Los pediatras revisan las directrices para los adolescentes víctimas de abuso sexual

Los médicos deben sentirse cómodos al hacer las pruebas y ofrecer ayuda adicional si es necesario
girl being examined
girl being examined

LUNES, 27 de febrero de 2017 (HealthDay News) -- Los pediatras deberían sentirse cómodos al tratar y al evaluar si se han producido abusos sexuales, y deberían saber dónde enviar a los pacientes adolescentes para que reciban cualquier ayuda adicional que necesiten.

Estos son algunos de los puntos principales de las recomendaciones actualizadas de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) sobre ayudar a los adolescentes que han sido víctimas de abuso sexual.

La última vez que el grupo publicó unas directrices sobre este asunto fue en 2008. Desde entonces, el problema del abuso sexual (sobre todo en los campus universitarios) ha recibido más atención del público, explicó la Dra. Elizabeth Alderman, autora principal de las nuevas recomendaciones.

En 2014, indicó, un grupo de trabajo de la Casa Blanca publicó un informe animando a las universidades a aumentar los esfuerzos para combatir los abusos sexuales.

Por supuesto, el abuso sexual no se limita a los campus universitarios, dijo Alderman, especialista en medicina adolescente en el Hospital Pediátrico de Montefiore, en la ciudad de Nueva York.

Los pediatras tienen un papel que jugar tanto ante las secuelas de un abuso sexual como en la ayuda para prevenirlo, explicó.

"Es extremadamente importante que los pediatras estén preparados para esto", dijo Alderman.

Las directrices actualizadas, publicadas en línea el 27 de febrero en la revista Pediatrics, ofrecen consejos a los pediatras sobre cómo atender a un paciente justo después de un abuso sexual.

Pero también animan a los médicos a preguntar de forma rutinaria a sus pacientes adolescentes si han sido víctimas alguna vez. Si la respuesta es sí, los pediatras deberían estar preparados para remitir a los adolescentes y a sus familias a cualquier servicio comunitario, indican las directrices.

Y, comentó Alderman, "el médico debería reconocer que en cierta manera es magnífico que [el paciente] se lo dijera a alguien".

La idea de evaluar si los niños y adolescentes han sido víctimas de abuso sexual es sensata, según Kristen Houser, del Centro Nacional de Recursos contra la Violencia Sexual, en Pensilvania.

"Pero se debe saber cómo hablar de ello. El modo de plantear las preguntas es importante", dijo Houser, que no participó en las recomendaciones de la AAP.

Preguntar a una adolescente si ha sufrido alguna vez un "acto violento sexual", por ejemplo, probablemente no es el mejor modo de recibir una respuesta sincera, según Houser. Hacer preguntas más claras, en un lenguaje que los niños y adolescentes comprendan, será más efectivo.

"Se tienen muchas más probabilidades de recibir una respuesta cuando se tiene una relación de confianza", dijo Houser.

También es crítico, dijo, que los pediatras estén conectados con los servicios locales para las víctimas de abusos sexuales. Se trata de recursos que las víctimas necesitarán más allá de la atención médica, incluyendo la ayuda con el sistema legal y la recuperación a largo plazo del abuso sexual.

"Conozca cuál es el centro de crisis por violación de su comunidad, y el centro de defensoría del menor local. Hable con ellos", comentó Houser. De ese modo, añadió, los pediatras no estarán simplemente "dando un folleto a los pacientes", sino conectándolos a los recursos que conocen.

Brian Pinero es vicepresidente de servicios de víctimas de la Red Nacional sobre la Violación, el Abuso y el Incesto (Rape, Abuse & Incest National Network, RAINN).

Se mostró de acuerdo en que "la forma" en que los médicos hacen las preguntas y las remisiones es clave.

"Pueden decir [a los pacientes]: 'Así es como este recurso te puede ayudar', pero asegurarse de que saben que depende de ellos. Nadie les está forzando a hacerlo", dijo Pinero.

"Lo importante es que las víctimas sepan que les creen y que alguien se preocupa por ellos", añadió.

Cuando los pacientes necesiten atención de salud mental, Houser dijo que lo mejor es que acudan a un profesional con experiencia en tratar el trauma.

Y no son solamente los adolescentes los que podrían necesitar ayuda. "Los padres podrían necesitar ayuda para trabajar con sus sentimientos de ira, o de culpabilidad, o de remordimiento", indicó Houser.

Según la RAINN, la tasa de abusos sexuales en Estados Unidos se ha reducido en un 63 por ciento desde 1993. A pesar de la mejora, se produce un abuso sexual en el país cada 98 segundos.

Las adolescentes y las mujeres jóvenes son las que están particularmente en riesgo. Las mujeres en edad de ir a la universidad (de 18 a 24 años de edad) tienen entre 3 y 4 veces más probabilidades de sufrir abusos sexuales que el conjunto de todas las mujeres en EE. UU., según la RAINN.

Debido a eso, dijo Alderman, la "visita previa a la universidad" con el médico es importante.

Entonces es cuando los médicos pueden hablar con las adolescentes con respecto a mantener la seguridad cuando vayan a la universidad, dijo.

Un tema importante, según Alderman, es el consumo de alcohol. El alcohol, según la AAP, "es con mucho la droga más habitual en las citas que acaban en violación".

Aun así, la violencia sexual puede afectar a cualquiera, a cualquier edad. Así que, según Alderman, los padres y los niños y adolescentes deben tener una "conversación continua" sobre el tema.

Houser dijo que debería empezar temprano, e incluir cosas como no forzar a su hijo o hija a dar abrazos si no quiere.

"Los niños y adolescentes aprenden que tienen el derecho a controlar quién toca su cuerpo, dónde y cuándo", dijo.

Más información

RAINN tiene recursos para encontrar ayuda después de un abuso sexual.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2017, HealthDay

logo

Related Stories

No stories found.
logo
Healthday Spanish
spanish.healthday.com