El parto natural post-cesárea representa riesgos

Aunque un estudio revela que el índice total de complicaciones es menor

MARTES 14 de diciembre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Las mujeres que intentan dar a luz a sus bebés de forma natural después de haber tenido una cesárea, enfrentan algunos riesgos de salud tanto para ellas mismas como para sus bebés, aunque dichos riesgos son reducidos.

Un estudio reciente confirmó que el índice de ruptura uterina, una de las consecuencias más serias en una cesárea, es de entre el 0.5 y el 1 por ciento.

"Con lo que probablemente es la mejor información disponible en la actualidad sobre el tema en los Estados Unidos, parece ser que los riesgos absolutos asociados con un ensayo de trabajo de parto tras haber tenido una cesárea previamente son relativamente pequeños", dijo Dr. Mark B. Landon, autor principal del estudio que aparece en la edición del 16 diciembre del New England Journal of Medicine.

El "ensayo de trabajo de parto" simplemente significa que una mujer que haya tenido previamente una cesárea está intentando ahora tener un parto natural, independientemente de que logre hacerlo o no.

Los hallazgos, declaran los autores, deben utilizarse para asesorar a las mujeres que están por dar a luz. "Es una decisión muy personal, pero el hecho importante es que las mujeres sean informadas de los grados de riesgos involucrados y que no reciban una opinión sesgada en la asesoría, o una en la que se ofrezca información superficial", afirmó Landon, vicepresidente del departamento de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad Estatal de Ohio.

Al mismo tiempo, los riesgos asociados con la cesárea, que, en general, no fueron incluidos en este estudio, también necesitan ser tomados en cuenta. "Existen otros riesgos de índole maternal para la cesárea que van más allá de una molestia", señaló el Dr. Andrei Rebarber, profesor asociado de obstetricia y ginecología, y medicina materno-fetal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York. Entre éstos se incluyen la coagulación, dolor pélvico crónico e incluso la infertilidad.

El tema de las cesáreas y sus repeticiones ha sido uno de mucha controversia.

En 1970, las cesáreas representaban el 5 por ciento de todos los nacimientos, pero para el 2002 se han incrementado a tal grado que representan el 26 por ciento de todos los alumbramientos.

Los partos naturales post-cesárea se incrementaron del 3 por ciento en 1981 al 31 por ciento en 1998 de todos los nacimientos, y luego disminuyeron a un 12.7 por ciento en 2002, en parte por las preocupaciones sobre la ruptura uterina y otros riesgos de la salud, de acuerdo con los autores.

Las agencias de salud de los EE.UU. han estado intentando reducir el índice de partos quirúrgicos, tanto en su totalidad, como en los casos de post-cesárea.

Para esclarecer los riesgos involucrados en la intervención, Landon y sus colegas llevaron a cabo un estudio prospecto de cuatro años con más de 33,000 mujeres en 19 centros médicos académicos. Durante dicho periodo (de 1999 a 2002), 17,898 mujeres optaron por el parto natural, mientras que 15,081 tuvieron una cesárea repetida por elección. Casi un 73 por ciento de las que intentaron el trabajo de parto natural fue exitoso, no fue así para el 27 por ciento, por lo que se requirió de una cesárea repetida.

De las mujeres que se sometieron al ensayo de trabajo de parto, 124 (0.7 por ciento) tuvieron una ruptura uterina, mientras que 12 bebés sufrieron un daño cerebral por la ausencia de oxígeno, 7 experimentaron ruptura uterina y fallecieron dos bebés. Esto se traduce en un riesgo absoluto de 0.46 por cada 1000 mujeres. Este tipo de información no estaba disponible en estudios anteriores, dijo Landon.

En el grupo con cesárea, ninguno de los bebés experimentó dicha complicación.

El índice de endometritis, una inflamación del recubrimiento del útero, fue mayor en el grupo del ensayo de trabajo de parto (2.9 contra 1.8 por ciento), justo como el índice de transfusión sanguínea (1.7 contra 1 por ciento).

La frecuencia de histerectomía y mortalidad materna fue pequeña y similar para ambos grupos.

En general, los autores concluyeron que se necesitará de 588 cesáreas repetidas por elección para prevenir un resultado lamentable.

Las mujeres que se someten a un ensayo de trabajo de parto deben considerar varios factores, incluyendo el riesgo de un evento serio para ella y su recién nacido. Aunque la mayoría de las rupturas uterinas pueden repararse, algunas requieren de una histerectomía. Lo que es más importante, sin embargo, es que la ruptura uterina puede causar la muerte o daño cerebral del feto.

"Para las mujeres que recurren al ensayo de trabajo de parto, el riesgo total de uno de estos resultados adversos graves a término es de uno por cada 2000 casos", reportó Landon. "Para muchas mujeres, el nivel de riesgo es claramente aceptable, con el beneficio de que un parto natural requiere de una recuperación de menor tiempo y hospitalización, junto con la satisfacción que conlleva el parto natural en sí. Para otras mujeres, cualquier nivel de riesgo potencial prevenible para el feto es inaceptable".

Más información

Acuda a Childbirth.org para más información sobre cesáreas.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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