JUEVES 8 de diciembre (HealthDay News/HispaniCare) -- La mitad de los estadounidenses que se acercan a sus años de Medicare tienen presión arterial alta, mientras que dos de cada cinco son obesos, anunció el gobierno de los EE.UU. en su resumen anual sobre el bienestar del país.
Aún así, la salud del país en general continúa mejorando a medida que la expectativa de vida alcanza su tope de todos los tiempos, y las muertes por enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y cáncer continúan en declive, según Health, United States, 2005 (Salud, los Estados Unidos, 2005), que fue publicado por el Departamento de Servicios de Salud y Humanos de los EE.UU.
El informe de este año, basado en datos recolectados por el National Center for Health Statistics, representa una mirada profunda al sector demográfico de 55 a 64 años de edad, los más viejos de la generación de la posguerra y el segmento poblacional de más rápido crecimiento.
Se espera que sus números crezcan de 29 millones en 2004 a 40 millones en 2014, por lo que su salud podría ser un pronosticador para el resto del país y ofrecería importantes pistas sobre el futuro de los programas y políticas de salud para las personas de la tercera edad.
"Los llamo la vanguardia de la generación posguerra", afirmó Amy Bernstein, directora del informe y jefa de la rama de estudios analíticos del National Center for Health Statistics. "Ver su experiencia muestra que los factores de riesgo como la obesidad y la hipertensión van en la dirección incorrecta y que la cosa se está apretando".
Para resaltar su punto, el informe encontró que el 40 por ciento de las personas entre 55 y 64 años eran obesas, en comparación con el 31 por ciento del informe de 2003.
El informe también encontró que el uso de medicamentos recetados aumentó muchísimo y la tasa de medicamentos para bajar el colesterol casi se triplicó entre los hombres y las mujeres de 1995 a 1996 y de 2002 a 2003
Las personas en el rango de edad de 55 a 64 también tenían problemas de salud más frecuentes y graves, incluidas la diabetes y la enfermedad cardiaca, que las personas más jóvenes.
"Realmente están en riesgo porque comienzan a tener problemas de salud", aseguró Bernstein.
Los negros y los hispanos en este grupo de edad eran aún más propensos a estar enfrentándose a enfermedades crónicas y debilitantes, y a no tener seguro de salud. Los hispanos y los indígenas estadounidenses menores de 65 años eran más propensos a no tener cobertura de seguro de salud que los que estaban en otros grupos raciales y étnicos. En 2003, las personas de ascendencia mexicana tenían la mayor probabilidad de no tener seguro de salud, con un 38 por ciento. Los blancos no hispanos tenían la menor probabilidad de no tener cobertura, con un 12 por ciento.
Sin embargo, en general, la generación posguerra pre-Medicare tenía más probabilidades de tener seguro de salud que los demás adultos de los otros grupos de edad.
El informe también encontró que en 2003, la expectativa de vida al nacer para la población total alcanzó su tope de todos los tiempos en 77.6 años, en comparación con 75.4 años en 1990.
Y las muertes por enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y cáncer disminuyeron entre 2 y 5 por ciento.
Sin embargo, junto con la longevidad llega una mayor prevalencia de enfermedades crónicas.
Y si bien se continúan obteniendo ganancias en atención sanitaria y bienestar, suceden con mayor lentitud que en el pasado.
"Las cosas están mejorando, pero no están mejorando tan rápido como antes", apuntó Bernstein. "No se está nivelando, pero no está aumentando tan rápido como quisiéramos".
Entre los hallazgos del estudio se encuentran:
Más información
Vea el informe completo en el National Center for Health Statistics.