Muchos estadounidenses no duermen lo suficiente

Encuesta halla que apenas la mitad del país duerme bien cada noche

MARTES 29 de marzo (HealthDay News/HispaniCare) -- La falta de sueño está dejando a los estadounidenses con una productividad deteriorada, prácticas de conducción peligrosas y muy poco sexo.

Según la encuesta 2005 Sleep in America (El sueño en EE.UU. en 2005) dada a conocer el martes por la National Sleep Foundation, el sueño es "el gran divisor de los estadounidenses", pues apenas la mitad del país duerme bien casi todas las noches. La otra mitad se divide entre los que tienen "un sueño reparador" pocas noches a la semana y aquellos que descansan bien algunas noches al mes o menos.

"Esto coincide mucho con lo que veo en mi consultorio. Los estadounidenses no están haciendo del sueño una prioridad", aseguró la Dra. Stasia J. Wieber, directora del Centro Completo de Medicina del Sueño del Centro Médico Mount Sinai en la ciudad de Nueva York. "En realidad se trata de un aspecto muy importante del cuidado de la salud, tanto de la propia como de la pública. Afecta la salud personal y también puede poner a otros en riesgo".

La encuesta realizada a 1,500 adultos fue dada a conocer durante la campaña Eighth Annual National Sleep Awareness Week (Octava semana nacional de concienciación sobre el sueño) de la fundación del sueño entre el 28 de marzo y el 3 de abril, la cual coincide con el regreso de la hora de verano.

La encuesta halló que los problemas del sueño están en aumento pero muchas veces son ignorados. Aunque la mitad de los encuestados informó un problema del sueño como roncar o despertar durante la noche y el 24 por ciento aseguró que sus problemas afectaban sus actividades diarias, el 75 por ciento de los que respondió no describió sus síntomas como un problema de sueño.

En promedio, los estadounidenses duermen 6.9 horas cada noche, justo debajo de las 7 a 9 horas recomendadas. Pero más personas hoy dicen que están durmiendo menos de seis horas entre semana (16 por ciento vs. 12 por ciento en 1998) y los fines de semana (10 por ciento vs. 8 por ciento en 1998).

Más de la mitad (el 54 por ciento) de los que respondió dijo que tenía al menos uno de los síntomas de insomnio algunas noches a la semana o más. Entre los síntomas citados más comúnmente se encuentran despertar con la sensación de no haber descansado (38 por ciento) o despertar durante la noche (32 por ciento).

La mitad de los respondientes a la encuesta aseguró que se siente cansado o a un nivel inferior a lo esperado durante el día y el 17 por ciento sostuvo que se siente así casi todos los días.

Las repercusiones de no descansar bien durante la noche son numerosas y pueden ser graves, incluso mortales. El sesenta por ciento de los adultos que cuentan con licencia de conducción aseguró que habían conducido somnolientos durante el año anterior, el índice más alto desde que se realizó la encuesta por primera vez en 1999. El cuatro por ciento aseguró que tuvo un accidente o casi lo tuvo debido a la somnolencia detrás del volante. Si esto se extrapola al resto de la población, esto significaría que cerca de 115 millones de personas se sintieron cansadas detrás del volante, mientras que 7 millones de conductores tuvieron un accidente, o casi lo tuvieron, por somnolencia, según los investigadores.

Cerca de un tercio de los adultos trabajadores dijo que había faltado al trabajo o había cometido errores en el mismo por problemas de sueño durante los tres meses anteriores.

La gran división del sueño también afecta las relaciones de pareja. Más de tres cuartos (el 77 por ciento) de los adultos con cónyuges o parejas aseguró que su pareja tenía algún problema relacionado con el sueño, generalmente roncar. Por los problemas del sueño de su pareja, estos respondientes perdieron en promedio 49 minutos de sueño durante la noche, unas 300 horas al año. Cerca de un cuarto de los adultos con pareja aseguro que tienen relaciones sexuales menos frecuentemente o tienen menor interés en el sexo porque están muy cansados. Un tercio de los de este grupo informó sobre problemas en la relación por los problemas de sueño de su pareja. La encuesta estableció que muchos duermen en cuartos separados por estos trastornos.

Nueve de cada diez adultos aseguró que su actividad preferida en la hora inmediatamente anterior a acostarse era ver televisión, mientras que sólo el 27 por ciento afirmó que tenía relaciones sexuales.

La encuesta también halló que la mala salud se asociaba muchas veces con un mal sueño. Los adultos con al menos una afección médica común, como hipertensión o artritis, tienen menos posibilidades de dormir bien y tienen cerca del doble de posibilidades de sentirse somnolientos durante el día.

En línea con otros estudios, esta encuesta halló que cerca de dos tercios de los estadounidenses (el 64 por ciento) tienen exceso de peso o son obesos, y que esta afección contribuye a los problemas de sueño. Comparados con los adultos de peso normal, las personas obesas tienden a dormir menos de seis horas entre semana (18 por ciento vs. 11 por ciento) y muchas veces se sienten adormilados durante el día (37 por ciento vs. 26 por ciento).

Las personas obesas y con exceso de peso también tienen seis veces más posibilidades de sufrir de apnea del sueño que las personas de peso normal. Según el informe, más de un cuarto (26 por ciento) de los respondientes estaba en riesgo de apnea del sueño, una afección caracterizada por interrupciones en la respiración durante el sueño. La afección se relaciona con hipertensión y apoplejía.

Más de la mitad de las personas encuestadas toman siestas al menos una vez a la semana y un tercio asegura que lo hace dos veces o más cada semana. La duración promedio de la siesta es de 50 minutos para quienes las toman más frecuentemente. Los expertos del sueño recomiendan siestas que duren entre 20 y 45 minutos.

La mayoría de los estadounidenses no utiliza nada para ayudarse a quedar dormido, aunque el 11 por ciento de los respondientes a la encuesta aseguró que utilizaba el alcohol algunas noches a la semana. Cerca del 80 por ciento de los adultos aseguró que toma al menos una bebida con cafeína diariamente y un cuarto de esos informo que consumía cuatro o más de dichas bebidas diariamente. Los expertos recomiendan evitar tanto el alcohol como la cafeína antes de acostarse.

"Las personas necesitan hacer del sueño una prioridad", sentenció Wieber. "Si el sueño no es satisfactorio por cualquier razón, se debe buscar ayuda médica. Los problemas del sueño no son la realidad de la vida".

Más información

Visite la National Sleep Foundation para más información sobre la encuesta.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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