¿Desesperado por dormir?

Un grupo de médicos recomienda la terapia cognitivo conductual antes de los medicamentos para el insomnio
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LUNES, 2 de mayo de 2016 (HealthDay News) -- Las personas con problemas de sueño a largo plazo deben recurrir a una forma de psicoterapia para reprogramar los patrones normales del sueño antes de probar con las pastillas para dormir, recomienda el Colegio Americano de Médicos (American College of Physicians, ACP).

En concreto, las personas con insomnio crónico deben probar la terapia cognitivo conductual (TCC), dijeron los expertos. Este tratamiento combina terapia del habla, intervenciones conductuales y educación. Si la TCC no funciona, los pacientes y sus médicos deben entonces decidir juntos si añadir o no un fármaco a la terapia, según las nuevas directrices.

"Sabemos que el insomnio crónico es un problema real que los pacientes presentan en nuestros consultorios [médicos]", dijo el Dr. Wayne Riley, presidente del ACP. "Queremos deshacernos de la tendencia excesiva a recetar medicamentos para dormir, y está claro que la TCC puede ser una excelente herramienta a nuestra disposición".

Hasta el 10 por ciento de los adultos son afectados por el insomnio, que se define como tener problemas para quedarse o permanecer dormido, señalaron los autores de las directrices. La afección, que es más común en las mujeres y en los adultos mayores, puede producir fatiga, dificultades de pensamiento y problemas del estado de ánimo, además de afectar a la productividad en el lugar de trabajo, según el colegio.

Al publicar su primera directriz práctica sobre el tratamiento para el insomnio crónico, el ACP no encontró suficientes evidencias como para comparar de forma directa la terapia conductual con el tratamiento farmacológico. Pero el grupo incorporó una revisión de la investigación publicada que indica que la terapia conductual es efectiva y se puede iniciar en el ámbito de la atención primaria.

Antes de recomendar la terapia conductual a los pacientes, los médicos deben descartar afecciones médicas que pueden provocar insomnio, como la apnea obstructiva del sueño, el síndrome de piernas inquietas y el agrandamiento de la glándula prostática, y aconsejar a los pacientes sobre los factores conductuales que pueden contribuir a dormir mal, por ejemplo el consumo empedernido de alcohol, explicó Riley.

El Dr. Nathaniel Watson, presidente de la Academia Americana de Medicina del Sueño (American Academy of Sleep Medicine), dijo que "la ventaja más importante de la TCC es que tiene efectos duraderos y enseña a los pacientes a gestionar sus síntomas y dificultades". Watson no participó en la redacción de las nuevas directrices.

"Empodera a los pacientes para afrontar su insomnio", añadió Watson. "Y dado que no conlleva medicamentos, se pueden evitar el costo y los efectos secundarios potenciales de los medicamentos a largo plazo".

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. ha aprobado fármacos como Valium (diazepam), Ambien (zolpidem), Lunesta (eszopiclona) y Belsomra (suvorexant) para su uso a corto plazo, unas cuatro a cinco semanas. Las etiquetas de la FDA también indican que los pacientes cuyo insomnio no mejora en un plazo de 7 a 10 días tras tomar los fármacos deben ser reevaluados por sus médicos.

Riley dijo que "observamos el [tema] de forma muy amplia. No estamos diciendo que no se usen medicamentos, decimos que hay que hacer un ensayo con el paciente... y si vuelven y siguen teniendo problemas del sueño, quizá añadir el uso a corto plazo de un fármaco. Intentamos desaconsejar el uso [de medicamentos] durante más de 10 a 14 días, porque sabemos que la dependencia puede ser un problema".

Otros efectos secundarios de las pastillas para dormir incluyen somnolencia al día siguiente, "conductas complejas durante el sueño" (como conducir o comer dormido) y reacciones alérgicas, según la FDA.

La terapia cognitivo conductual para el insomnio es por lo general administrada por médicos o psicólogos entrenados en ese tipo de psicoterapia, comentó Riley. Normalmente se necesitan entre cuatro y seis sesiones de terapia conductual para mejorar el insomnio, dijo. La mayoría de las aseguradoras de salud cubren el tratamiento, con un costo de desembolso de entre 45 y 100 dólares por sesión si no hay cobertura, añadió.

En comparación, el suministro de un mes de medicamentos recetados para dormir por lo general cuesta entre 50 y 100 dólares, anotó Riley.

Watson dijo que también hay disponibles aplicaciones baratas para ayudar a dormir, como Sleepio y ShutEye.

Watson explicó que la terapia conductual para el insomnio por lo general aborda temas de la higiene del sueño, como cambiar los niveles de luz, la temperatura y otras partes del ambiente de sueño de la persona, además de los hábitos personales como el tiempo que se pasa delante de pantallas antes de irse a la cama.

Añadió que también se enseña a los pacientes a tener expectativas realistas sobre el sueño. "Todo el mundo duerme mal una noche de vez en cuando. Es parte de la vida", comentó Watson.

"Creo que ahora mismo en este país tenemos una inteligencia de sueño baja, y eso es un problema", advirtió. "Animaría a las personas a priorizar el sueño en sus vidas, lo que incluye crear un mejor ambiente para dormir. Solo hay tres cosas que caben en una habitación: el sueño, el sexo y la enfermedad. Y los padres deben ser buenos modelos de rol, lo que incluye [promover] unos horarios constantes para irse a la cama y despertarse entre semana y los fines de semana".

Las nuevas directrices aparecen en la edición en línea del 2 de mayo de la revista Annals of Internal Medicine.

Más información

La National Sleep Foundation ofrece consejos para optimizar el ambiente para dormir.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2016, HealthDay

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