Estudio rechaza idea de que la muerte se tome un descanso

No se observó un incremento o disminución considerable en el índice de mortalidad alrededor de la Navidad o fecha de cumpleaños del paciente

MARTES 21 de diciembre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Entre los trabajadores de atención médica y familiares de pacientes con enfermedad terminal, es común escuchar historias de que los pacientes "resisten" hasta que pase la época Navideña o sus cumpleaños. A través del tiempo, dichas historias han elevado la creencia de que los pacientes pueden postergar la muerte mediante mera fuerza de voluntad.

Pero una investigación reciente sugiere que es posible que este no sea el caso.

En el mayor estudio jamás realizado, los investigadores no reportaron tendencia alguna sobre un menor índice de mortalidad inmediatamente tras el Día de Gracias, Navidad o los cumpleaños respectivos de los pacientes moribundos.

"Analizamos la información de más de 309,000 muertes de cáncer; en caso de una tendencia, pero no la había", dijo el coautor del estudio Donn Young, estadista y científico investigador del Comprehensive Cancer Center de la Universidad Estatal de Ohio.

Mientras que los resultados del estudio pueden ser desalentadores para algunos, Young considera que aportan un mensaje importante y positivo.

Para las familias que están pendientes del cuidado de un ser querido con enfermedad terminal, los hallazgos sugieren que "debemos actuar ahora, y no esperar a que pasen los días festivos", dijo Young. "Si hay un evento importante, celébrelo ahora, o hágale una llamada a esa persona. Necesitamos darles el temprano regalo de hacerles saber que le queremos, para brindarles nuestra atención y nuestro tiempo."

Young y el co-investigador Erinn Hade reportaron sus hallazgos en las ediciones del 22 y 29 de diciembre del Journal of the American Medical Association.

El interés de los investigadores de la Universidad Estatal de Ohio en la teoría sobre "la postergación de la muerte por época festiva" aumentó durante esta época el año pasado, cuando un reportero acudió a Young respecto a un reportaje sobre dicho fenómeno.

"Cuando el artículo salió publicado, resultó que era yo el único aguafiestas, de acuerdo con todos los demás, 'Sí, claro, seguro que esto sucede en realidad ", ironizó Young.

Al consultar la bibliografía disponible, descubrió que pocos estudios se habían realizado sobre el tema, los cuales se enfocaban en muestras relativamente menores de subgrupos específicos.

Como estadista, Young tuvo acceso a una muestra mucho mayor, la base de datos de mortalidad de Ohio. En su estudio, él y Hade examinaron la información de la mortalidad relacionada con el cáncer en Ohio entre 1989 y 2000: más de 309,000 fallecimientos. Se concentraron en las muertes sucedidas dentro de las dos semanas alrededor del Día de Gracias, Navidad y el cumpleaños del paciente.

Contrario a la creencia popular que predice una reducción de las muertes por cáncer previo a la época festiva, y un incremento después de las festividades, "nosotros no observamos ningún incremento o reducción [en las muertes] para cualquiera de dichas fechas específicas", comentó Young.

La creencia popular de que los pacientes pueden retrasar su fallecimiento podría estar basada en una combinación de "ilusión y memoria selectiva", mencionó Young.

"Recordamos a esos pacientes que resistieron, precisamente por que es muy memorable", observó. "Sin embargo, olvidamos el caso del paciente que fallece justo un día antes de Navidad".

El Dr. Michael Thun, líder de investigación epidemiológica de la American Cancer Society, indicó que los hallazgos subrayan la importancia de una población de estudio grande y diversa.

"Cuando un estudio se basa en una población de tamaño adecuado, las asociaciones que se habían reportado en común resultan eventos de la casualidad más que una tendencia verdadera", agregó. "Siempre habrán sorpresas individuales, pero este es un estudio bastante sustancial y sugiere que dichas sorpresas son la excepción y no la regla".

Thun coincidió con Young en que los estadounidenses deberían interpretar dichos hallazgos como algo de respeto a la vida.

"Se debe vivir la vida como si cada día fuera el último, todos debemos hacer eso", continuó Thun.

Young agregó que celebrar ahora en vez de más tarde será siempre una situación en la que todos ganan.

"Mi padre murió de una deficiencia renal crónica el verano pasado, una semana después de cumplir 88 años", observó. "Celebramos su cumpleaños con anticipación por que no sabíamos si resistiría hasta ese día. Afortunadamente sí resistió, por lo que simplemente lo celebramos de nuevo. No considero que alguien piense que sea una mala idea celebrar dos veces un evento como ese".

Más información

Para más asesoría e información sobre atención a pacientes terminales, visite la American Cancer Society.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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