Lunes, 1 de julio (HealthDayNews) -- Pese a esos comerciales de televisión situados en un fresca playa en los que se presenta una necesidad "urgente" de medicamentos para la incontinencia urinaria, un nuevo estudio demuestra que una simple forma de terapia de comportamiento podría ser la mejor línea de defensa para las mujeres con problemas de control de vejiga.
La investigación publicada en la edición de julio de Obstetrics & Gynecology, revela cómo la instrucción sobre el control de la vejiga, junto con el apoyo profesional, redujo los episodios de incontinencia urinaria hasta en 100 por ciento en algunas mujeres, y en 50 por ciento o más en la mayoría del grupo del estudio.
"Lo que es realmente emocionante acerca de este estudio es que confiere poderes a las mujeres al demostrar que pueden tomar control de la incontinencia urinaria, y que se puede llevar a cabo en una forma muy simple y muy barata", indicó la autora del estudio Dra. Leslee L Subak, ginecóloga-obstetra en la Universidad de California en San Francisco quien se especializa en tratar problemas urinarios.
"Básicamente no existen aspectos negativos en este método de tratamiento; y se debe considerar la primera línea de defensa para las mujeres que padecen de incontinencia, particularmente incontinencia relacionada con la edad", añadió Subak.
El Dr. Victor Nitti de New York University está motivado con el hallazgo. No obstante, indicó que el estudio no carece de fallas.
"Fundamentalmente, su premisa es una buena que la terapia de comportamiento puede acompañar algunos resultados sobresalientes pero no estoy seguro de que se tomara en consideración que las mujeres entraron a estos estudios altamente motivadas. Y no estoy seguro de encontrar esa clase de motivación en la población general", comentó Nitti, vicepresidente del departamento de urología en la Escuela de Medicina de NYU.
Debido a que la motivación es la clave del éxito en cualquier terapia de comportamiento, Nitti manifestó que "está seguro de que no veríamos la misma clase de resultados sorprendentes en el mundo real".
La incontinencia urinaria se considera una de las condiciones más prevalecientes, afectando hasta 50 por ciento en el grupo de edad posmenopáusica. Quince por ciento de estas mujeres experimentan incontinencia urinaria diariamente, a menudo incapaces de controlar su vejiga, de día o de noche.
Aunque en la mayoría de los casos el problema no significa ninguna condición que amenaza la vida, Subak informa que se ha citado como un enorme asunto de calidad de vida; y uno que las mujeres encuentran difícil discutir, incluso con su doctor.
Porque no es una cuestión de salud que amenace la vida, tal como el colesterol o la hipertensión arterial, la mayoría de los doctores de cuidado primario no se aprestan a preguntar a los pacientes acerca del control de la vejiga.
El resultado combinado, expuso, es que muchas mujeres nunca descubren cuán fácil puede ser tomar control de sus problemas; y que no se necesita obligatoriamente medicación para hacerlo.
Nitti concordó: "Creo que más doctores de cuidado primario y ginecólogos de cuidado primario necesitan hacer un esfuerzo para identificar aquellos pacientes quienes pueden desempeñarse bien con la terapia de comportamiento, y ofrecérsela".
El estudio de Subak inicialmente involucró 152 mujeres divididas en dos grupos: 77 fueron asignadas al azar a participar en la terapia de comportamiento enfocada en adiestrar la conciencia de la incontinencia urinaria, aunque las restantes 75 mujeres sirvieron como controles.
Las mujeres en el grupo de comportamiento participaron en seis sesiones semanales que comenzaron con información básica sobre la función urinaria, la importancia de la fuerza del músculo pélvico e instrucción de ejercicios pélvicos, y detalles sobre cómo mantener un bitácora del control de vejiga de hábitos de orinar diarios.
En reuniones de grupos de apoyo subsecuentes, las mujeres discutieron los datos de sus diarios y establecieron nuevos programas para orinar, aumentando el tiempo entre las idas al baño aproximadamente 30 minutos, según toleraron, con una meta final de tres horas entre vaciadas.
El grupo control no recibió instrucciones y no recibió apoyo, pero sí mantuvo un diario urinario.
El resultado final: Luego de seis semanas, las mujeres en el grupo de apoyo experimentaron un 50 por ciento de reducción en episodios de incontinencia, en comparación con un 15 por ciento de reducción en el grupo control.
Luego de que el estudio terminó, al grupo control también se ofreció la terapia de comportamiento, y debido a su realización un segundo conjunto de resultados se tabuló, reflejando el resultado general para todas las mujeres.
Ese resultado: Cuando las mujeres en ambos grupos de estudio se combinaron, los doctores atestiguaron un 40 por ciento de reducción en episodios de incontinencia, que también permaneció durante el seguimiento de seis meses. Adicionalmente, 30 de las mujeres mejoraron en un 100 por ciento, 40 mejoraron al menos en 75 por ciento, y 50 mejoraron al menos 50 por ciento.
Aunque la cantidad de tiempo entre las visitas al baño no se redujo en ningún margen significativo, Subak dijo que la capacidad de controlar las urgencias y en última instancia los accidentes de orinar se experimentó en la amplia mayoría en el estudio.
Nitti indicó que los resultados fueron similares y quizás sólo un poco mejor de lo que se esperaba con las medicaciones del control de la vejiga. Subak dijo que está complacida con el resultado.
"Podemos mostrar que este método simple y a bajo costo del adiestramiento de comportamiento puede tener un impacto significativo: y es importante que las mujeres se den cuenta que pueden tomar control de su problema; no tienen que vivir con incontinencia", expresó Subak.
Qué hacer
Para una estupenda hoja informativa sobre incontinencia urinaria en las mujeres, visita El Centro Nacional de Distribución de Información Urológica y Enfermedades Relacionadas. También puedes examinar nuevos datos sobre el control de vejiga que se encuentran aquí.
