La contaminación de ozono aumenta el riesgo de muerte

Un estudio encuentra que es peligrosa incluso en los estándares actuales de la EPA

MARTES 16 de noviembre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Los aumentos de los niveles de ozono en el aire contribuyen a la muerte de miles de estadounidenses cada año, según sugieren nuevas estadísticas nacionales.

El estudio, patrocinado por la U.S. Environmental Protection Agency, comparó las tasas de muerte y los niveles atmosféricos de ozono diario en 95 ciudades de los EE.UU. durante 14 años. Encontró que los aumentos en el ozono diario estaban asociados con aumentos concurrentes en las muertes por causas cardiovasculares, respiratorias y otras.

"Pienso que este estudio realmente señala, por primera vez, que la contaminación aérea por ozono puede causar un aumento en el riesgo de muerte en la población general", afirmó George Thurston, profesor asociado de medicina ambiental el la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, y codirector del Centro de Investigación de Materia en Partículas EPA de la universidad.

El estudio, liderado por Michelle Bell, de la Universidad de Yale, aparece en la edición del 17 de noviembre del Journal of the American Medical Association.

El ozono es un gas tóxico que contiene tres átomos de oxígeno, no los dos que es normal. Una capa natural de ozono se encuentra en la estratosfera superior, donde ayuda a proteger a la vida en la Tierra de los peligrosos rayos ultravioleta del sol.

Cuando se respira en la superficie, sin embargo, el ozono es mucho menos amigable para los humanos. Estudios previos han vinculado al ozono inhalado a enfermedades cardiovasculares y pulmonares, "cualquier cosa desde síntomas respiratorios, como tos o respiración con silbido, hasta la admisión en el hospital", apuntó Bell.

Desafortunadamente, los contaminantes producidos por los humanos continúan aumentando los niveles de ozono en el aire respirado por las personas. "Los carros y las chimeneas producen gases que se transforman químicamente y se convierten en ozono en el aire", explicó Bell.

Hasta ahora, no se ha llevado un estudio a gran escala que confirme la relación entre los altos niveles de ozono y un aumento en las tasas de mortandad.

En su estudio, Bell y su equipo de Yale recolectaron datos sobre mortalidad del gobierno de los EE.UU. de 1987 a 2000 de 95 importante centros urbanos, que conformaban un total del 40 por ciento de la población de los EE.UU. Luego, compararon los cambios de día a día en las tasas urbanas de muerte con las fluctuaciones concurrentes en los niveles locales de ozono, basándose en los datos de vigilancia de la EPA.

"Encontramos que el ozono si está asociado a la mortalidad. La mortalidad fue mayor en los días en que las capas de ozono de la semana previa fueron más altas", apuntó Bell.

Al unir los datos para calcular un promedio nacional, el equipo de Bell concluyó que las tasas de muerte por todas las causas creció en 0.52 por ciento en los días en que los conteos de ozono durante la semana anterior habían aumentado en 10 partes por mil millones.

El aumento en el riesgo relacionado al ozono fue aún más alto (0.64 por ciento) cuando los investigadores se concentraron exclusivamente en muertes por eventos cardiovasculares y respiratorios, tales como un ataque del corazón o el asma.

Thurston, quien ha trabajado con la EPA en la vigilancia del ozono en el pasado, resaltó que el ozono puede ser aún más mortal que lo que este estudio sugiere.

"Realmente es un estudio más bien conservador", afirmó. "Por un lado, sólo considera la muerte aguda, no considera que la exposición a largo plazo al ozono podría tener un efecto acumulativo más allá del efecto agudo y súbito".

Los hallazgos también sugieren que los estándares actuales de la EPA de niveles aceptables de ozono podrían necesitar revisión, señaló Bell.

"Ahora mismo, no sabemos si hay un nivel 'seguro'", afirmó. "En nuestro estudio, evaluamos un subgrupo de días que cumplían con una aproximación del estándar de la EPA. Y viendo esos días, todavía encontramos una asociación entre el ozono y una mortalidad [incrementada]. Y esos días en realidad cumplían con el estándar".

Según Thurston, durante los próximos cuatro o cinco años, el Comité de Asesoría Científica para Aire Limpio de la EPA se reunirá para examinar los datos más recientes sobre el ozono y decidir si se necesitan cambios en las regulaciones actuales.

"Este estudio es una publicación muy importante dentro de esta reevaluación", apuntó.

"Si pudiéramos reducir el ozono por tan sólo 10 partes por mil millones (una reducción de cerca de un tercio, lo cual es razonable dada la tecnología actual) podríamos salvar cerca de 4,000 vidas cada año", dijo Bell.

Mientras tanto, hay cosas que todo estadounidense puede hacer para mejorar la calidad del aire que respira al mismo tiempo que reduce su exposición al ozono.

"Lo que sea que podamos hacer individualmente para bajar el ozono sería útil, ya sea a través de la conservación de la energía o el cambio de los patrones de transporte, por ejemplo, tomar el autobús al trabajo o irse con compañeros", apuntó Bell.

"Lo segundo que podemos hacer, como individuos, es reducir nuestra exposición al ozono", añadió Bell. "Los niveles de ozono siempre son más alto en el exterior que en el interior, entonces, en los días calurosos con un ozono muy alto, permanecer dentro de la casa, o por lo menos no ejercitarse en el exterior, puede reducir su riesgo".

Más información

Para aprender más sobre la calidad del aire en su región, visite la Environmental Protection Agency.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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