores, y tenían un riesgo significativamente más alto (un riesgo adicional del 59 por ciento) de no ir al médico o recibir un servicio de salud necesario debido al costo", lamentó Bentley.
Adicionalmente, alrededor de una cuarta parte de los cuidadores reportaron que habían sido diagnosticados con un trastorno depresivo en algún momento de sus vidas. Según el estudio, esto representa un aumento del 36 por ciento en el riesgo respecto a las personas que no son cuidadores. Más o menos un 30 por ciento también experimentaban al menos una limitación en las actividades diarias debido a problemas físicos, mentales o emocionales.
"Dado el alcance de las dificultades para adquirir cobertura de la atención de la salud y utilizar los servicios necesarios en esta gran muestra nacional, creemos que nuestros hallazgos ameritan investigación adicional y probablemente el desarrollo de servicios de bajo costo y accesibles que satisfagan las necesidades multifacéticas de los cuidadores", añadió Bentley.
Más información
La AARP tiene más recursos para los cuidadores.
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