El parto inducido por medios farmacológicos conlleva riesgos de complicaciones poco comunes pero peligrosas

Estudio sostiene que la embolia del fluido amniótico puede resultar mortal para la madre

VIERNES 20 de octubre (HealthDay News/HispaniCare) -- Un estudio reciente halla que el parto inducido por medios farmacológicos casi duplica el riesgo de una complicación grave del parto que le puede costar la vida a la madre.

El estudio de la edición del 21 de octubre de The Lancet sostiene que, a la luz del mayor riesgo para ese problema, llamado embolia del fluido amniótico, las mujeres y los médicos deberían pensarlo dos veces antes de inducir el parto de manera electiva, aunque no necesariamente en caso de que sea por razones médicas.

"Tenemos pruebas claras de que una o dos semanas después de la fecha programada del parto, una inducción de rutina reduce el riesgo de mortinatos, por lo que no me parece que eso deba cambiar", aseguró el Dr. Michael Kramer, autor líder del estudio y director científico del Instituto de desarrollo humano y salud infantil y juvenil de los Institutos de salud canadienses de Ottawa, Ontario.

La verdadera pregunta es si dichas inducciones pueden tener lugar por razones de conveniencia, digamos, por ejemplo, que el obstetra de la madre se va de viaje o los suegros están de visita.

"Esto por lo menos debería ser del conocimiento de mujeres y médicos que toman la decisión", aseguró Kramer.

Otros expertos, sin embargo, pensaron que los hallazgos del estudio probablemente no cambiarían la práctica actual.

"Es algo sumamente raro y no me parece que esto va a afectar la manera como la gente maneja las cosas en este punto", aseguró el Dr. Abe Shahim, ginecoobstetra y médico de práctica del Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York.

Además, los mismos autores del estudio aseguraron que aunque la cantidad de mujeres cuyos partos son inducidos ha aumentado, no ha habido un aumento correspondiente en el índice de embolia del fluido amniótico. "Ahí es donde quiero llegar", dijo Shahim. "Es algo tan fuera de lo común que no tiene relevancia en la práctica diaria".

Se piensa que una embolia del fluido amniótico tiene lugar cuando ocurre una rasgadura simultánea en el saco fetal y en los vasos sanguíneos que rodean el útero, lo que permite que el fluido amniótico se filtre hacia el sistema circulatorio de la madre. A pesar de lo extraña que es, esta complicación es una de las causas principales de muerte materna en países desarrollados.

El nuevo estudio marca la primera ocasión en que se identifica algo como factor de riesgo para la afección. "La sospecha de que la inducción del parto podría tener que ver existe desde hace un par de décadas, pero no se ha demostrado", aseguró Kramer.

Debido a que la complicación es algo tan fuera de lo común, los investigadores necesitaron estudiar a una gran población de mujeres. Un conjunto así de datos existía en Canadá, que mantiene registros de todas las altas hospitalarias en la mayoría de las provincias. Entre los registros se encuentran un diagnóstico clínico de afecciones y procedimientos como cesáreas e inducciones que no se hallarían en certificados de nacimiento.

En total, en la base de datos había información sobre más de 3 millones de nacimientos hospitalarios en Canadá entre 1991 y 2002.

De casi 3 millones de partos individuales, hubo 180 casos de embolia del fluido amniótico, 24 de ellos (el 13 por ciento) mortales. Esto implica un total de seis embolias de fluido amniótico por cada 100,000 partos individuales y un índice de mortalidad de 0.8 por cada 100,000 partos.

El problema surgió con el doble de frecuencia en las mujeres que habían tenido un parto inducido por medios farmacológicos que en las que no. Entre otros factores de riesgo se encontraban edad de la madre por encima de los 35, embarazos múltiples, parto con fórceps vaginal o por cesárea, laceración vertical o ruptura uterina, eclampsia y sufrimiento fetal.

El riesgo absoluto siguió siendo mínimo, apenas cuatro o cinco casos y uno o dos casos mortales por cada 100,000 mujeres inducidas.

Sin embargo, según los investigadores, con 4 millones de partos al año en los EE.UU. e índices de inducción cercanos al 20 por ciento, eso implicaría entre 30 y 40 casos sólo en EE.UU., de los cuales entre 10 y 15 serían mortales.

La relación entre el parto inducido y la embolia de fluido amniótico es, hasta ahora, apenas una asociación, pero no causa y efecto. Pero no es probable que surja algo más concreto, según los investigadores.

"Si hay algo acerca de la naturaleza de esa relación que no sea causal, sería casi imposible de determinar porque la única manera de saberlo con certeza es un ensayo aleatorio, que es casi imposible", aseguró Kramer. "Necesitaríamos cientos de miles, si no millones, de partos".

Más información

La American Pregnancy Association tiene más información sobre la inducción del parto.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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