Se reduce el número de partos inducidos en Estados Unidos, señalan los CDC

La tasa de cesáreas electivas prematuras también ha bajado

MIÉRCOLES, 18 de junio de 2014 (HealthDay News) -- Tras casi dos décadas de aumentos constantes, el número de bebés de Estados Unidos nacidos de forma prematura debido a un parto o una cesárea inducidos ha bajado en años recientes, según un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

Las tasas de partos inducidos declinaron en general desde 2006 para las madres embarazadas entre las 35 a 38 semanas de embarazo, y el mayor declive se observó a las 38 semanas, hallaron los investigadores del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) de los CDC.

Es una buena noticia para la salud de esos bebés, que pueden enfrentarse a problemas graves de salud al nacer prematuramente, comentó el Dr. Edward McCabe, director médico de March of Dimes.

Los bebés nacidos temprano tienen entre 1.5 y 2 veces más probabilidades de morir en la primera semana de vida, en comparación con los bebés nacidos tras el término completo de 39 semanas o más.

"Hay una sensación de que lo hacemos muy bien con nuestros bebés prematuros, y hemos sido seducidos por los avances y pensamos que es seguro inducir un parto temprano", lamentó McCabe. "Hemos ignorado el hecho de que hay riesgos significativos de enfermedad y muerte en los bebés prematuros tardíos y a término temprano".

El mayor declive en los partos prematuros ocurrió para los nacimientos tempranos a término entre las 37 y las 38 semanas, que se redujeron en un 12 por ciento entre 2006 y 2012. Los nacimientos prematuros tardíos a las 34 a 36 semanas de embarazo se redujeron en un 4 por ciento.

Esa reducción llega en un momento en que las sociedades de médicos plantean preocupaciones sobre los partos tempranos innecesarios.

Las tasas de inducción del parto aumentaron en más del doble entre 1990 y 2010, de casi el 10 por ciento de los nacimientos a justo menos del 24 por ciento. Aunque algunos de esos partos inducidos eran necesarios para preservar la vida de la madre y del niño, muchos también sucedían para encajar mejor el parto con las apretadas agendas de los padres o del médico, lamentó McCabe.

El Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos (American Congress of Obstetricians and Gynecologists) no recomienda los partos inducidos antes de las 39 semanas de embarazo sin un motivo médico claro.

Esos nuevos criterios han hecho que los hospitales cambien sus políticas y que los obstetras se replanteen sus prácticas, aseguró la Dra. Kecia Gaither, vicepresidenta de obstetricia y ginecología y medicina materna y fetal del Hospital y Centro Médico de la Universidad de Brookdale en la ciudad de Nueva York.

Desde 2010, la tasa general de partos inducidos se ha reducido ligeramente, del 23.7 por ciento en 2011 al 23.3 por ciento en 2012, según el informe publicado en la edición de junio de la revista NCHS Data Brief.

"Hallamos que tras aumentar casi todos los años desde 1990, la tasa de inducción llegó a su máximo en 2010, y entonces declinó un poco en 2011 y un poco más en 2012", comentó la autora líder del estudio, Michelle Osterman, estadística de salud de los CDC. "Parece que la gente está esperando un poco más para dejar que los bebés nazcan. Esto sucede sobre todo durante las semanas del término temprano, y es un cambio generalizado".

McCabe estima que si el aumento de la tasa general hubiera continuado, unos 176,000 bebés estadounidenses más habrían nacido de forma prematura, con un costo de más de 9 mil millones de dólares.

"Estamos dando a 176,000 bebés más un mejor inicio en la vida", planteó.

Los investigadores hallaron que las tasas de inducción variaban mucho según la raza, la etnia y la ubicación. Por ejemplo, las tasas de inducción se redujeron en un 19 por ciento entre las mujeres blancas, pero solo en un 7 por ciento entre las hispanas y en un 3 por ciento entre las negras.

Los declives en la inducción del parto ocurrieron en casi tres de cada cuatro estados, desde un 5 por ciento en Maryland a un 48 por ciento en Utah. Las tasas aumentaron en Alaska, Nueva York y Carolina del Norte, y permanecieron sin cambio en once estados.

Gaither dijo que esa variación probablemente se deba a la calidad de la atención prenatal que las madres embarazadas reciben.

"Las reducciones grandes se observan en los lugares donde hay un buen seguro con una buena atención prenatal", afirmó.

Gaither dijo que tiene experiencia de primera mano, porque su hospital tiende a dar servicio a una gran población no asegurada con una atención prenatal inferior a la adecuada.

"Cuando llegan a nuestra institución, están en bastante mal estado. Está pasando algo malo que amerita un parto", lamentó. "Estamos entre la espada y la pared para conseguir que ambos pacientes lleguen a un sitio seguro, y muchas veces eso significa hacer que esos bebés nazcan".

Más información

Para más información sobre la inducción del parto, visite March of Dimes.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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