¿Desea vivir más tiempo? Quizá lo logre si come un poco menos

eating in a restaurant
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JUEVES, 22 de marzo de 2018 (HealthDay News) -- Servirse un poco menos de comida cada día podría ser la clave de una larga vida, sugiere una investigación preliminar.

Las personas que redujeron su ingesta calórica en apenas un 15 por ciento a los largo de dos años experimentaron una reducción significativa en su metabolismo, según un pequeño ensayo clínico.

Esas personas también observaron mejoras en biomarcadores asociados con un envejecimiento más lento y una vida más larga, aseguró la investigadora líder, Leanne Redman, profesora asociada de ciencias clínicas en Pennington Biomedical Research en Baton Rouge, Luisiana.

En concreto, desarrollaron una temperatura corporal central más baja, unos niveles más bajos de azúcar en la sangre e insulina, y reducciones significativas en las hormonas que moderan el metabolismo, reportaron los investigadores.

"Sabemos que esas cosas son más bajas en las personas que viven más tiempo", dijo Redman.

Estudios sobre el envejecimiento en los animales han vinculado una ingesta calórica más baja con unas vidas más largas, pero este es el primer ensayo clínico en rellenar la laguna entre los animales y los humanos, comentó Rozalyn Anderson, una experta en la Federación Americana de Investigación sobre el Envejecimiento (American Federation for Aging Research) que revisó los hallazgos.

"Mucho de lo que reportan es del todo consistente con lo que hemos visto en nuestros estudios con monos", señaló Anderson, una profesora asociada que estudia el envejecimiento y la restricción calórica en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin.

"Tenemos una concordancia entre los monos y los humanos, y es absolutamente brillante. Es realmente agradable haber cerrado esa laguna en términos de la biología del envejecimiento", dijo.

En este ensayo, el equipo de Redman reclutó a 34 personas sanas, con una edad promedio de 40 años, para que siguieran una dieta con las calorías restringidas durante dos años.

Los investigadores enseñaron a los participantes del estudio la forma de reducir un 25 por ciento de su ingesta calórica diaria usando tres modelos distintos de una dieta saludable, explicó Redman. Entonces, los participantes eran libres de seguir la dieta mediante cualquier medio que eligieran.

"Por sí mismos, lograron una reducción del 15 por ciento en la ingesta calórica que se sostuvo durante dos años, algo bastante sorprendente", dijo Redman.

En promedio, el grupo perdió unas 20 libras (unos 9 kilos), mayormente en el primer año, aunque la mitad entró al estudio con un peso normal y los demás solo tenían un sobrepeso moderado, apuntó Redman.

Las pruebas mostraron cambios en el metabolismo y en los procesos corporales que reflejaban los que se han vinculado con una vida más larga en animales y personas, dijo Redman. Los participantes también tuvieron una reducción significativa en el estrés oxidativo, relacionada con su metabolismo más bajo.

Los investigadores dijeron que esto respalda a las teorías controversiales que vinculan a un metabolismo alto y un aumento en el estrés oxidativo con un envejecimiento más rápido.

"Cuando producimos energía, hay productos secundarios del metabolismo, y esos productos secundarios llamados radicales de oxígeno se acumulan en el cuerpo y provocan daño a las células y los tejidos", dijo Redman. Ese daño puede hacer que las células envejezcan con mayor rapidez, y contribuir a enfermedades como el cáncer.

Anderson no está segura de que esa sea la mejor explicación.

Anotó que los estudios en laboratorio con ratones han mostrado que el daño provocado por el estrés oxidativo no tiene ningún efecto en la duración general de la vida.

Anderson cree que la ingesta calórica más baja hace que el cuerpo utilice la energía con una mayor eficiencia, y que eso de alguna forma resulta en beneficios respecto al envejecimiento.

"Por ejemplo, sabemos que hay una conexión realmente estrecha que no comprendemos entre el ayuno y la resiliencia, que es la capacidad de enfrentarse a las enfermedades", apuntó Anderson.

Las personas que desean intentar comer menos para tratar de vivir más se deben enfocar en el tamaño de las porciones, al mismo tiempo que siguen una dieta saludable y bien equilibrada, aconsejó Redman.

Deben buscar reducir la ingesta calórica en un 25 por ciento, con la comprensión de que es probable que no alcancen esa meta, dijo Redman. No se deben desanimar si no siguen perdiendo peso a largo plazo.

"La meta no es perder peso. La meta es tener una ingesta más baja sostenida", señaló Redman.

Anderson duda que ese patrón de alimentación se pueda sostener.

"Nunca le recomendaría a alguien que restrinja las calorías", dijo Anderson. "Creo que es demasiado difícil. El motivo de que tan siquiera lo estudiemos es para comprender el envejecimiento, no porque queramos que las personas lo hagan. Las personas ni siquiera pueden reducir sus calorías hasta una ingesta normal de alimentos".

La restricción calórica ofrece un vistazo al proceso de envejecimiento, porque funciona para reducir el envejecimiento en los animales, dijo. Mediante esto, los investigadores esperan obtener información sobre cómo ocurre el proceso de envejecimiento para poder abordar dichos procesos mediante unos medios mejores que una dieta severamente restringida.

"Deseamos ver cuáles son esos desencadenantes, y si podemos llegar a ellos de forma distinta", añadió Anderson.

El estudio aparece en la edición del 22 de marzo de la revista Cell Metabolism.

Más información

La Federación Americana de Investigación sobre el Envejecimiento ofrece más información sobre la restricción calórica.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2018, HealthDay

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