Dormir bien podría mantener a las enfermedades a raya durante el envejecimiento

Sleep Problems Tied to Later Cognitive Decline, Dementia
Sleep Problems Tied to Later Cognitive Decline, DementiaAdobe Stock

MIÉRCOLES, 19 de octubre de 2022 (HealthDay News) -- A medida que los hombres y las mujeres llegan a su edad dorada, los que no duermen bien con regularidad se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar no una, sino dos, graves enfermedades crónicas a la vez, muestra una investigación reciente.

Investigadores de Francia, Finlandia y Reino Unido monitorizaron las rutinas de sueño y el estado de salud reportado por casi 8,000 británicos de 50 a 70 años.

Aunque el nuevo análisis no puede probar causalidad, "en general, los estudios observacionales y con intervenciones sugieren de forma contundente que el sueño inadecuado pone en peligro a una buena salud", concluyó el Dr. Vivend Somers, que revisó los hallazgos. Somers es profesor de cardiología del Colegio de Medicina de la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota.

En el estudio, los investigadores observaron primero cuánto dormían los participantes del estudio en 1985, cuando tenían 50 años y estaban libres de enfermedades.

En esa época, más o menos 4 de cada 10 dormían con regularidad menos de siete horas por noche, y casi un tercio dormían cinco horas o menos.

Para la mayoría de las personas, siete horas es el mínimo necesario para un sueño saludable de noche, comentó la autora principal, Séverine Sabia, asociada de investigación del Instituto Nacional de Investigación en Salud y Médica (Inserm) de la Universidad de París.

Su equipo observó cuáles participantes tenían una rutina de sueño de un máximo de cinco horas por noche cuando llegaron a la sesentena y la setentena.

Y en cada etapa, dormir regularmente esa cantidad inferior de horas se vinculó con un riesgo de desarrollar múltiples enfermedades de un 30 a un 40 por ciento más alto, en comparación con dormir siete horas por noche con regularidad.

Entre la lista de posibles enfermedades se encontraban la diabetes, el cáncer, la enfermedad cardiaca coronaria, el accidente cerebrovascular (ACV), la insuficiencia cardiaca, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la enfermedad renal crónica, la enfermedad hepática, la depresión, la demencia y una variedad de trastornos mentales adicionales, la enfermedad de Parkinson, y la artritis/artritis reumatoide.

Notablemente, los que dormían cinco horas o menos a los 50 años se enfrentaban a un riesgo un 30 por ciento más alto, en comparación con los que dormían bien, de desarrollar dos de estas enfermedades de manera simultánea. A los 60 años, los que dormían mal experimentaron un aumento en el riesgo relativo de un 32 por ciento. A los 70, el aumento en el riesgo alcanzó un 40 por ciento.

Los que no lograban dormir lo suficiente a los 50 años también se enfrentaban a un aumento del 25 por ciento en su riesgo de una muerte prematura, en gran medida debido a un incremento en el riesgo de enfermar, encontraron los investigadores.

Sabia reconoció que es posible que dormir mal sea una función de la enfermedad, en lugar de la causa. Pero expresó confianza en que su equipo "usó un método integral para reducir el riesgo de que los hallazgos reflejen el impacto de la enfermedad en la duración del sueño".

Adam Krause, candidato doctoral en neurociencia cognitiva del Centro de Ciencias del Sueño Humano de la Universidad de California, en Berkeley, afirmó que el estudio tiene sentido.

"Estos hallazgos no son demasiado sorprendentes, al mostrar que dormir poco puede predecir una incidencia más alta de enfermedad crónica más adelante en la vida", señaló Krause. "Los procesos del sueño afectan a todos los sistemas del cuerpo, así que una falta de sueño, sobre todo cuando se experimenta a largo plazo, afectará a múltiples sistemas, cuya desregulación crónica puede conducir al desarrollo de estas enfermedades crónicas comunes".

En cuanto a limitar el riesgo de enfermedad, Sabia enfatizó la importancia de intentar mantener una "buena higiene del sueño".

Esto, afirmó, en general "incluye tener una habitación cómoda, ser físicamente activo y exponerse a la luz durante el día, tener una buena rutina de sueño, evitar el tiempo frente a las pantallas y reducir la luz 30 minutos antes de dormir".

Somers ofreció otro consejo importante.

"Si hay cualquier probabilidad de un trastorno del sueño, como los ronquidos molestos, la apnea del sueño o el insomnio, sería útil que un médico del sueño lo evalúe y trate", planteó.

Los hallazgos aparecen en la edición del 18 de octubre de la revista PLOS Medicine.

Más información

Aprenda más sobre cómo dormir bien en la Academia Americana de Medicina del Sueño (American Academy of Sleep Medicine).

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Séverine Sabia, PhD, research associate, University of Paris, Inserm, France; Virend Somers, MD, PhD, professor, cardiovascular medicine, Mayo Clinic College of Medicine, Rochester, Minn.; Adam Krause, doctoral candidate, cognitive neuroscience, Center for Human Sleep Science, University of California, Berkeley; PLOS Medicine, Oct. 18, 2022

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