La terapia genética ayudó a los ratones a aguantar la artritis, según un estudio

Inyectar un gen responsable de la lubricación de las articulaciones podría algún día ayudar a los humanos, afirma un investigador

JUEVES, 14 de marzo (HealthDay News) -- En una señal muy temprana de avance médico en el campo de la osteoartritis, unos científicos informan que han utilizado inyecciones de genes modificados para reducir el riesgo de que los ratones desarrollen la afección, que es dolorosa y debilitadora.

No hay forma de saber si el tratamiento con terapia genética ayudará a los humanos, y los científicos están lejos de comprender los efectos secundarios y el costo potencial del tratamiento. Pero los hallazgos son más que una simple buena noticia para los ratones con articulaciones adoloridas.

"Este trabajo ha detectado un método que puede hacer que las cosas cambien", explicó el coautor del estudio, el Dr. Brendan Lee, director del Programa de Enfermedades Óseas Rolanette y Berdon Lawrence de Texas. "Hay una gran necesidad de tratar y prevenir la osteoartritis".

La enfermedad, la forma más común de artritis, aparece a medida que las articulaciones se deterioran con el envejecimiento. Con frecuencia ataca a las manos, las rodillas, el cuello y la cadera, provocando dolor, rigidez y dificultades para moverse.

El 70 por ciento de los estadounidenses de 55 a 70 años luchan contra la osteoartritis, que no tiene cura. Los médicos tratan el olor y mejoran la capacidad de los pacientes de moverse, explicó Lee, y podrían recurrir a cirugías de reemplazo articular en los casos avanzados.

En el nuevo estudio, los investigadores examinaron una proteína que disminuye en las personas con un raro trastorno articular. La proteína parece ser esencial para la lubricación de las articulaciones.

Los investigadores inyectaron un gen relacionado con la proteína en ratones, y hallaron que los cuerpos de los roedores comenzaron a producirla. Los ratones parecieron ser resistentes (pero no inmunes) al daño del cartílago de las articulaciones a partir de las lesiones y el envejecimiento, señaló Lee.

Hay muchas salvedades.

La investigación es en ratones, no en humanos. El próximo paso es evaluar el método en los caballos, cuyas articulaciones son similares a las de las personas. Y la terapia genética no parece hacer nada por el daño que ya ha ocurrido.

"Este tipo de terapia probablemente no resulte muy útil en pacientes de enfermedad avanzada", apuntó Lee, y añadió que el tratamiento probablemente tenga que ser usado en conjunto con otras estrategias.

La Dra. Joanne Jordan, directora del Centro Thurston de Investigación sobre la Artritis en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, dijo que los hallazgos "serían realmente emocionantes si esto se puede trasladar a los humanos". El estudio, señaló, parece ser razonable y particularmente firme porque observa la osteoartritis en los ratones desde distintos ángulos.

Actualmente, apuntó Jordan, los tratamientos para la osteoartritis, como los analgésicos, conllevan efectos secundarios potencialmente graves. Y añadió que en muchos casos, el daño ya está hecho para cuando las personas notan que hay un problema.

El estudio aparece en la edición del 13 de marzo de la revista Science Translational Medicine.

Más información

La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. tiene más información sobre la osteoartritis.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2013, HealthDay

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