Evite la demencia mediante un estilo de vida saludable

elderly couple walking
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LUNES, 26 de agosto de 2019 (HealthDay News) -- Hay una receta para que los adultos mayores prevengan la demencia: comer bien, hacer ejercicio y no fumar.

Pero según un nuevo estudio, hay una salvedad. Si una persona porta los genes que la dejan vulnerable a la enfermedad, que destruye la memoria, el estilo de vida quizá no sea suficiente.

En el estudio, los investigadores encontraron que, de más de 6,300 adultos de a partir de 55 años, los que tenían unos hábitos saludables presentaron un riesgo más bajo de ser diagnosticados con demencia a lo largo de los 15 años siguientes. Esto fue así, al menos, entre las personas con un riesgo de bajo a intermedio de demencia debido a sus genes.

Entre las personas que portaban genes de alto riesgo, no hubo evidencias de que el estilo de vida influyera en las probabilidades de desarrollar demencia.

Los hallazgos, publicados en la edición del 26 de agosto de la revista Nature Medicine, respaldan a varios estudios anteriores en cuanto a que unos hábitos saludables para el corazón podrían también proteger al cerebro.

Pero también contradicen a algunas investigaciones anteriores. Otros estudios han sugerido que las elecciones de estilo de vida de hecho sí plantean una diferencia en las personas con un riesgo genético alto de demencia.

Los motivos de los hallazgos contradictorios no están claros. Pero la edad de los participantes del estudio podría ser un factor, según el investigador principal, el Dr. Silvan Licher, del Centro Médico Universitario Erasmus MC, en Róterdam, Países Bajos.

Las personas de este estudio tenían, en promedio, unos 69 años cuando se midieron sus hábitos de estilo de vida. Pero quizá los hábitos saludables a una edad más joven (la mediana edad o antes) sean esenciales para contrarrestar un riesgo genético alto de demencia.

El punto no es desanimar a nadie de que siga un estilo de vida saludable, enfatizó Licher.

"Estos resultados no deben alterar el mensaje sobre la importancia de un estilo de vida saludable para reducir el riesgo de demencia", señaló.

Si acaso, añadió, los hallazgos ofrecen "un incentivo adicional" para adoptar unos hábitos saludables ahora en lugar de más tarde. Los beneficios, anotó Licher, son numerosos, e incluyen unos riesgos más bajos de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.

En el estudio, los investigadores asignaron a los participantes a grupos según los genes que portaban. Usaron dos métodos distintos para hacerlo. En uno, se enfocaron en el gen APOE; ciertas variantes de ese gen se vinculan con un riesgo relativamente más alto de enfermedad de Alzheimer. En el segundo, tomaron en cuenta una variedad de genes que se han vinculado con el riesgo de demencia, asignando una puntuación "poligénica" a cada participante.

El equipo de Licher también puntuó a los participantes según ciertos factores del estilo de vida y la salud: los hábitos de ejercicio, la dieta y la ingesta de alcohol, el tabaquismo, y si tenían diabetes, depresión o estaban socialmente aislados.

Durante los 15 años siguientes, las personas con una puntuación de estilo de vida "favorable" tuvieron menos probabilidades de desarrollar demencia... si no tenían un riesgo genético alto, mostraron los hallazgos.

La diferencia fue clara, por ejemplo, entre las personas con unas puntuaciones bajas de riesgo por el APOE: las que tenían un estilo de vida favorable presentaron una tasa mucho más baja de demencia, de menos de un 13 por ciento, en comparación con un 32 por ciento entre las que tenían un estilo de vida malsano.

Surgió un patrón similar entre las personas con un riesgo intermedio por el APOE, que eran la mayoría de los participantes del estudio.

El panorama fue distinto entre las personas con un riesgo alto por el APOE. Alrededor de un 18 por ciento de los que tenían un estilo de vida saludable desarrollaron demencia, frente a un 19.5 por ciento de los que tenían hábitos malsanos.

Es difícil saber el motivo de ese hallazgo, o por qué contradice a algunos estudios anteriores, según Rebecca Edelmayer, directora de implicación científica de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association).

Pero se mostró de acuerdo en que no hay un cambio en el mensaje sobre el estilo de vida. "Tenemos evidencias que sugieren que adoptar un estilo de vida saludable es bueno no solo para la salud cardiovascular, sino también para la salud del cerebro", enfatizó Edelmayer.

En última instancia, añadió, obtener respuestas más sólidas conllevará ensayos clínicos.

Actualmente, la Asociación del Alzheimer está financiando un ensayo, llamado U.S. Pointer, que evalúa una combinación de medidas, que incluyen al ejercicio, la estimulación mental y un mejor control de la presión arterial y la diabetes. Observa si esas medidas pueden ayudar a prevenir el deterioro mental en los adultos mayores que se cree que están en un mayor riesgo.

Sería mucho más difícil realizar un ensayo similar en adultos de mediana edad, porque se tardarían años en ver cualquier efecto, anotó Edelmayer. Pero en general, dijo, es posible que las personas obtengan el mayor beneficio al hacer cambios saludables lo antes posible.

"Nunca es demasiado pronto para comenzar", añadió.

Más información

La Asociación del Alzheimer ofrece más información sobre un estilo de vida saludable para el cerebro.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2019, HealthDay

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