La pérdida de la audición es común entre los adultos de mediana edad, según un estudio

Investigadores señalan que unos estilos de vida saludables podrían prevenir o retrasar el problema

LUNES, 21 de febrero (HealthDay News/HolaDoctor) -- Se calcula que el 21 por ciento de los estadounidenses entre los 48 y los 59 años de edad se enfrentan a algún tipo de pérdida de la audición, y esa cifra llega al 90 por ciento de los adultos a partir de los 80 años, según un estudio reciente.

Sin embargo, gran parte de esa pérdida de la audición podría prevenirse, aseguran los investigadores.

Los factores que contribuyen a la pérdida de la audición incluyen trabajar en un ambiente ruidoso, tener un padre que haya sufrido de pérdida de la audición y posiblemente la enfermedad cardiaca. La pérdida de la audición se relaciona con dificultades para comunicarse, mala calidad de vida, demencia y problemas cognitivos, señalaron los autores del estudio.

"La pérdida de la audición podría no ser una parte inevitable del envejecimiento y nuestros hallazgos, que concuerdan con otros estudios, apuntan a la posibilidad de que si vivimos unos estilos de vida más sanos, que puedan reducir nuestras probabilidades de enfermedad cardiovascular, por ejemplo, tal vez podamos prevenir o retrasar la pérdida de la audición", afirmó el líder de la investigación, Scott D. Nash, que trabaja en la facultad de medicina y de salud pública de la Universidad de Wisconsin en Madison.

Nash aseguró que la pérdida de la audición es un problema común. "En nuestro estudio, casi uno de cada siete adultos de más de 21 años tenía pérdida de la audición. En los participantes a partir de los 65 años, más del 40 por ciento la tenía. También encontramos que la pérdida de la audición se asociaba con algunas medidas cardiovasculares", añadió.

"Una explicación posible de la conexión entre la enfermedad cardiovascular y la pérdida de la audición podría ser que los trastornos o cambios del flujo sanguíneo que la enfermedad cardiovascular conlleva podrían conducir a pérdida de oxígeno en el oído interno u otras partes de las vías auditivas", especuló.

El nuevo informe aparece en la edición en línea del 21 de febrero de la revista Archives of Otolaryngology -- Head & Neck Surgery.

Para el estudio, Nash y colegas recolectaron datos de 3,285 hombres y mujeres que participaron en el Estudio de descendencia de Beaver Dam, que evalúa el envejecimiento y sus efectos. La edad promedio de los participantes fue de 49 años.

Los investigadores midieron la pérdida de la audición como la capacidad de escuchar ciertos tonos y también de reconocer palabras a distintos niveles de sonido, y palabras habladas por voces masculinas y femeninas.

El equipo de Nash encontró que 14.1 por ciento de los participantes del estudio sufrían de algún nivel de pérdida de la audición.

En la prueba de reconocimiento de palabras, 89.6 por ciento de las personas pudieron escuchar las palabras bien cuando se pronunciaban en un ambiente tranquilo, pero apenas 63.5 por ciento las escuchaban correctamente cuando el ambiente era ruidoso, como el que se podría experimentar en medio de una multitud.

La pérdida de la audición fue más común entre los hombres y los menos educados, y en las personas que trabajaban en ambientes ruidosos o se habían sometido a una cirugía de oído.

Los investigadores señalaron que la enfermedad cardiaca fue otro factor que pareció tener un efecto sobre la audición, y citaron el uso de fármacos reductores del colesterol, el nivel de hematocrito (una medida del espesor de la sangre) y el espesor de la pared arterial.

Además, si uno de los padres sufría de pérdida de la audición, sus hijos tenían un riesgo significativamente más elevado de trastornos de la audición, porque la pérdida de la audición es una "afección muy heredable", dijeron los investigadores.

En un comentario sobre el estudio, el Dr. Thomas Balkany, director del Instituto del Oído de la Universidad de Miami, apuntó que "el mundo es cada vez más ruidoso".

Balkany cree que este creciente nivel de ruido causa el aumento en la pérdida de la audición, sobre todo entre personas de bajos ingresos que con frecuencia se ven expuestas a ruidos más fuertes durante más tiempo en sus trabajos.

Por eso, Balkany piensa que la relación entre problemas de salud como la enfermedad cardiaca, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad y la pérdida de la audición se deben en gran parte a factores sociales que colocan a la gente en ambientes malsanos en que la pérdida de la audición es un producto secundario. En otras palabras, los estilos de vida que aumentan el riesgo de problemas crónicos de salud también aumentan el riesgo de pérdida de la audición.

Balkany, catedrático del departamento de otorrinolaringología de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, lamentó que no haya mucho que se pueda hacer. "El mensaje es el mismo: proteja sus oídos", aconsejó.

Más información

Para más información sobre la pérdida de la audición, visite la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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